Los hijos…nuestros espejos

No es la primera vez que se aborda el tema de los hijos desde estas páginas pero me gustaría incidir de nuevo en ello para contar la historia de María Isabel, porque intuyo que muchas personas se identificarán con ella. Reproduzco parte de nuestro diálogo

- Lo que ahora mismo más me está preocupando es la salud mental de mi hija Lucía, mantengo con ella una relación bastante tensa, tiene 25 años pero siento que desde que cumplió los 18, la perdí

- Cuéntame cómo es ella

- Lucía es muy perceptiva, hiper sensible, intuitiva, tiene dones de clarividencia, oye voces. Con 18 años se fue de casa, conoció a un chico y empezó a fumar porros, dejó los estudios. Mi marido y yo decidimos someterla a un tratamiento psiquiátrico, me dijeron los psiquiatras que tiene un 65% de incapacidad, ha estado ingresada en centros de salud mental varias veces pero ahora me estoy dando cuenta de que la hicieron pasar por loca sin estarlo. Probablemente se tratara de un despertar espiritual que no supimos entender ni su padre ni yo porque no estábamos preparados para ello.

- En tu carta astral tienes a Neptuno en la Casa V, esto sugiere un despertar espiritual a través de los hijos, de hecho no estarías contándome todo esto si no fuera por lo que estás padeciendo a través de tu hija

- Es cierto, ella está siendo mi despertador

- Esa clarividencia, esa intuición que ella empezó a desarrollar y que fue cortada de cuajo, quizás es la que tú misma podrías haber desarrollado, al no hacerlo, tu hija asumió el rol de hacértelo ver desde fuera, ha actuado como si fuera un fractal tuyo, una imagen que sale de tu psique y se encarna en tu realidad

- Lo sé, lo he pensado muchas veces

Entonces, en el marco de la sesión de Alquimia Genética, le sugerí que pidiera un holograma, algo así como una onda de probabilidad de lo que podría ocurrir con Lucía si ella, María Isabel, empezara a comprometerse con su crecimiento espiritual y a realizar unos trabajos alquímicos sobre si misma, su respuesta es de libro, sencilla pero contiene una carga de profundidad que a nadie dejará indiferente:

- En ese holograma veo a Lucía saludando al público, muy feliz, y bajándose de un escenario, como una actriz que hubiera declamado su papel y se fuera a su casa a descansar.

Esta visión supuso una importante catarsis para María Isabel, casi se podía percibir el estruendo de todas las piezas de su mecano desmontándose una tras otra y cayendo estrepitosamente sobre el suelo. El resultado más palpable es que el psiquiatra (sin tener idea de esta sesión de AG) decidió rebajarle la medicación a Lucía, algo está cambiando en su realidad.

Esta hermosa vivencia nos lleva a plantearnos de nuevo el papel de los hijos en la evolución de los padres, es ley de vida, todos estamos llamados a ser los espejos de nuestros padres, que a la vez también lo han sido para nosotros. Lo ideal es llegar a un punto en que tomemos conciencia de ello y les liberemos (a los hijos)  de este rol, para que puedan empezar a desarrollar sus propios potenciales con la menos carga posible en sus mochilas. Cuando los hijos nos muestran patrones de evasión (adicciones al juego, a sustancias peligrosas etc.) a menudo están representando nuestras propias huidas ante nuestra tarea esencial, la del contacto con el alma, con el centro de gravedad de nuestro ser. De tal palo…

Soleika Llop