Nueva Luna de Marzo-Abril 2014 : izando las velas hacia el país de Nunca Jamás

De nuevo, la Nueva Luna cae en el mes de marzo, pero esta vez a finales. Es el 30 de marzo 2014 a las 18:48 hora solar, dos horas más tarde para España, a 9º59 de Aries.

Las fuerzas activadas este mes son las de:

• El ángel Jeliel, que rige por domicilio de 5 a 10º de Aries
• El ángel Aladiah, que rige por rotación de 9 a 10 de Aries

Jeliel: La energía de este ángel nos impulsa a:

- Ser para los demás un faro de luz
- Cultivar la fidelidad conyugal y restablecer la armonía en las parejas
- Conectar con la fuerza crística
- Ser una fuente de alegría y entusiasmo.

 Nos aporta:

- Fecundidad
- Inteligencia emocional
- Suerte
- Capacidad para crear una gran familia
- Voluntad para superar situaciones difíciles.


Dicen de Jeliel que es un manantial de amor y sabiduría y que quienes beban de él nunca más volverán a tener sed. Su cuartel general se sitúa en Kether, se ocupa pues de mover la voluntad. Por ser el ángel número 2, está conectado con las fuerzas de Hochmah/Urano, moverá por lo tanto la voluntad de amar de forma incondicional y de buscar la sabiduría. En Kether, está situado en la esferita que corresponde a Binah/Saturno, por ello, nos dice en su plegaria que su fuerza puede aportar método ahí donde reina el caos y que nos impulsa a aportar juicios constructivos. En su exhorto (ver libro “Los Ángeles al Alcance de Todos” ), Jeliel nos dice:

“Quiero que sepas que tienes a tu disposición
una inmensa claridad, un deslumbrante resplandor,
no tienes más que abrir, en tu propia conciencia, un canal
y el chorro luminoso del Aleph (el Padre)
inundará tus centros de percepción,
entonces todo cambiará a tu alrededor
vivirás en la alegría un desbordante entusiasmo
porque tendrás la sensación de aportar al mundo
y a los seres que te rodean
algo tan necesario a su vivir como el aire…”

Estos son los contenidos que aporta la parte de nuestra psique llamada Jeliel. Se ocupa de unificar el Sol y la Luna, lo masculino y lo femenino. Si conseguimos esta paz en nuestro interior, podremos exportarla y habrá paz en nuestra vida de pareja. Una forma de lograrlo es procurar que nuestra receptividad (yo femenino) y nuestra emisividad (yo masculino), estén equilibradas. Y que lo estén también el “hacer” y el “ser”. Porque un hacer sin un ser, es decir, un yo masculino que no está siendo apoyando por su contrapartida femenina, actuará a trancas y barrancas, a ciegas, chocando contra todas las aristas y con la sensibilidad disminuida; aprenderá a través de los golpes y tropezará una y otra vez con las mismas piedras. En cambio un yo femenino excesivamente enfatizado en detrimento de su complemento masculino hará que la persona esté colgada de una nube, pasiva, desconectada de su realidad en 3D, soñando con el paraíso pero sin ser capaz de cristalizarlo en firme en el mundo material.

Aladiah: La energía de este ángel nos impulsa a:

- Decir las cosas con delicadeza
- Saber perdonar
- Ser sensible a la pena de los demás
- Recuperar la pureza y la dignidad
- Saber crear un paraíso terrenal
- Curar enfermedades
- Compartir, saber dar con amplitud
- Ser un mecenas

Nos aporta:

- Creatividad
- Fertilidad
- Facilidades para disolver el karma.

A propósito del karma, me gustaría hacer una reflexión. Muy a menudo oigo gente decir : “Me falta poco para pagar todo mi karma” o “mi pareja me ha hecho la vida imposible por venganza, ya que le hice lo mismo en otra vida” o “Dios ha castigado a Fulano de tal por haber hecho esto o aquello en una vida anterior”. Por lo que he podido deducir a través de todo lo que leído pero sobre todo a través de cientos de terapias y de meditaciones, el karma no es ni un pago, ni una venganza, ni un castigo. Es simplemente el fruto de una atracción gravitatoria. En la atracción que ejerce un imán sobre unas virutas de hierro no cabe ninguna noción de pago, de castigo o de venganza, es un fenómeno físico y nada más.

