Efemérides
- Mercurio se pone directo el día 10 de noviembre a las 22:13 hora local, las comunicaciones y transacciones comerciales volverán a fluir con más normalidad que en las últimas tres semanas.
- Se produce un eclipse total de Sol el día 3 a las 12:48 hora solar. Un eclipse es un encuentro íntimo entre el Sol
y la Luna, entre el Yo masculino y el femenino, entre la emisividad y la receptividad, entre la mente y el corazón. En ese contacto amoroso, la que está en posición dominante es la Luna, la cual hace alarde de sus técnicas de seducción, el Sol taladra a veces con sus rayos, nos puede achicharrar con su fuerza, la Luna en cambio le rodea, se insinúa, lo envuelve suavemente con sus caricias y al final el Sol claudica, acepta entregarse al baile lunar y disfrutar de él. Si sustituimos Sol por ego-mente y Luna por intuición-receptividad-sensibilidad, sabremos qué puede dar de sí este mes lunar, la voluntad de dominación, autoafirmación quedará eclipsada por la necesidad de sentir, de recibir, de disfrutar, de dejarse acariciar por la vida.
No es inusual que durante los eclipses traspasen el umbral muchas personas que están cansadas o enfermas, pero este traspaso también podría ser sutil, permitiendo que una parte de nuestro ser (la masculina/emisiva) se eclipse para que otra se manifieste (la femenina/receptiva). Es posible que se materialicen los resultados de la utilización que hemos hecho de la fuerza masculina. Si durante el período anterior al Eclipse se han entregado a la Tierra, y a las personas, amor y regalos, ésto es lo que recibiremos, y si lo que hemos aportado, desde nuestra masculinidad, es soberbia, codicia, odio, guerra, esto es lo que la vida nos aportará.
Por otro lado el Sol también representa la consciencia divina, el Yo nuclear, así que este eclipse nos brindará la oportunidad de “eclipsar” nuestro ego personal y ascenderlo, haciendo que se ponga al servicio del Yo esencial. Es decir, pasar de la mente personal a la mente universal. Quitarnos las gafas del “Yo” para ponernos las del “nosotros”. Dispondremos de energía necesaria para permitir que mueran en nosotros determinadas tendencias, relaciones o formas de actuar, dando paso al nacimiento de otras nuevas.
Las fuerzas activadas este mes son:
* La del ángel Sealiah 45, que rige por domicilio de 10 a 15º de Escorpio
* La del ángel Lelahel 6, que rige por rotación de 11 a 12º de Escorpio
Sealiah, su programa nos impulsa a:
- Activar la voluntad
- Sanar
- Levantar a los que han sido humillados
- Reanudar la marcha cuando uno se ha atascado
- Reavivar lo muerto, revitalizarse, rejuvenecer
- Potenciar lo noble y elevado que hay en uno mismo (seguro que el inventor del Viagra lo tenía en su lista de ángeles natales).
Aporta equilibrio emocional, un don para la sanación y facultades para practicar la magia divina. Trabaja con las energías de Thiphereth/Tiphereth, o sea Sol-Sol, es un doble Sol, de lo cual se desprende que el Sol, la voluntad, la intención, es el motor que permite reanudar la marcha cuando uno se ha atascado. La luz de Sealiah es la del gran Sol central, que se derrama hacia el interior produciendo una exaltación de la conciencia capaz de quemar todas las larvas que pudieran anidar en ella. Este ángel es además el patrón de los elementales, promueve por lo tanto la práctica de la magia.
Conviene pues utilizar esta lunación para activar todo lo que estaba aletargado en nosotros. Los “humillados” representan a esas partes de nuestra psique a las que no hemos hecho ningún caso, a las que hemos menospreciado o simplemente ignorado. En la mayoría de casos, es el Yo femenino, el Yo intuitivo, sensible, receptivo el que se ha visto relegado. En otras ocasiones es el niño interior o el Yo creativo, a cada uno le toca preguntarse qué parte de su ser ha sido apartada.
Este es un mes ideal para apuntarse a practicar el Sun Gazing de Ratan Manek o a la Heliosis de Daniel Lumera. Pero teniendo en cuenta aquel proverbio chino que he citado en más de una ocasión: “Cuando el sabio señala la Luna (en este caso podríamos decir, el Sol), el tonto mira el dedo”. Dicho de otra forma, no se trata de estar mirando al Sol de forma mecánica porque es la moda del momento sino de entender que el Sol simboliza la conciencia, la voluntad, la fuerza de arranque, la sabiduría, el reencuentro con el brillo personal. Así que en este mes lunar regido por Sealiah conviene que nos preguntemos cuál es nuestro punto de brillo personal, en qué podemos destacar.
