Más cosas hermosas sobre el perdón

He aquí unos pensamientos que adornan y perfuman las páginas de un libro delicioso y transmutador: "El que Viene" de Anne y Daniel Meurois Givaudan.

“Hay que llegar a un punto del corazón donde no haya necesidad de perdonar. La noción de perdón sólo tiene sentido si previamente se ha juzgado, condenado y maldecido. No significa nada para quien ha podido amar al ser más allá de su error. El perdón es una reparación de nuestra propia incapacidad para amar incondicionalmente, es una creación del ser humano separado de la fuente divina. Dios no perdona porque no juzga. La verdadera fuerza del alma no consiste en poder perdonar, estriba en la superación del ancestral reflejo de juzgar.

Cabe recordar, en ese sentido, las palabras de Kabaleb en su libro Los Dioses Internos, al hablar del ángel nº 9, Haziel, comenta lo siguiente: “Haziel es la fuerza que deposita en nuestra morada la misericordia, permitiéndonos ejercer el más alto de los atributos divinos. Si somos ricos en misericordia, seremos incapaces de sentir rencor por nuestros enemigos.

La actitud misericordiosa va más allá que el simple perdón, porque el perdón se refiere siempre a un hecho concreto, que hemos considerado y hemos decidido perdonar. En cambio, la misericordia es un impulso primordial que está ahí y que perdona, por así decirlo, incluso antes de que la ofensa se haya producido.

Es el perdón como sistema, como principio, sin tener demasiado en cuenta la ofensa en sí. Pero no hay que entender que misericordia sea cerrar los ojos ante una realidad desagradable dando patente de corso al otro para que siga equivocándose. Es virtud lleva una esencia que transforma a su beneficiario, inculcándole esa misma actitud ante la vida.”

1 comentario:

Unknown dijo...

Ahora y siempre ma parece muy oportuno este artículo sobre el perdón, pues es de las cosas, más dificiles de hacer y no solo nos perjudica a nosotros, sino a la otra persona. Felcitaciones

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