Desde la visión global…

Recibí hace poco un mail de una persona que lleva tiempo explorándose a través de la Alquimia Genética. Su experiencia puede aportar muchas respuestas a personas que estén pasando por el mismo trance, por ello he decidido compartirla. Entre paréntesis, mis comentarios. Esas fueron sus palabras:

“Estoy un poco preocupada porque a pesar de todo lo que llevo recorrido, de todo lo que he comprendido sobre la vida y sobre mí misma, noto que no acabo de despegar, así que hice una meditación y pedí a mis guías que me iluminaran. Lo primero que me dicen es que ya he dado el salto, sólo que estoy como cuando alguna persona al morir no se acaba de dar cuenta que ya pasó a otro estado y se queda apegada a lo que conoce (es que no es fácil vencer las disonancias cognitivas, es decir las resistencias de la mente a renunciar al statu quo) después pedí que me dieran una visión global para poder entender (es como pedir un escáner rápido de su actual situación).

Veo un amplio paisaje, al verlo desde muy arriba puedo percibirlo en conjunto y después hago zooms.En el territorio, la zona más extensa la conforma un lugar (zona 1) con mucha vegetación a lo largo de un río (ésta es la parte más relevante de su psique, un lugar muy rico en posibilidades), el resto son dos secciones más pequeñas. Una anegada (zona 2) y otra casi desértica (Zona 3. Lo positivo es que esas dos áreas psíquicas tienen poco protagonismo). Hago zoom en la zona 1, ahí está un pueblo activo. El lugar es muy bonito. En medio de la naturaleza hay grandes cúpulas de cristal (ahí mora su Yo cristalino y lemuriano, su transparencia, su pureza).

Penetro en una de ellas y veo que es un laboratorio y observatorio a un tiempo. Hay microscopios y también telescopios. Esta es la parte guay, después me voy a analizar el resto del territorio. Voy a la zona 2, está encharcada y llena de mosquitos y es molesto estar allí. Me dicen los guías que simboliza recursos que tengo a mi disposición pero carentes de voluntad, por eso se estanca (es decir que tiene un potencial que ella no está activando, por ello se crean parásitos). Pregunto que podré hacer si pongo mi voluntad en marcha.

Veo la zona convertida en un lago con nenúfares y un hermoso jardín, parece un cuadro de Monet (así de hermosa puede ser su realidad si se empeña en ello). También hay una plantación de arroz, menudas paellas que les voy a dar a mi pueblo celular. Me sugiere esta visión que he de trabajar en algo etéreo -el jardín artístico- y algo más terrenal -el arroz- (esto también sugiere alimentar a la vez los cuerpos superiores y el físico).

Después voy a la parcela desértica (zona 3), que está cruzada por una acequia. Es un paisaje un tanto espectral y también quienes están allí, me recuerdan a mis abuelos maternos (ahí se detectan patrones antiguos) y me produce ternura (o sea que encima le gustan). Hay algunas mujeres lavando en un lavadero con el agua de la acequia (eso sugiere mucho esfuerzo, métodos antiguos para limpiarse, o para “limpiar” karma). Lavan prendas que están limpias y están tan desgastadas que son prácticamente inexistentes.

Les pregunto por qué siguen lavando si ya no es necesario y me dicen que no saben hacer otra cosa, porque lo hicieron mucho tiempo (esa área necesita una descodificación). Los hombres (su voluntad) trabajan en el mantenimiento de una casa (de unas estructuras psíquicas), también espectral, que casi no se tiene en pie. Están todos muy cansados. Les invito a que descansen y les llevo a la zona de vegetación para que se repongan. Pregunto a los maestros y me dicen que es una parte de mí que se ha quedado enganchada a limpiar karma, porque tocaba hacerlo en su tiempo pero que ya eso pasó y no me he dado cuenta.

Después de esto me va quedando la cosa más clara. Pregunto en qué sector se encontraba este pueblo y me dicen en la Capa 4, la que tiene que ver con mi corazón, mi capacidad de empatizar, perdonar, amar y con la familia”.

1 comentario:

Sibila dijo...

Es de los ejercicios más complicados de interpretar que he visto hasta el presente. A su vez, no deja de ser fascinante, posiblemente por el contenido simbólico del mismo.
Lo único que consigo sacar en claro -después de haberlo leído cuatro veces- es el hecho de que tantos escenarios, pueden entenderse o ayudarnos a percibir todo el relato desde una perspectiva multidimensional.
Paradójicamente, sorprende el planteamiento inicial de que la persona no acaba de despegar: lo mismo me pasa a mí y sigo buscando e intentando hacer bien aquello que sé hacer bien, entre otras cosas.
Muchas gracias, Solëika.

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