Despertar crístico y elixir de vida

Éste es otro ejercicio de Alquimia Genética, realizado por una terapeuta, con una temática muy semejante a la del último ejercicio que publiqué: el despertar crístico. Lo curioso es que también ha sido realizado en fechas navideñas.

“Escenario 1: las pirámides de Egipto, rodeadas de desierto. Hay mucha gente, con túnicas largas, sobre camellos y andando, a los pies de la gran pirámide. Túnicas blancas, o beige, piel oscura, bronceada, turbantes en la cabeza, algún turbante rojo, que destaca, veo gente mayor. Mujeres y hombres, ningún niño. Llamo a los delfines sanadores, noto que mis células se ponen muy contentas con el sonido que emiten.

- Trabaja con nosotros –me dicen los delfines-

- ¿Cómo?

- Puedes visualizar a tus pacientes y pasar tu mirada sanadora por su cuerpo, de arriba abajo, visualizando energía violeta transmutadora sobre la parte de su cuerpo que les moleste.

El lugar es una cúpula de cristal, hay una camilla, veo a un paciente tumbado, y yo observo. Neptuno me dice que puedo sanar el mar (es decir, el mundo emocional) sin tener que ir al mar físicamente, lo puedo hacer con un globo terráqueo (que en este caso representaría el mapa completo de su realidad, independientemente de que se pueda aplicar a la Tierra) visualizando los lugares de agua. Me dicen que una de mis herramientas para la sanación es la visión, porque de mis ojos salen unos rayos sanadores de color verde esmeralda.

Neptuno me lleva a visitar una cueva llena de corales y peces, es muy hermoso, hay muchos colores. No puedo ponerme de pie, tengo que nadar (es decir, introducirse en su mundo emocional, mover su sensibilidad, su capacidad de amar). Es muy bonito, hay estrellas de mar, esponjas, corales, almejas, caracolas, muchos animales crustáceos, y de especies artrópodos, no hay nada agresivo. (Su mundo emocional posee una gran riqueza de matices). Los peces pasan a mi lado, no se asustan. Neptuno me ha llevado ahí porque tengo que proteger esas especies (eso significa proteger lo más hermoso que hay en sus emociones).

Al final de mi cueva hay luz, aparece una sala dorada dentro de la cueva, no hay animales, estoy con la guía, que es María. Hay una especie de urna o sarcófago, me acerco, y veo a Jesús dentro, como dormido (es su Yo crístico que estaba hibernando). Toco su rostro, y se despierta, se incorpora, su madre y él se abrazan, y luego me abrazan a mi formando un trío.

Jesús me ofrece una copa, yo bebo. Ese líquido me dará conciencia crística. Me miran con amor, todos los que estaban en el desierto descubren sus cabezas, en señal de respeto por el lugar y los personajes que ahí se encuentran. Todos beben y sus caras son muy alegres, beben elixir de vida, todos se sienten merecedores de la bebida, la agradecen.

Jesús y María mueven su cabeza diciendo: de nada. Me dicen que trabajan en la Capa 12.4. (capacidad de amar a la familia, entre otras cosas, o de disolver el ego personal para abrir el corazón).

Me dan un mensaje: evitar la soledad, cooperar, dejar el individualismo, y trabajar con y por los demás, que no me encierre, que salga, que conecte con otros. María piensa que me he de abrir al amor (hacia su mundo celular pero también fuera de él).

Vuelvo al escenario 1, ahora los personajes de mi pueblo están todos sentados en la cueva, saciados, satisfechos, relajados, observando a los maestros.”

1 comentario:

Sibila. dijo...

Hermoso y curioso ejercicio, que, como el anterior, canta a un re-nacimiento, a una resurrección del ser interno, a un nuevo despertar.
Parece que al principio se propone algo así como una visión crística ante la sugerencia de las técnicas de visualización con la luz ultravioleta.
A su vez, hay reminiscencias culturales de una memoria colectiva (las pirámides de Egipto), solo que enfocada a una memoria holográfica a la que se accede a través de la TAG.
De modo paralelo, de alguna manera, se le pide a la persona que ha hecho la práctica, que, salga de la gran pirámide (lo regio, la realeza, lo individual, el sarcófago "real"...y que recuerda al poder de los faraones en el imperio antiguo) y sea capaz de transmitirlo al pueblo, a los demás, a la clase media (y que así sucedió en la realidad con el advenimiento del imperio medio, casi 1.000 años después -si bien recuerdo-).
Se infiere que este terapeuta disponga muy probablemente de una gran capacidad de transmitir y de comunicar, motivo por el que su alma le pide que abra y extienda su saber hacia la colectividad.
Difícil ejercicio, Solëika.
Es susceptible todavía de otros dignos comentarios pero bueno, de momento ahí va eso.
Muchas gracias.

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