Cambio de autopista

En estos últimos días, varias personas que han hecho terapias o talleres de Alquimia Genética me han comentado lo siguiente: "Me siento raro/a, siento que ya no encajo con la gente que me rodea, ya no conecto con ellos, o ellos conmigo, y además experimento un cansancio que no es normal en mi." ...

"Antes me gustaba salir de marcha, ahora me apetece más estar en silencio, irme a un bosque o a la montaña. Antes sólo veía la parte superficial de las personas, ahora soy capaz de ver su fondo humano, percibo lo que sienten y piensan antes de que lo exterioricen. Y esto molesta a más de uno. Están cambiando mis gustos, mis amigos me preguntan qué me está pasando."

Mucha gente está experimentando sensaciones muy parecidas a nivel general debido al cambio de cableado que se está llevando a cabo. Nuestro ADN está siendo recompuesto, el bombardeo lumínico al que estamos siendo sometidos en la Tierra nos abre la percepción a nuevas bandas de frecuencia, es como si de repente cambiáramos de autopista.

En las personas que se someten a las terapias o talleres, este proceso se acelera considerablemente porque sus canales de percepción se ensanchan de forma notable y rápida.

Esta fue la contestación que di a una amiga que me planteó estas cuestiones, la comparto con los lectores porque pienso que puede ser de utilidad a más de uno.

"Te están recomponiendo el ADN a marchas forzadas, es como si tuvieras en tu interior una obra monumental con sus grúas, sus martillos hidráulicos, sus excavadoras, sus taladros industriales, sus paletas cantando a pleno pulmón canciones de Bisbal. Los jefes de obra vociferando a los paletas para que no se despisten, las cementeras yendo y viniendo para cimentar una nueva realidad etc.. y con todo esto dentro ¿pretendes estar estupendamente bien.

Dado que necesitas cierta paz interior para poder vivir plenamente el proceso de despertar de tu ser crístico, es lógico que las personas de tu entorno se molesten porque notarán que no les concedes la misma atención que antes. Y como no hay evolución sin selección, tendrás que renunciar a algunas compañías que ya no te llenarán.

Todo proceso de despertar incluye una etapa de soledad obligatoria, en la que has de aprender a notar otro tipo de compañías, como las de tu personalidad angélica, la de tu multiverso particular, la de tu Yo Superior.

Durante esta etapa, te será de gran ayuda recurrir a la oración y a la meditación. Y estar en contacto con la naturaleza.

Al elevar tu vibración, estás cambiando de autopista, las personas que transitan en la antigua vía ya no te perciben como perteneciente a su grupo vibratorio y eso les incordia, y más aún si no saben definir lo que te está pasando. Si te encuentras mal es porque hay en ti ciertas resistencias.

Tienes que definirte, lo que no puedes hacer es subir a un transbordador espacial en dirección a la Luna y esperar encontrarte allí a todos los personajes que forman parte de tu cotidianeidad.

O, dicho de otro modo, si te matriculas en Hogwarts (la escuela de magia de Harry Potter), no puedes pretender encontrar allí a todos los "muggles" (los normales) de tu antiguo terruño.

Es otro panorama el que se te abre, con otras posibilidades, que son inmensas. Si dudas, retrasas el proceso y esto aumentará tu malestar. Si has estado enferma es porque una parte de tu psique está enganchada al barrio de siempre, a las viejas costumbres, a lo conocido, a lo que te da seguridad.

Has de vencer estas resistencias y pensar que los personajes que vas a encontrar en tu nueva autopista serán mucho más apasionantes que los de la antigua carretera comarcal. Pero antes de encontrarlos, tienes que dejar que se complete el proceso de reconstrucción porque de lo contrario, sería como querer invitar a un amigo a tomar el té o a dormir en un andamio. La fe y la paciencia serán tus principales aliadas durante este proceso."

Y lo más importante para superar el cambio y no perecer en el intento es encomendarse y rezarle mucho al ángel nº 73: Cachondiel. Es un remedio que utilizo a diario y doy fe de que funciona.