Sonidos Alquímicos


Testimonio nº 1: En cuanto escuché las primeras notas de mi llave tonal, me vi flotando en el espacio, y acto seguido comencé a viajar con bastante velocidad. Llegué a un punto en que el universo se acabó y me pararon en seco. Observé y vi una pared negra delante de mí, no podía continuar. Miré más detenidamente a mi alrededor y todo era negro, no había estrellas ni se oía nada. Pensé ¿estoy en la nada?

Y al segundo se abrió a mi izquierda un agujero por el que vi salir pequeñas figuras geométricas que me recordaron a los sólidos platónicos, iban a bastante velocidad, como si se dirigiesen a algún sitio. Me asomé al agujero y vi muchos colores e incluso creo que un Árbol de la Cábala.



Me dispuse a seguir a esas figuras geométricas y de repente vi un gran dragón flotando en el espacio. Me quedé alucinada, esto no puede ser, ¿qué hace aquí un dragón?. Pero sí, era, seguí viajando hasta que estuve a su lado. Era un ser enorme y me miraba fijamente, él también me veía. Desprendía un poder inmenso, lo sentí en todos los poros de mi piel, daban ganas de hacerle una reverencia. No sé explicar en palabras lo que sentí pero desde luego su poder era grandioso y no daba miedo, imponía admiración y respeto. Miré su cara, sus ojos, y me llegó una oleada de amor y ternura inmensa. Su poder no anulaba esa parte...

Abrió la boca y me metí dentro de él a fisgonear. Vi fuego y muchas cosas más pero no las recuerdo, pasaban muy rápidas. Salí del cuerpo del dragón y me vi como una mujer azul, pelo negro, muy alta. Relaciono esta imagen con Sirio. Vi otras imágenes no terrestres de seres más translúcidos pero no identifico los lugares.

Ya de vuelta a la Tierra, numerosas imágenes comenzaron a pasar por mi mente, como si viera muchas de mis vidas... sólo recuerdo a un sacerdote egipcio adorador de Ra, a una sacerdotisa adoradora de Isis y una mujer en la Revolución Francesa. Pensé, por qué estoy viendo estas vidas? ¿Puede ser que la llave tonal rescate a nuestros otros yoes del Universo y de la Tierra y los incorpore a nuestra alma en este momento presente?

Testimonio nº 2: En cuanto empecé a escuchar las primeras notas, sentí como si mis células se relajaran profundamente, como si fueran a tocar tierra. Luego hubo un momento en que la música penetró más a fondo, escuché un sonido metálico y luego subió y salió por mi chakra corona. La sensación es que me estaba equilibrando las dos polaridades, pero predominando el cerebro derecho. Noto equilibrio en los dos lados de mi cuerpo pero sin  perder de vista el centro.

He visto cómo se deshacían nudos dentro de mi. Inmediatamente han aparecido dos imágenes que para mi son metáforas de mis temores más profundos. Primero me vi encerrada en una prisión pero luego vi como se levantaban los barrotes para permitirme salir. Luego vi un lobo muy grande que luego se hizo pequeñito y salió una imagen de mi padre y sentí que me estaba identificando con su forma de ser (muy pesimista y cerrado) mientras tanto me iba repitiendo a mi misma: “Tú no eres él, tú no eres él”.

Sentí ganas de llorar, habitualmente soy incapaz de hacerlo, y eso me libera mucho. Me vino también la imagen de estar caminando por un desierto, lo cual para mi representa hasta qué punto soy capaz de crearme problemas inexistentes. Luego escuché de nuevo la música e imaginé que la alegría de vivir y las ganas de disfrutar se instalaban en mi interior y una gran paz invadió todo mi cuerpo.

Testimonio nº 3: Mi primera sensación ha sido como si mi alma se desfragmentara en muchas almas que recorren el universo, una sensación de entrega al absoluto, lo cual  impregnó cada una de mis celulitas de auténtica paz.

Testimonio nº 4: Al escuchar mi llave tonal, me veo como saliendo de una crisálida, como oteando el ambiente para ver si vale la pena salir o no. Luego siento la dulzura de mi equipo angélico que me empuja a arrancar, me siento protegido y ayudado. Y pienso: “Dios mío, van a entender mi sensibilidad y el mensaje que he de dar?” Siento la presencia de mi multiverso, de todos mis yoes diciéndome: “No estás solo”.

Ellos me acompañan en el momento en que aterrizo en la Tierra por primera vez y me dicen: “No te preocupes, te vas a encontrar con muchos colegas de esta dimensión, os reconoceréis en seguida”. Noto que una parte de mi ser duda de si bajar o no, me enseñan diamantes y joyas de la naturaleza, cascadas y lugares paradisíacos, como para convencerme de que la Tierra es un lugar hermoso.

Con mi llave tonal, conecto con mi equipo de base, mi Yo primigenio, es azul, conecto con mi poder, con mi alegría y mis ganas de vivir. Mi Yo azul (se parece mucho al avatar de la película) me dice: “Estoy aquí para esto”.

Testimonio nº 5: Al escuchar mi música, tuve una sensación de quemazón, como si me quitaran la piel a tiras, luego sentí como si yo fuera un cubo de Rubic que va cambiando, luego salió como un enfado o crispación, algo que salió a la superficie de lo que yo no era consciente. Me dormí y me desperté con una sensación de alegría total y de estar recogiendo algo que tenía pendiente, y una sensación muy potente de restructuración y transformación.

Estos son cinco testimonios de personas que han escuchado su llave tonal, una creación tribanda: Edgar Tarrés (el músico que ejecuta y crea le melodía), Carlos Schabbath y yo. Para crear la llave tonal, se requiere la carta astral de la persona interesada ya que cada nota está adscrita a uno de sus planetas de nacimiento.

Basándose en las notas de cada carta astral, y utilizando los protocolos de la Alquimia Genética, Edgar Tarrés conecta con el Yo Superior de la persona y le solicita un mensaje personal para ella. Le pide asimismo que le inspire la melodía adecuada para lo que esa persona está necesitando. Los resultados son realmente sorprendentes, porque se trata de una música hecha con alma y que conecta directamente con el alma.

La Llave Tonal está elaborada con la intención de conectar a la persona con su multiverso y con su esencia, o Yo primigenio. La  vibración de la Llave Tonal no nos llega tal y como estamos acostumbrados a escuchar música, lo hace de una forma imperceptible para el oído humano, sin embargo, es percibida por nuestro cuerpo, la vibración pasa a través de nuestros doce chakras.

A través de nuestro recorrido humano, los chakras  pierden su equilibrio natural, pierden su armonía, lo cual propicia todo tipo de disfunciones. La Llave Tonal permite reequilibrar estos doce puntos ya que contiene la vibración de base de la persona; es una creación que no está pensada para gustar, sino para invitar al recogimiento, a la sanación, a la visualización y al reencuentro con uno mismo. Es un puente hacia la parte más profunda de cada ser, un camino hacia la divinidad interior y el equilibrio de la esencia masculina con la femenina.

Para más información, consultar la web de Edgar Tarrés:
 www.sonidoalquimico.com

Soleika Llop












No hay comentarios:

Entradas populares