Meditación : Sintiendo la bondad de Hahasiah

Ésta es la meditación de la Nueva Luna de Diciembre.

Relajación

(Para esta meditación utilicé, como acompañamiento musical, la voz de cristal de Charlotte Church)


- Realizas tres respiraciones lentas y profundas, entrando el aire por la nariz y exhalando por la boca, llenando primero de aire tu abdomen y luego el tórax. Al inspirar, cuando entres el aire, imagina que el Sol está entrando por tus fosas nasales y sube hasta la glándula pineal (coronilla), al espirar, imagina que la bola luminosa del Sol recorre todos tus chakras hasta la pelvis, lo haces 3 veces...

- Luego realiza 3 respiraciones entrando por la nariz, introduciendo de nuevo el Sol hasta la pineal, reteniendo el aire todo lo que puedas, mientras retienes el aire, dejas que el Sol inunde tu cabeza.

- Le das la orden a tu mente de rebajar la actividad eléctrica de sus ondas a 4 ciclos por segundo, de esta forma entrarás en un estado de profunda relajación.

- Imaginas que tu mente es un animal (todos menos un halcón), imaginas que tu intuición es un halcón. Imaginas que el animal de la mente empieza a reducirse, se hace muy pequeño, tanto que puede subirse a lomos del halcón, les pides a ambos que se hagan muy amigos y le dices al halcón que se vaya volando muy lejos del lugar en el que te encuentras, para descubrirle nuevos territorios al animal de la mente.

- Imagina que por encima de tu chakra 7, en la parte superior de tu cabeza, se está formando una espiral de luz azul índigo que penetra en tu cabeza inundando todo tu cuerpo armonizándolo, relajándolo completamente.- Imaginas que ese rayo azul envuelve todo tu cuerpo como si estuvieras en una burbuja de ese color.

Inducción

- En ese estado de profunda relajación en el que te encuentras, imaginas que te trasladas al Monte Saint Michel, te encuentras al pie de este Monte, imaginas que es todo hierba, sin construcciones, salvo un templo en la cima, dedicado al Arcángel Miguel.

- Imaginas que empiezas a escalar el Monte, lentamente y a cada paso que das, te vas desprendiendo poco a poco de todas tus vestiduras, joyas, calzado, todo lo que llevas encima. Te desprendes asimismo de una capa de energía gris compuesta de tensiones y preocupaciones de la vida diaria.

- Vas ascendiendo, subiendo, subiendo, tu cuerpo se queda completamente desnudo y cubres tu desnudez con un precioso manto blanco, tejido con hilos de luz. Alcanzas la cima del Monte, las puertas del templo se abren ante ti y te invitan a penetrar en él.

- Entras y te sitúas en una sala redonda con muchas ventanas por las que penetra el Sol a raudales. Las paredes y techos están cubiertos de amatistas incrustadas que despiden poderosos haces de luz de color violeta que penetran por tu cabeza, recorren todo tu cuerpo, impregnándolo de energía violeta transmutadora.

- Invocas la presencia de unos maestros que te van a ayudar en esta meditación. Invocas a Jesús el Cristo, a la Madre María, al Arcángel Miguel, al Arcángel Metatrón y a los 72 Ángeles de la Cábala.

Sinergia grupal

- (En caso de que la meditación se haga con un grupo) Imaginas que en el centro de la sala del Mont Saint Michel en la que te encuentras hay un inmenso diamante del tamaño de una cabeza humana. Imaginas que sacas un hilo dorado de tu corazón y lo enrollas alrededor del diamante, de esta forma unes tus energías a las de todas las personas del grupo.

Conexión

- Imaginas que por encima del diamante se forma una imagen holográfica, es la del ángel Hahasiah. Imaginas que te abraza con sus inmensas alas de luz, sientes que todas tus partículas se impregnan de esa energía tan dulce, es como si te envolviera una nube de algodón de azúcar de esas que venden en las ferias a los niños. Es la energía del amor en estado puro, en ese abrazo, que es como un regalo de Navidad, sólo piensas en cosas hermosas, se esfuman todas tus preocupaciones, te dejas mecer por la música celestial que estás oyendo.

- Desde ese estado de total relajación, de total disfrute para el alma, le pides al ángel Hahasiah que te lleve a percibir el momento de todas tus vidas (que puedes encontrar en el pasado o en el futuro) en que más y mejor has desplegado tu bondad, tu filantropía, tu amor hacia los demás, ese momento en el que has sabido ser alguien providencial para otras personas.

