Meditación despedida del año 2011

Mis amigos del Centro New Energy de Barcelona me pidieron que despidiera el año con una meditación el pasado día 28, la comparto por si alguna persona quiere realizarla. Antes de empezar, conviene escribir en un papelito aquello que más nos gustaría conseguir en el 2012, lo que les pediríamos a los Magos de Oriente.


Relajación

- Sitúate cómodamente, sin cruzar las piernas, deja que tu cuerpo se distienda, elige la postura que te sea más agradable y cómoda. Fíjate que tu ropa esté suelta, sin sujeciones. Cierra los ojos

 Realiza tres respiraciones lentas y profundas, entrando el aire por la nariz y exhalando por la boca, llenando primero de aire tu abdomen y luego el tórax.

 Con una última respiración profunda, le das la orden a tu mente de rebajar la actividad eléctrica de sus ondas a 4 ciclos por segundo, de esta forma entrarás en un estado de profunda relajación.

 Imaginas que tu mente es un animal, el primero que te venga, y que ese animal está a tu lado. Lo acaricias con suavidad e imaginas que se va reduciendo hasta hacerse muy pequeñito.

 Imaginas que tu intuición es un halcón y que el animal que representa a la mente se sube a su lomo y que ambos se van volando muy lejos. Imaginas que el animal que representa a tu mente se pone muy contento porque el halcón se lo lleva a descubrir nuevos territorios.

 Ahora imagina que por encima de tu chakra 7, en la parte superior de tu cabeza, se está formando una espiral de luz azul índigo (oscuro). Observas que por encima de tu cabeza, se abre este chakra 7, tiene la forma de un gran embudo por el que penetra la luz azul de la espiral.

 Ese rayo azul inunda todo tu cuerpo armonizándolo, relajándolo completamente, aliviando todos tus centros energéticos.

Inducción

 En ese estado de profunda relajación en el que te encuentras, imaginas que te trasladas al Monte Saint Michel, te encuentras al pie de este Monte, imaginas que está yermo, es todo hierba, sin construcciones, salvo un templo en la cima, dedicado al Arcángel Miguel.

 Imaginas que empiezas a escalar el Monte, lentamente y a cada paso que das, te vas desprendiendo poco a poco de todas tus vestiduras, joyas, calzado, todo lo que llevas encima. Te desprendes asimismo de una capa de energía gris compuesta de tensiones y preocupaciones de la vida diaria.

 Vas ascendiendo, subiendo, subiendo, tu cuerpo se queda completamente desnudo y cubres tu desnudez con un precioso manto blanco, tejido con hilos de luz. Alcanzas la cima del Monte, las puertas del templo se abren ante ti y te invitan a penetrar en él. Entras y te sitúas en una sala redonda con muchas ventanas por las que penetra el Sol a raudales. Las paredes y techos están cubiertos de amatistas incrustadas que despiden poderosos haces de luz de color violeta que penetran por tu cabeza, recorren todo tu cuerpo, impregnándolo de energía transmutadora.

 Creas una pirámide de luz e invocas a Jesús el Cristo, la Madre María, el Arcángel Miguel, el Arcángel Metatrón, y a los 72 ángeles de la Cábala. Les dices lo siguiente: “Os pido a todos que me asistáis en esta meditación y que hagáis llegar a mi conciencia solamente las imágenes que yo esté preparado/a para asimilar y que me sean útiles para comprender mi actual proceso”.


Sinergia grupal

 Imaginas que en medio de la sala en la que nos encontramos hay un enorme diamante del tamaño de una cabeza humana, te ligas a él a través de un hilo dorado que sale de tu corazón.


Conexión

 Imaginamos que nos encontramos delante de una montaña muy alta de la que sale una gran cascada, nos situamos debajo de esa cascada imaginando que el agua penetra en nuestra cabeza por el chakra corona y riega todo nuestro cuerpo, drenando todas sus impurezas.

