Meditación del Plenilunio de Abril

El día 28 de Abril 2010, a las 19:30 h, en que cae el plenilunio de Abril y en que se celebra el festival de Wesac realizaremos una meditación en el Centro Cielo –Tierra de Barcelona, calle Urgel 68, tel.: 93 454 34 92. Se ruega puntualidad para poder disfrutar plenamente de los beneficios de la meditación.

La Luna llena de este mes se produce el día 28.4.10 a las 12:20 am solar, dos horas más tarde hora local, a 8º07 de Escorpio. Los ángeles que rigen este grado son Cahetel 8 y Rehael 39.

En las Lunas Nuevas, es decir cuando Sol y Luna se juntan en un mismo grado y minuto del Zodíaco, cargamos las pilas con las propiedades del signo como si tomáramos una píldora. En el plenilunio, cuando Sol y Luna se oponen, la píldora se disuelve y sus propiedades se esparcen por nuestro interior dando vida a las partículas de aquel signo que ya existían en nosotros. En la Luna Nueva de Aries entra en nosotros un comprimido de luz que, al disolverse en el plenilunio, nos permite ver más claro en nuestras vidas, gracias a esa aportación anual, un día seremos todo luz e iluminaremos el panorama de las personas que se nos acerquen...

Es el gran misterio de la muerte de Cristo. Su luz se desparrama por el mundo en el plenilunio de Abril poniendo amor allí donde reinaba el desamor, perdón donde había enfrentamientos. Se realiza una gran limpieza.

La Luna llena refleja al Sol, y ayuda a pasar a la conciencia todo lo que está en el inconsciente, es un buen momento para comprender las cosas, para plantar objetivos conscientes porque la luz refleja el material inconsciente. Es cuando sale todo lo que está encerrado, por eso tiene mala fama el plenilunio. No es que las personas se vuelvan locas sino que cristalizan lo que hay en ellas. Pero esa fuerza se puede utilizar para crear, visualizar y auto explorarse. Es un momento de creatividad y abundancia. El acto de fecundación que tiene lugar en la Luna Nueva se ve reflejado en la Llena.

Durante todos los plenilunios, la corriente de energía que va del Sol a la Tierra está libre de obstáculos permitiendo una plena relación con el Sol, el corazón simbólico del sistema solar. El Sol es además la sede de la conciencia y representa nuestra voluntad y nuestra sabiduría. En el plenilunio, uno suelta sus instintos, aumenta la intensidad de los sentimientos, y hay a la vez una mayor espontaneidad.

El Festival de Wesac se celebra anualmente en el plenilunio de Tauro, momento, según dicen, en que se transmite a la Tierra la bendición de Dios por intermedio de Buda y de su hermano el Cristo. En ese día, numerosos grupos en el mundo celebran grandes rituales. Es –según dicen- el momento más sagrado del año, en el que la divinidad y la humanidad toman contacto y en el que los maestros ascendidos derraman sobre los hombres mucha luz y mucho amor de manera que éstos se vean estimulados espiritualmente para lograr una expansión de conciencia. Es como si, súbitamente, se abriera de par en par una puerta que en otros momentos cuesta más abrir.

Las dos religiones, que han tenido mayor impacto y han estimulado los cambios más profundos en la conciencia humana durante los últimos dos mil quinientos años, han sido el resultado de la vida y trabajo de Gautama Buda y de Cristo. Tanto el Budismo en sus diversas formas como el Cristianismo bajo sus diversas denominaciones se han extendido por el mundo y juntos reúnen un número de seguidores mayor que todas las demás religiones juntas. Por otro lado, este Festival señala el momento de máxima bendición espiritual en el mundo. Es una época de una llegada inusual de vida y de estimulación espiritual y sirve para vitalizar la aspiración de todos.
Reproduzco unas palabras que publiqué hace un tiempo a propósito de este Festival:

“Pienso que el Festival de Wesac –y otros de sus mismas características- fue concebido e inspirado por los maestros de luz como una ocasión para honrar al espíritu y elevar las miras. Seguramente los seres de luz pensaron lo siguiente: “A estos espíritus hechos carne que se olvidaron de su condición de espíritus, les vamos a instituir un día para que piensen en nosotros, para que se acerquen a su divinidad interior y la mimen un poco, así nos aseguramos de que al menos lo hagan una vez al año”. Esto pudo tener su validez en un momento dado pero ahora un número crítico de seres humanos ya ha comprendido que la divinidad no está fuera, sino en su interior, y que ésta les manda sus bendiciones, no una vez al año, sino varias veces cada microsegundo. Han comprendido que pueden expandir su conciencia a cada vez que respiran, en cada instante.

Han comprendido que el Cristo no es un señor que abre sus ventanillas en determinadas ocasiones del año para mandar su luz a un atajo de pecadores, sino que es una fuerza viva que mora en nuestra psique. Una fuerza que, en cuanto la despertamos y la activamos, nos capacita para hacer los mismos milagros que el Maestro y para transformarnos en Cristos. En cuanto alcanzamos este estado, todos los momentos del día, del mes y del año son igual de sagrados.

¿Quién se apunta a celebrar el Festival de Wesac al menos cinco minutos cada día? Conectando con el espíritu, por ejemplo a través de la plegaria o de la meditación. Luego progresivamente estos minutos se irán ampliando a medida que uno palpe los beneficios de esta conexión”.

Soleika Llop