Cómo conseguir el elixir de la eterna juventud

Los adeptos de Oriente, los rishis y los sabios de la antigua India conocían ciertos procesos fisiológicos todavía no descubiertos pro la ciencia oficial occidental. Según estos maestros, en el centro del pecho se sitúa un vórtice energético, el chakra Anahata (cuarto) o corazón místico, que como tal centro cardíaco, tiene la función de irradiar las energías de la conciencia a través del cuerpo físico, cuando ésta ha logrado cierto nivel de integración con el Yo Superior o ángel solar. Esta expresión vibracional es la irradiación del amor –la nota clave del alma-, las ondas energéticas de las que tanto habló el Maestro...

El centro cardíaco estimula energéticamente esa enigmática glándula endocrina que es el Timo que, situada debajo del esternón, está íntimamente relacionada con el corazón místico.

Según cuentan los fisiólogos, a partir del nacimiento y en la infancia, la glándula Timo es activa y creen que su misión está relacionada con la fabricación y génesis de los “linfocitos T”, importantes células del sistema inmunitario. Hacia la pubertad, el Timo se va atrofiando progresivamente. Entre los dieciocho y los veintiún años, prácticamente es mínima su actividad, llegando incluso a una degeneración grasa de sus tejidos.

Pues bien, según los sabios adeptos de Oriente, el Timo segrega una hormona, conocida científicamente como “timopoyetina”, que sirve de catalizadora a la hormona “somatotropina”, la del crecimiento, segregada por la hipófisis anterior. La somatotropina provoca el crecimiento y desarrollo de todos los tejidos del cuerpo capaces de crecer –incluso el óseo-, aumenta la síntesis de proteínas en todas las células del organismo, incrementando su volumen. Facilita también la mitosis y el desarrollo de un mayor número de células.

Otra cosa muy interesante es que la glándula Timo segrega otra importante hormona cuya función es la de imprimir un mantenimiento energético de todos los procesos químicos, enzimáticos y demás reacciones biológicas de las células corporales. En definitiva, esta secreción tímica es la hormona de la juventud y la longevidad pues provoca que los diminutos procesos vitales de la vida de la célula mantengan su nivel vibratorio y su ritmo metabólico. Impidiendo así la degeneración celular y el envejecimiento.

Los maestros espirituales de Oriente, igual que el Cristo o Buda, enseñan que cuando un hombre se va integrando psicológicamente y, por lo tanto, espiritualizando, su capacidad de amar se va incrementando. El amor, esa irradiación del alma y de la conciencia, es una energía de vida y de poder que, expresándose por el centro cardíaco, estimula vigorosamente la glándula Timo, impidiendo su atrofia y reactivando su funcionalidad, si ésta había menguado.

El resultado es sorprendente: el Timo segrega sus hormonas y todas las células y tejidos corporales experimentan una rápida regeneración y rejuvenecimiento, disminuyendo la decadencia orgánica de la edad y prolongando en gran medida la esperanza de vida y la longevidad. Además el Timo, de una forma más sutil y oculta, crea con su actividad un campo electromagnético, que como una energía catalizadora, se extiende por todo el cuerpo etérico y su aura vital, imprimiendo un mayor ritmo vibratorio y aumentando la vitalidad corporal y el ritmo metabólico celular.

Efectivamente, el Amor es la fuente de la eterna juventud y las hormonas del Timo constituyen el elixir de la larga vida. No nos extrañe pues que los adeptos puedan tener cuerpos de ciento cincuenta o doscientos años con la apariencia de uno de treinta. A través del amor se consigue la salud perfecta, el amor es la suprema energía de la curación, secreto del pasado y promesa del inmediato futuro.

Aitor Ondarrieta

Cada vez que, en el marco de un tratamiento -por ejemplo con esencias florales- o de una Terapia de Alquimia Genética, la persona empieza a despertar su sensibilidad y su capacidad de amar, está dando un paso hacia su rejuvenecimiento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Doy fe de ello, cuando descubrí que el amor es el camino, cuando comencé a aprender a amar sin discriminación alguna,incluyendo a todo aquello que es obra del "Gran Hacedor" comencé a ver los resultados mas maravillosos en mi vida,todo aquello comenzó a reflejarse en mi cuerpo, salud, belleza, juventud.. soy una persona de casi 60 años de edad.. pero tengo una apariencia de 30 años menos...

Anónimo dijo...

ME ENCANTARIA TENER MAS DATOS SOBRE ESTO, ES UN TEMA INTERESANTE.FELICITACIONES,POR HABLAR DESDE EL CORAZON.

POR FAVOR ESCRIBANME A natcas-sum@hotmail.com

Anónimo dijo...

no ay una pastilla mágica? X lo menos xr demorar un poco más el envejecimiento natural? Ahora cn la tecnología q hay no se sí se podrá lograr el frenar un poco el detereoro del cuerpo...

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