Dialogando con mi Sol


Repasando antiguos cuadernos, encontré una meditación de hace cuatro años en la que me introducía en los planetas de mi carta astral, recuerdo que monté unos talleres en base a este material. Me gustaría compartir parte de un diálogo que mantuve con mi Sol de nacimiento y que puede resultar de utilidad a las personas que están estudiando astrocábala o que simplemente desean entender mejor la labor angélica. Eso fue lo que le pregunté a mi Sol:

- Háblame de tu propósito

- No tengo ninguno, soy como un mercenario a sueldo, presto mi fuerza, me ponen un disfraz y actúo

- ¿Quién te manda?

- Las fuerzas angélicas, yo soy como un músico que interpreta una partitura, no la escribo yo, sino los ángeles

De ello se deduce que los cuerpos planetarios se limitan a prestar su fuerza pero quienes los mueven en un sentido o en otro son los programas angélicos. Por ejemplo, el Sol prestará su fuerza de voluntad, Marte su fuerza de acción y de coraje, Venus su fuerza de belleza y armonía, Mercurio su fuerza de lógica y de comunicación, Júpiter su poderío etc…

Pero los que determinan hacia dónde se dirigirán esas fuerzas son los programas de los 72 ángeles de la Cábala, aplicados a cada carta astral. En mi caso, como mi ángel Físico es Melahel, mi Sol presta a este ángel (a esta parte de mi psique llamada Melahel) su fuerza para ayudarme a descubrir nuevas formas de sanar a través de métodos naturales, ya que ese es el programa de este ángel.

El método que utilicé para penetrar en mi carta astral fue el siguiente:

Situarme en el Mont Saint Michel, invocar a los maestros con los que trabajo habitualmente, imaginar que en una pantalla visualizo la rueda zodiacal. Enfoco mi conciencia en mi signo, luego escribo mentalmente el símbolo del Sol y el grado en que está ubicado. Y formulo las preguntas.

Invito a los lectores a que hagan el experimento y me cuenten los resultados.

Soleika Llop

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola a todos. Me ha parecido muy buena idea la conexión solar con el Horóscopo de nacimiento.
He hecho la introducción de siempre, y cuando ya he introducido en una pantalla las coordenadas de mi Sol, han aparecido las imégenes.
Un espléndido jardín donde jugaba un niño pequeño que a penas se aguantaba derecho. Representaba mi Sol, y cómo no sabía hablar todavía el niño, me he preguntado que cómo me comunicaba con él, me ha respondido que telepáticamente. El hecho de que sea un niño lo he entendido como la señal de que estoy escuchando las señales más nuevas que me envía. Han aparecido mis tres ángeles tutelares, Pahaliah, Haheuiah y Jabamiah, y nos hemos comunicado. Pero lo que más me ha gustado es la sensación de después.Me sentía totalmente en armonía y fuerte, con vigor renovado.

UN ABRAZO, JOAN

Anónimo dijo...

Me gusta ver más allá de lo que veo con mis ojos físicos. En este sentido, lo que evoca o denota la experiencia mística de Joan es muy lindo, y sobre todo, a nivel de las sensaciones que ha podido experimentar por sí mismo. Felicidades (!!).
Cualquiera de nosotros que haya pasado por esta técnica inofensiva y no nociva -limpia y clara- de la TAG de Solëika, podrá comprender que las auténticas sensaciones son del alma, de tu pueblo celular.
Es curioso, gracias a esto he podido transmutar "por mí mismo" el concepto de los estoicos de las sensaciones, cuando atribuían éstas al cuerpo ; y plantear ahora -en base a mi experiencia personal- el siguiente argumento: "las auténticas sensaciones son del alma, de tu pueblo celular"; y al amparo de la consideración de nuestra personalidad multidimensional.
Gracias Solëika por ser como eres y todo cuanto se aprende contigo. Sigue así. Por lo menos a mí, me estás ayudando mucho (!!)

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