La verdadera esencia de la política


Toda una vida dedicada al estudio,  a la política y a la docencia, esa ha sido la existencia de Cecilia, una mujer fuerte y carismática. Y en cuanto se jubiló su cuerpo empezó a crear todo tipo de molestias y pequeñas patologías, que no revisten mucha gravedad en sí pero que le dificultan bastante los movimientos y le tienen comida la moral. La palabra política viene del griego polites, que significa ciudadano. La política es por lo tanto el arte de la ciudadanía, es decir, de la convivencia.

Los guías le dicen que para poder enseñar algo por fuera es preciso vivirlo primero por dentro. Todo ello tal vez nos permita entender lo que está ocurriendo en estos últimos tiempos con los políticos en general. Convivencia es sinónimo de unión y concordia. Por consiguiente, quienes promuevan, desde el zócalo de sus cargos, posturas contrarias a la verdadera esencia de la política, pretendiendo transmitir por fuera algo que no han asumido desde su interior, tarde o temprano acaban en la picota. Uno no puede dar lo que no tiene. Últimamente hemos tenido de ello ilustres ejemplos en nuestro país.


Hemos extrapolado un poco, éste no es el caso de Cecilia, sin embargo sus vivencias nos han llevado a plantear esta reflexión. Le sugieren que aprenda a convivir y a unificar la comunidad cooperativa de ciudadanos celulares, de manera que una parte de su ser no piense en destruir lo que otra parte está construyendo. En coaching, lo denominan estrategia  de auto sabotaje.

Unificar es lograr que todos estos “ciudadanos” sigan las directrices de una voluntad única, la del Yo cuántico o Yo esencial. Cuando uno alcanza ese estado de concordia interior, no se siente llamado a defender por fuera los “ismos”. Y es cuando puede ser fiel al auténtico ideal político, mereciendo el respeto y la admiración de la ciudadanía. Quienes defienden posturas contrarias a la unidad no merecen la denominación de políticos, sino de simples voceros de sus intereses personales.
Volviendo a Cecilia, en el marco de una sesión de Alquimia Genética, le sugerí que se trasladara mentalmente al subsuelo que hay debajo de la Gran Pirámide, ese fue nuestro diálogo:

- Dime qué ves en este lugar
- Veo una sala muy grande, en el centro hay una mesa en la que están reunidos los doce Jefes de las capas de mi ADN sutil, me felicitan por haber llegado hasta allí. (Cecilia se emocionó mucho)
- Pídeles que te hablen de la verdadera esencia de la política
- Dicen que no abandone mi misión, que es importante para mí y para mi entorno. Dicen que he de conocer primero mi interior para poder transmitir en el exterior los valores de la política, consistentes en la búsqueda de la convivencia, y que primero he de aprender a convivir con mi cuerpo y mi mundo celular para luego poder enseñarlo a los demás
- Ahora es cuando empieza tu verdadera misión, todo lo que has hecho hasta ahora ha sido como una preparación. Ahora te toca transmitir estas ideas. Pregunta a este Consejo cómo reaccionó tu mundo celular cuando le anunciaste tu jubilación
- No estaban en absoluto de acuerdo, dicen  que por esta razón me han salido tantos problemas de salud
- Pide una simulación de lo que podría ocurrir de aquí a 6 meses si empiezas a cumplir con tu misión y a conectar con tu consejo celular y tus guías de forma asidua, imagina que se proyectan delante de ti unas imágenes, como una proyección holográfica y dime qué ves
- Me veo perfecta, sin ningún padecimiento físico, puedo transmitir muchas cosas a mi familia y a otras personas, veo que mis familiares han superado una etapa complicada
- ¿A qué te dedicas?
- Estoy ayudando a mucha gente que pide consejo, transmito lo que he aprendido sobre mi propio proceso, aplicándolo a la política, a través de charlas, conferencias, acude muchísima gente, me veo rejuvenecida, no soy ni la sombra de lo que era.
Se trata de una onda de probabilidad de algo que podría suceder si Cecilia activa a menudo estas imágenes, si lo cree, lo crea.

Soleika Llop


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