Empujando las paredes…



Alicia vivía dominada por sus miedos, tantos que apenas si acertaba a definirlos. Cuando se introdujo en su mundo celular, el primer personaje que se le presentó fue un enano gruñón en actitud de pelea, vestido de negro. Le pregunté por qué estaba enfadado y ella me contestó:

- Está harto, le sale humo de la cabeza, se siente oprimido, necesita espacio, hace gestos con las manos, está empujando las paredes hacia fuera (las de mi cuerpo), él empuja hacia los laterales para tener espacio y cuando cree que lo ha conseguido, la masa vuelve a su lugar, no sabe qué hacer para mantener esa masa donde él la ha puesto, la masa vuelve siempre a su estado original.


- Dime un número del 1 al 12 para averiguar qué área está necesitando esta expansión

- El 3

La Capa 3 del ADN sutil está relacionada con la autoestima –Alicia la tenía a ras de suelo- y con la capacidad de expresar lo que uno piensa. Ella había asistido a muchos cursos pero a pesar de ello, no había logrado empujar esas paredes, no lograba expresar toda su riqueza interior y, en parte por ello, no se quería a sí misma. Y es que lo había intentado desde la periferia de su ser, no desde su centro de gravedad. Y por muchas elucubraciones y piruetas que realicemos, si no atravesamos la espesa costra del Yo aparente y periférico, es difícil alcanzar algún resultado satisfactorio. Conecté a Alicia con un médico del cielo y eso fue lo que me contó:

- El maestro pone sus manos en mi cabeza y de repente noto como si estuviera metida en una esfera de luz dorada, es como si se me formara una segunda piel con esa luz. Noto mucha presión en las sienes y en la frente, es como si algo tuviera que estallar ahí

- Permite que estalle

- Veo muchas estrellas doradas en mi frente en mi ojo veo una pirámide de cuarzo blanco que brilla

- Entra en esa pirámide y dime qué ves

- Veo una sala muy grande, blanca, está como a medio hacer, se detuvieron las obras porque se quedaron sin fondos, sólo hay unas molduras en el techo

- ¿Qué se iba a hacer en este lugar?

- Era como un gran salón de baile, de reunión, de alegría, algo para disfrutar con mucha gente

- Imagina que esa sala se acaba, que vienen músicos, traen mesas llenas de ricos manjares, se llena de gente que disfruta bailando y compartiendo el festín

- Me siento muy bien

- ¿Hay algo más que visitar en esa pirámide?

- Aparece la imagen de un corazón de cristal pero muy frío, luego se deforma y aparecen dos cataratas congeladas, me da miedo que pueda deshacerse ese miedo y que me pueda ahogar

- Pide a tu Cristo interior que toque esa agua con su mano derecha para calentarla

- El agua se resiste a cambiar de estado, aunque se vuelve muy azul, al final se resquebraja el hielo

El espacio psíquico destinado a la diversión y a la alegría se había quedado a medio construir por falta de fondos, es decir, porque Alicia no lo había activado con su energía/voluntad/intención. Por ello le sugerí, como acto de psicomagia sutil, que todos los días, durante unos minutos, visualizara ese salón de baile y lo fuera amueblando, llenándolo de confort y de los detalles necesarios para su máximo disfrute. Es una forma simbólica de activar esta parte de su psique, hasta lograr resultados concretos.

La imagen del corazón helado que ella teme descongelar para evitar que lo vuelvan a dañar, habla por sí sola. Teme ahogarse en esa agua del deshielo. No podemos temer nada que no hayamos experimentado con anterioridad. Por lo tanto, Alicia estaba manifestando que en su memoria celular existían escenas en las que, a raíz de algún disgusto sentimental (agua), se quedó sin aire (entendimiento, lógica, discernimiento, razón). No hacía falta rememorar aquellas escenas de su pasado remoto, solo que fuera consciente de que se pueden borrar, quedándose sólo con su esencia.

Alicia salió eufórica de la sesión de Alquimia Genética.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estupendo ejercicio.Y es verdad que en numerosas ocasiones, trabajamos desde la periferia, lo que supone un gran desgaste y pocos resultados. Mucho más agradecido y gratificante resulta conectar con nuestro núcleo y operar desde allí. Gracias Soleika, por enseñarnos cómo hacerlo. Un Gran Abrazo. María José

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