Lelahel, su programa nos impulsa a:
- Sanar enfermedades a través de la medicina energética y de la luz
- Realizar obras de vanguardia, anticiparse
- Elevar la conciencia y ser un portador de soluciones felices
- Experimentar la prosperidad y la abundancia
- Conseguir la iluminación espiritual
Aporta cualidades para ser un mecenas, un filántropo, halagos y honores, celebridad y fortuna. Aporta asimismo la luz que nos permite entender todas las cosas. En su obra la Lengua Hebraica Restituida, el autor Fabre d´Olivet dice lo siguiente: “ Lo primero que creó Dios fue la luz, a la que podríamos definir como elementización inteligible, es decir que creó un elemento que permitiría entender, hacer comprensible, el caos inicial formado por la mezcla de materiales zodiacales (Fuego-Agua-Aire-Tierra). Definiéndose el caos como el estado incomprensible de una cosa cuando aún no existe, pero que sin embargo se encuentra en potencia de existir”.
La luz es por consiguiente lo que permite al Maestro constructor que todos tenemos dentro ordenar estos elementos, haciendo que el caos y la oscuridad se desvanezcan. Y la luz es creada por nuestra voluntad, es decir cuando movemos la intención, en un sentido u otro, aparece la luz que nos permitirá comprender aquello sobre lo cual la voluntad se ejerce. Si la enfocamos hacia la búsqueda de la trascendencia, esa luz iluminará la verdad; si la utilizamos para resolver un crucigrama, también conseguiremos ver la solución. (Kabaleb, Interpretación Esotérica del Génesis, Lección I).
Si mediante la luz entendemos las cosas, nuestra luz interiorizada permitirá a las demás personas entendernos también, y comprendernos es amarnos. Es nuestra claridad interna la que suscita el amor de las personas con las que nos cruzamos, de la misma forma que todo el mundo ama el diamante por su luz y está dispuesto a pagar por él precios muy elevados. Allí donde hay luz, hay amor. Y esa luz suscita el renombre, otra de las cualidades que aporta Lelahel. Asi que, acumulemos luz y no nos preocupemos por nuestro futuro porque ya seremos descubiertos y situados en el lugar que nos corresponde según nuestra jerarquía de valores internos. (Kabaleb, Dioses Internos).
Apuntes astrológicos
Sol y Luna forman dos hermosos trígonos con Júpiter y Neptuno, por lo tanto, es de suponer que en este mes se va a mover mucha luz y se iniciarán numerosos proyectos cuya base es la búsqueda de la luz. Los trígonos de Agua mueven además los mejores sentimientos, las emociones más hermosas, lo cual hace presagiar que viviremos a nivel general una especie de tregua pre navideña en la que el desánimo de los últimos meses se esfumará a favor de un entusiasmo, de unas ganas de reírse uno de la propia sombra, de percibir la comicidad que se esconde detrás de cada hecho. Recordemos que para los griegos, entusiasmarse es “tener un dios dentro de si”, es decir tomar conciencia de que uno es un Dios en potencia.
Pensemos en lo que esto implica. En estos últimos días, un abogado que esperaba poder realizar una importante transacción financiera me preguntó cuales eran mis augurios al respecto. Me estaba pidiendo que activara la tecla “gurú” de mi mando a distancia, y le contesté que lo que tenía que hacer era co-crear esa transacción, imaginando que ya estaba firmando el contrato, dando un apretón de manos al financiero, imaginando que ya tenía en sus manos el cheque, y pensando en la utilidad que iba a darle, enfocando en ellos todos sus pensamientos.
En eso consiste utilizar nuestro potencial divino, en mover la voluntad, la ecuación de decisión (como diría López Guerrero), la intención, y una vez hayamos marcado las directrices, ponemos el asunto en manos de nuestro Yo angélico, que se ocupará de la ejecución. Hasta que seamos capaces de manejar el control de los acontecimientos, desde los inicios hasta la última fase de la creación de un holograma cualquiera. Cuando alcancemos este punto ya no hará falta que pongamos nuestros asuntos en manos de nuestro Yo ángel porque nos habremos convertido en ángeles. Esas son las reflexiones que me ha sugerido Lelahel. Paso palabra.
En cuanto a los cuatro trígonos formados por Neptuno, es posible que hagan volar nuestra imaginación hacia las tierras de nunca jamás…de nunca jamás volvernos a alejar de nuestro Yo divino, de nuestro núcleo ígneo, de nuestro “teléfono… mi casa”, del hogar esencial en el que todos somos uno sin distinciones de ningún tipo. A buen entendedor…
Soleika Llop
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