El Buda de barro

Mi hermana Milena me ha mandado esta preciosa historia, que ilustra un proceso que todos los seres humanos viven en un momento u otro de su existencia. Algunos consiguen sacudirse el barro que llevan encima, otros no, sin embargo todos, absolutamente todos sin excepción guardan en su interior un hermoso tesoro. Y ese tesoro es la posibilidad de poder acceder a las bibliotecas del saber, a los archivos en los que mora la sabiduría eterna.

A menudo, tal y como lo indica la historia del Buda, ese acceso se descubre a raíz de un accidente, de un duelo, de una enfermedad o de una experiencia traumática. Se descubre cuando nuestra estructura egoica empieza a agrietarse y a hacer aguas por doquier. Los “bandidos” a los que se refiere el texto son esas tendencias de la psique que frenan la llegada de la luz y de la nueva conciencia...

Son los “Herodes” que pretenden aniquilar el nacimiento del Yo Crístico, ahora mismo están muy revueltas porque se les está acabando el carburante energético. Estamos todos inmersos en un gigantesco proceso alquímico, en vías de redescubrir nuestro oro.

"La estatua del Buda de barro alcanzaba casi tres metros de altura. Durante generaciones había sido considerada sagrada por los habitantes del lugar. Un día, debido al crecimiento de la ciudad, decidieron trasladarla a un sitio más apropiado. Esta delicada tarea le fue encomendada a un reconocido monje, quien, después de planificar detenidamente, comenzó su misión. Fue tan mala su fortuna que, al mover la estatua, ésta se deslizó y cayó, agrietándose en varias partes. Compungidos, el monje y su equipo decidieron pasar la noche meditando sobre las alternativas. Fueron unas horas largas, oscuras y lluviosas.

El monje, en vez de desesperarse, se enfocó en encontrar una salida. De repente, al observar la escultura resquebrajada, cayó en cuenta que la luz de su vela se reflejaba a través de las grietas de la estatua. Pensó que eran las gotas de lluvia. Se acercó a la grieta y observó que detrás del barro había algo, pero no estaba seguro qué. Lo consultó con sus colegas y decidió tomar un riesgo que parecía una locura: Pidió un martillo y comenzó a romper el barro, descubriendo que debajo se escondía

Continúa con la historia del Buda

Un Buda de oro sólido de casi tres metros de altura. Durante siglos este hermoso tesoro había sido cubierto por el ordinario barro. Los historiadores hallaron pruebas que demostraban que, en una época, el pueblo iba a ser atacado por bandidos. Los pobladores, para proteger su tesoro, lo cubrieron con barro para que pareciera común y ordinario. El pueblo fue atacado y saqueado, pero el Buda fue ignorado por los bandidos. Después, los sobrevivientes pensaron que era mejor seguir ocultándolo detrás del barro. Con el tiempo, la gente comenzó a pensar que el Buda de Oro era una leyenda o un invento de los viejos. Hasta que, finalmente, todos olvidaron el verdadero tesoro porque pensaron que algo tan hermoso no podía ser cierto."

Hoy

En la ciudad de Bangkok, en Tailandia, en un pequeño templo budista muy visitado por los turistas, allí se encuentra un buda de oro macizo, de 10 pies y medio de altura, que pesa 2 toneladas y media, y que tiene un valor de 196 millones de dólares. Y en una vitrina cerca se encuentra un pedazo de arcilla de 12 pulgadas de ancho.”
Suele pasar que nos ven de barro o nosotros vemos el barro en los demás. Sin embargo, si observamos más profundamente descubriremos el brillo dorado en cada uno de ellos y en nosotros mismos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y otros consiguen poco a poco desprenderse de ese barro o lodo o capa de inconsciente colectivo (Carl Jung) o condicionamiento cultural o culturización... conceptos todos ellos que están ahí y que tienen su lado bueno, pero que se resquebrajan cuando cualquiera de nosotros se avecina a profundizar en un proceso de búsqueda interior (p.ej. la TAG de Solëika y el concepto nuclear de Capas del ADN energético o espiritual) o también, cuando algunos han despertado de la ilusión egoica y han decidido "re-orientar" su vida hacia valores más allá de los humanos, es decir, hacia unos nuevos valores internos de existencia o valores cósmicos (por ejemplo, ese valor sencillo que reza: "aisla tu mente, concéntrate").
En mi búsqueda todo lo que he conseguido hasta ahora ha sido por el camino del "esfuerzo personal". ¡No es mucho pero bueno, estoy muy contento con lo que tengo! Digo así porque "en el universo aún queda mucho por hacer".
¡Pero claro que merece la pena luchar! Y lo digo así porque desde mi planteamiento, el día menos pensado -el futuro es ahora y cambiamos nuestro futuro cambiando nuestro presente- conseguiremos "desconcharnos" (desasirse) de todo ese barro o lastre de formas de pensar fosilizadas. Y por fortuna o por lo que sea (o por nuestro esfuerzo personal) ya empieza a vislumbrarse una nueva luz (una masa crítica), una nueva manera de pensar con el resurgir de lo femenino, de lo interno, del oro que se encuentra en nuestro interior y que se constituye en una llamada desde nuestro "pueblo celular" o alma en forma de inspiraciones, sincronicidades, nuevas tendencias o cambios de actitud, el resurgir de los valores femeninos, etc.
Y todo esto es así, porque como muy bien dice Solëika en otros estupendos ejercicios de la TAG, "todo está relacionado".
Espero que se entienda lo que trato de decir.
¡Hay que ver lo grandes que somos en nuestro interior!
Gracias.

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