Cuando en una existencia trabajamos con unos átomos sutiles, con un barro determinado, al reencarnar en la siguiente vida nos sentimos atraídos –como las virutas de hierro por el imán- por esos mismos átomos, por ese mismo entorno o “plastelina”, con la que construiremos nuestra realidad, porque es lo que conocemos. Sin embargo, en virtud de la ley de polaridad, las circunstancias nos harán palpar la otra cara de la moneda, para que captemos la experiencia en toda su amplitud.

Por ejemplo, si en una existencia hemos trabajado con las energías de la violencia y del sometimiento, forzando la voluntad de los demás, cuando reencarnemos nuestra alma se sentirá atraída gravitacionalmente por un ambiente de estas mismas características, pero en vez de vivirlo desde lo masculino, desde la emisión, lo viviremos desde la recepción, desde lo femenino. Y nos veremos entonces sometidos a situaciones violentas. Así podremos darle toda la vuelta completa a esta cuestión. Esto se puede detectar en un tema astral cuando Marte está aspectado con los Nodos lunares, por ejemplo.

El problema es cuando nos quedamos atrapados en la experiencia, identificándonos con ella, porque entonces lo que ocurre es que la vida nos va subiendo el volumen cada vez más hasta que la situación violenta se vuelve insoportable. Y nos quedamos atascados cuando acusamos al otro, cuando nos polarizamos en el papel de la víctima, sin caer en la cuenta de que ésta solamente es una faceta de la historia completa. Para salir del karma es preciso saber tirar del hilo y percibir lo que hay detrás de cada vivencia, es preciso verlo todo desde la globalidad, con vista de águila.

El cuartel general de Aladiah está en Hochmah-Urano y desde allí trabaja con las fuerzas de Binah Saturno, es el amor que penetra en el rigor para disolverlo. Por ello, Aladiah promueve la misericordia, que perdona y absuelve sin necesidad de arrepentimiento, Aladiah es el que firma decretos de gracia divina, como hace el Rey de Tailandia, que suelta presos el día de su cumpleaños. Esta lunación es propicia para perdonarse y blanquear el propio expediente.

Apuntes astrológicos

Del 20 al 24 de abril  las estrellas nos preparan un guiso picante, con mucho chili: una gran cruz cósmica: Júpiter cuadrará con Marte y con Urano, y Plutón cuadrará con Marte y Urano, con oposición Marte Urano y Júpiter Plutón. La imagen que me llega es la de juntar un volcán, un tsunami, un huracán y un terremoto; Fuego (Urano en Aries), Agua (Júpiter en Cáncer), Aire (Marte en Libra), Tierra (Plutón en Capricornio). Es como si los dioses se hubieran puesto de acuerdo para darnos un fuerte empujón hacia la nueva conciencia. Recuerdo vagamente un poema citado por Marilyn Ferguson en su biblia “La Conspiración de Acuario”, decía más o menos así:

- Acercaos al borde (se supone que de un abismo)
- No, que tenemos miedo
- Acercaos al borde..

Les empujaron…y salieron volando. O aquella escena en la que Indiana Jones se ve obligado a saltar al vacío para salvar a su padre, y en cuanto decide saltar aparece de la nada un puente, que le permite cruzar el abismo sin despeinarse.

Percibo como si se hubieran reunido tres de los grandes jerifaltes que vigilan y promueven nuestra evolución para transmitirnos un mensaje contundente, que podría traducirse así:

“Salid de una vez por todas del parque jurásico, de los lodazales de la dualidad. De la identificación con las formas e ilusiones de la 3D. Izad el vuelo hacia las tierras de nunca jamás.

Nunca jamás…

…volver a dudar de vuestra estirpe divina
…crecer sufriendo
…pretender vivir en autarquía, como Diógenes en su tonel, cultivando el individualismo más feroz
…Tener arrinconado y a pan y agua a vuestro niño interior (inocencia, frescura, descondicionamiento, risa, espontaneidad..)
…Olvidar que no sois más que simples células de un gigantesco cuerpo cósmico, entrelazadas cuánticamente, inter conectadas por ese cemento que une todas las piezas del universo y forma su tejido conectivo: el AMOR.
…olvidar que no sois nada si no es en relación con las demás células.”