- En cuanto encuentres a ese personaje de tu pasado o de tu futuro, le preguntas qué hace, a qué se dedica, de qué manera despliega esa bondad, esa fuerza providencial que le habita. Y si ves gente en su entorno, les preguntas qué piensan de ese personaje. Le pides al personaje que te haga un regalo, que te permitirá recordar ese momento tan hermoso. Y si no ves clara su utilidad, la preguntas.

- Pides que los átomos sutiles de este personaje y toda la información de su código genético espiritual sean trasladados, como si fuera una transfusión, a tu genoma actual. Imaginas que te pones delante de ella, se forma entre vosotros como un puente de luz, como un Arco Iris, entre tu chakra 7 (coronilla) y el suyo y pides que te sea traspasada toda la información de su ADN sutil al tuyo. Sientes como va penetrando en tu ser esta nueva energía, penetra en el núcleo de cada uno de tus átomos, impregnándolos con esta nueva luz. Ahora sientes que te has transformado en esta persona. Ahora que estás en posesión de esa preciosa energía de puro amor, imaginas que coges un mapamundi y que lo abrazas muy fuerte, pensando en transmitir a la tierra todo ese amor y esa bondad que promueve la parte de tu ser llamada Hahasiah.

- Das las gracias a todos los seres de luz que te han ayudado en esta meditación. Cierras tus chacras, sales de aquella sala, del templo, bajas aquella montañita, a medida que vas bajando, te vas desprendiendo de la túnica de luz y recuperando tu ropa. Llegas abajo, a tierra firme, estás al pie del Mont Saint Michel, desde allí imaginas que creas unas raíces etéricas que parten desde tus pies hasta el centro de la Tierra, de esta manera te anclamos. Ahora te trasladas al lugar en el que estás realizando esta meditación, encontrándote profundamente bien.

Soleika Llop

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Soleika, he asistido esta tarde a la meditación que has dado en Aureas y quería explicarte lo que me ha ocurrido a la salida del túnel.
Cuando he salido de él, me he visto rodeada de luz y he tardado un rato hasta poder ver la escena donde se debía plasmar el momento del pasado o del futuro, que reflejara la bondad o mi bondad aplicada en alguna situación.
Yo no me he visto representada por ninguna persona o figura, era simplemento un elemento de la naturaleza, o un espíritu de ella, no sé, era aire, y ese aire provocaba olas en los campos de hierbas, y en las flores, formando dibujos. Ha aparecido una niña, antes de formarse el aire, correteando, y a la pregunta de que pensaba o que le parecía todo aquello, solo ha esbozado una sonrisa. Cuando he pedido un regalo, han sonado unas campanitas,
y el aire me ha hecho saber que cuando las vuelva a oir, recuerde lo que había sido en ese momento de mi vida. No sé ser que relación tiene todo esto con la bondad, quizás tú me lo puedas decir.
Un abrazo,
Pilar

Anónimo dijo...

Hola Soleika, yo no tengo la suerte de asistir a tus meditaciones en directo por causa de la distancia fisica...pero la he seguido lo mejor que puedo a través de este blog, poniendo la música de fondo de charlette church, y siguiendo todos los pasos que indicas...la figura de Hahasiah muy translucida con reflejos azules, me lleva encima de una montaña,donde de derecha a izquierda circula un ancho rio,de larva,el corazón del volcan esta magestuoso, radiante,con la mirada le pregunto, ¿que?,el me lleva,hasta la fuente misma coge una llama y me la pone en mi palma derecha,como sigo sin entender...me dice guardalo en tu corazón y desde alli, sabras que el padre cielo y la madre tierra estan presentes en ti,dandote toda la fuerza que necesitas,entonces mi figura parece masculina arrodillandose ante el angel.por un momento recuerdo a Abraan,solo en la montaña, cuando le fueron entregadas las tablas de la ley, y le digo tengo miedo a la soledad...el angel reponde..tienes la fuerza del cielo y de la tierra en ti .recuerdalo...y asi he vuelto de regreso al lugar donde estaba meditando...Me interesa mucho tu opinión como todo lo que escribes que no me canso de decirtelo...gracias desde el centro de mi corazón.Pilar H.

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