 Creamos con la imaginación un escenario navideño con velas, luces, un gran árbol iluminado, casitas adornadas, y llamamos a una delegación de nuestro pueblo celular, imaginando que vienen todos vestidos de gala, les transmitimos el siguiente mensaje: “Os he reunido en este lugar para que os impregnéis del espíritu navideño y para desearos que el 2012 os aporte lo mejor de su cosecha, la flor y nata de su esencia. Personalmente cuidaré de que así sea. Que sepáis que os amo, que sé de vuestra existencia, y que a partir de ahora os voy a tener mucho más en cuenta.”

 Observamos los efectos que nuestro discurso ha producido en todos los personajes que han aparecido.

 Imaginamos que nos trasladamos, junto con el arcángel Miguel, al Himalaya, al pico más alto, que es el Monte Everest. Allí hay una pequeña planicie, y una grieta en el suelo, nos introducimos por ella, junto con el arcángel y nos deslizamos en sus brazos de luz por un túnel muy deprisa hacia el interior de la montaña y luego hacia el núcleo de la Tierra. Al final aterrizamos en una cueva que está totalmente cubierta de Shungit (un mineral de color negro), techo y paredes, y nos impregnamos de esa poderosa energía que limpia y regenera nuestro cuerpo sutil. Dejamos que penetre en nuestros espacios intermoleculares y en el núcleo de cada célula.

 En esta cueva hay una portezuela, la abrimos, y penetramos en otra cueva colindante, pero de diamantes, totalmente cubierta, techos y paredes de poderosos diamantes que despiden fuertes destellos. Dejamos que nuestro cuerpo se impregne de esta vibración, dejamos que penetre en el núcleo de todas nuestras células y tomamos nota de nuestras sensaciones.

 En la cueva de diamantes hay otra puerta, la abrimos, y nos descubre una playa, llamamos a los 12 delfines sanadores. Imaginamos que aparecen los delfines y que emiten un sonido, nos introducimos un poco en el mar, de manera que los 12 delfines forman un círculo a nuestro alrededor. Sentimos los beneficios de esos sonidos sanadores.

 Pedimos a uno de ellos que se acerque a nosotros y nos subimos a su lomo, le pedimos que nos lleve al lugar en el que yace, esperando nuestra visita, el niño divino, esa parte de nuestro ser que es puro amor, pura inocencia. Una vez lo encontramos, dialogamos con él, le preguntamos qué mensaje tiene para nosotros. Si tenemos algún problema en este momento, le pedimos que nos dé un buen consejo para solucionarlo.

 Imaginamos que todos los personajes que hemos visto al principio, es decir los representantes de nuestro pueblo celular, acuden a ese lugar para adorar a ese niño divino que ha nacido en nosotros. Observamos sus reacciones.

 Imaginamos que llegan los tres Reyes Magos para darle la bienvenida y que les entregamos nuestra carta, con las peticiones que hemos formulado al principio.

 Co-creamos que conseguimos aquello que hemos deseado, y que, como consecuencia, nos invade una potente ola de felicidad, de bienestar, de optimismo. Esa energía se manifiesta en nosotros bajo la forma de un halo de luz que se desprende de nuestro cuerpo, como si fueran millones de diminutas estrellas, que iremos repartiendo entre todas las personas que vayamos encontrando en nuestro camino.

 Damos las gracias a todos los seres de luz que nos han asistido, cerramos nuestros chacras, reabsorbemos el hilo dorado que estaba enrollado alrededor del diamante, salimos de aquella sala, del templo, bajamos aquella montañita, desprendiéndonos de la túnica de luz y recuperando nuestra ropa. Llegamos a tierra firme, al pie del Mont Saint Michel, desde allí creamos unas raíces etéricas que parten desde nuestros pies hasta el centro de la Tierra, para anclarnos. Y volvemos al lugar en el que estamos realizando esta meditación, encontrándonos profundamente bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias. Preciosa meditación. Felicísimo año para ti y los tuyos :-) Un abrazo. Marina.

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