Ya que en la tierra impera el programa llamado “libre albedrío” somos libres de elegir el modus operandi, es decir la manera en que preferimos que este mensaje nos llegue. Lo que no podemos es decir: “Yo me bajo de ese tren”, porque es el tren de la evolución, el gran cuerpo cósmico no puede detenerse porque algunas de sus celulitas se hayan olvidado de tomarse las pastillas para el mareo.

Se nos presentan por lo tanto dos opciones: Captar el mensaje desde el núcleo, desde el ojo del huracán, donde impera esa ataraxia –calma chicha en coloquial- de la que hablaban los griegos. El núcleo es el punto cero, un campo de amor puro, es el ojo de Horus que todo lo ve. Desde este trono, podemos tomar conciencia del envite, desde una posición de sujetos, activando la ecuación de decisión (como diría López Guerrero)/voluntad/intención, firmemente agarrados al timón y con el GPS celestial en “on”.

La otra opción es pulular por la periferia de la cebolla, sometidos al triqui traque de los elementos. A quienes la elijan, conscientemente o no, más les valdría emular a Noé y construirse un arca, por si acaso, y tomarse biodramina. Porque a nivel personal, sentimental, profesional, o de amistades les podría caer una buena ducha. Las antiguas estructuras, los viejos patrones profundamente arraigados podrían ser arrancados de cuajo, quedando con las raíces al aire, hechas unos zorros.

Urano, cuando ruge, es de los que corta por lo sano, sin miramientos. Pero, ya lo hemos mencionado muchas veces desde estas páginas, todo aquello que se disuelve bajo la influencia uraniana acaba beneficiándonos, aunque en la inmediatez nos cueste verlo. En efecto, nos ayuda a distinguir el trigo de la paja, lo que nos conviene y lo que nos perjudica, siendo lo primero lo que nos permite evolucionar y lo segundo lo que lleva al estancamiento o al retroceso.

Las disonancias –recordémoslo- no son más que una ración extra de carburante energético, y la calidad de energía en juego nos la dan los ángeles que rigen cada planeta. Urano, durante todo el mes, estará faenando en los dominios de Sitael, el ángel nº 3. Sitael se ocupa de buscar soluciones a los enfrentamientos, ayuda a tomar conciencia de los errores, a respetar, honrar y amar al enemigo y a verlo como un maestro. Aplicando estas simples claves podremos neutralizar el volcán uraniano.

El trígono Júpiter Neptuno puede aportarnos una buena salida a tanto vaivén ya que promueve la conexión con nuestro Yo multidimensional, con otros planos de conciencia, y es allí donde se nos darán las directrices para utilizar de forma eficiente y creativa el ingente caudal energético que se nos avecina.

Una broma cósmica: después de haber escrito lo anteriormente dicho, abro el libro de las plegarias de los 72 ángeles para echarle una ojeada a la de Sitael (regente de Urano en el mapa de la lunación) y qué es lo que encuentro, pues que habla de estar en el ojo del huracán, y no me acordaba en absoluto.

Plegaria de SITAEL

SITAEL, permíteme, Señor, reconocer,
a los que fueron en el pasado mis hermanos;
a los que fueron mis adversarios, mis enemigos,
a los que amé y odié, para crear juntos
una nueva esperanza.
Sitúame, SITAEL, en el corazón del conflicto,
en el ojo del huracán, para que tu amor,
derramado en mi imaginación, actúe como un disolvente
que disipe los enfrentamientos y las tempestades.
SITAEL, haz de mí un ser fiel;
fiel para con los de arriba; fiel para con los de abajo.
Haz que aporte el justo equilibro
en las posiciones enfrentadas, sin que caiga en la tentación
de estar al lado de unos o de otros.
En todo momento y en todo lugar,
permíteme, SITAEL, aportar esperanza.


Quizás no sea el momento de preguntar“¡Dios mío, ¿qué me deparará la gran cruz cósmica?” sino de tomar conciencia de que cada ser es el horizonte de eventos, el que manda hacia su micro y su macrocosmos los fractales que conformarán su realidad.

Para más información, consultar los excelentes blogs de mis hermanos Milena y Tristán.

Soleika Llop