Observando la dualidad


Estoy inmersa en un nuevo proyecto que me está ocupando muchas horas, por eso he estado un poco missing en estos últimos días. Hoy comparto un ejercicio de Alquimia Genética en el que la persona explora la utilización que hace de su “capital amistades” o de su capacidad dedicar su energía a realizar tareas grupales. Es interesante observar la dualidad existente en este territorio psíquico, logrará superarla cultivando la constancia, es decir, diluyendo poco a poco ese hilo que la conecta con la roca, con sus rigideces, con patrones pétreos.

Escenario 1: sale una colina verde, cubierta de hierba, la luz del sol brilla, el cielo es azul. Hay muchos niños jugando, unos llevan cometas, otros juegan a los aros, a las raquetas con plumas, hay otros en bicicletas....parejas paseando, disfrutando, otros adultos leen...Es un ambiente delicioso y agradable. Llevan todos ropas blancas de estilo romántico. Reúno al pueblo celular. Voy a preguntar qué hacen, aunque es evidente...miro al Avatar y me dice que pregunte otra cosa.

- ¿Porqué nadie sube colina arriba?

- Ven y verás –y nos llevan hacia allí-

Al llegar veo lo que hay colina abajo del otro lado: un cráter enorme, como si hubiese caído un meteorito. Es un paisaje desértico, negro, como de roca volcánica.

- Uf!! Vaya contraste, digo yo

- ¿Qué representa?, pregunto al Avatar

- Tu dualidad, tu lado oscuro, tu miedo a caer en él

- ¿Qué es ese lado oscuro?

- Tu miedo a no creer, a caer en la negatividad, tu miedo a no poder disfrutar como los demás... Es una sombra que te atenaza siempre. Intentas vivir en la colina verde, pero hay un hilo que sale de ti y te conecta a una parte de este cráter.

-  ¿Cómo puedo cortar ese hilo?

- Síguelo a ver hasta dónde te lleva Sigo el hilo.

Sale desde mi plexo solar y me lleva a una roca gris, y a la vez como mojada, como cristalizada. Sale de mi plexo y entra en la roca. Estamos a solas. El pueblo se ha quedado del otro lado. No ha querido venir. No les gusta esto. (eso significa que cuando cultiva esos temores su mundo celular no le respalda, se desentiende y por tanto no puede funcionar adecuadamente)

- Tienes que cortarlo el hilo, me dice el Avatar

- ¿Cómo lo hago?

- Invoca al Arcángel Miguel que lleva una espada (la espada representa el discernimiento)

 El Arcángel accede a cortar el hilo. Entonces se produce una explosión de aire y luz, de energía, como en las películas...el viento nos arrastra....y de pronto todo queda en calma. La roca se ha hecho añicos.

- (Avatar): deberías volver hasta que ya no queden estos trozos...pues el hilo tiende a seguir formándose...hasta que ya no quede roca a la que unirse.

 Casa del Jefe de la Capa: aparece un tuareg montado a caballo. Nos conduce a un lugar escavado en una especie de rocas y arena en el desierto (esa área de su psique está desértica, es decir falta agua, sentimientos, amor), unas formaciones rocosas pero del color de la arena. Se descubre el turbante para entrar en lo que es su casa. Es un hombre de mediana edad. La casa es como una continuación de habitaciones, cuevas, recovecos....pero por todos lados hay aberturas y entra la luz natural. No están completamente cerradas. Es muy bonito. Nos sentamos sobre una alfombra en uno de los espacios. Me fijo en que va pasando aire, ahora de un lado ....ahora del otro.

- ¿Tienes alguna queja de la casa o algún consejo para mi?

- Estoy bien, a veces me preocupa los que forman parte de mi pueblo pues a veces no saben controlar las corrientes de aire (elucubraciones mentales), y enferman

- (Avatar) El aire son esas mentalidades que hacen que se les crucen los cables a las personas, incluida tu misma. Nos llevan a la confusión

- Hay que ver realmente por donde viene o va a venir el aire, y para ello, hay que intuir pues no se ve, hay que sentirlo. Pronuncio el decreto de reprogramación, y veo que las aberturas de los espacios tienen unos cristales enteros que permiten dirigir el aire hacia donde uno quiera, como estas cristaleras automáticas que cuando te acercas se abren o cierran. (Ha cambiado el paisaje psíquico porque ella ha tomado conciencia). Vuelvo al escenario 1 para ver los cambios que se han producido, nos asomamos desde la colina y vemos que el cráter está cambiando su paisaje, está saliendo hierba y florecillas blancas. No obstante aún se ven pedruscos volcánicos, sobre todo más hacia el centro, hacia donde estaba la roca grande. (eso indica que tiene que seguir trabajando en esa área). Soleika Llop

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Soleika. Hablas de una dualidad en la que identificas al miedo como una parte, pero no le das nombre a la otra. También cuentas cómo las personas ignoran conscientemente esa parte. Es decir, viven en un mundo en donde muestran una cara, más bien en la que se muestran así mismos una cara y se ocultan otra que resultaría demasiado aterradora para ser observada. Ambas caras parecen formar parte de un mismo lado de esa dualidad. Se trata del ego y el miedo es su ley.
Así que el otro lado de la dualidad es el Amor, ¿cual si no?
El que es consciente del Amor no teme nada y no tiene nada que ocultar, luego esos personajes no podían estar más que en un solo lado. Un lado en el que el ego oculta su propio miedo.
Un abrazo Soleika

Entradas populares