Terremoto en Chile

A raíz de lo que está aconteciendo en Chile, una amiga peruana me ha mandado un maravilloso escrito sobre la experiencia que ella vivió en Ica (Perú) cuando se produjo el último terremoto que destruyó más de la mitad de la ciudad (hace un par de años). Ella supo desplegar su sabiduría, invocar a sus maestros y evitar actos de pillaje. Conviene tomar buena nota de sus vivencias porque pueden servir para posteriores seísmos.

“Pienso que la puerta de todo desequilibrio es el miedo, y en momentos de desastres naturales, esa es la energía que prima, pero uno puede optar por cerrarla y abrir la puerta del AMOR, que todo lo sana y todo lo armoniza.

Un terremoto es algo terrible porque uno siente que la tierra que pisa –que normalmente suele ser lo más seguro- empieza a moverse y no tienes donde ir. No ocurre lo mismo con una inundación, porque uno puede correr a tierra segura y asunto arreglado. En cambio con el terremoto, uno se siente muy desubicado, asustado, más que nada desconcertado porque el piso se mueve, el ruido es infernal y te tienes que aguantar porque no hay donde ir. Luego de ese impacto, uno reza y se va tranquilizando, y los chicos de abajo (las fuerzas de la oscuridad) deciden mover sus fichas, entonces el miedo viene y se manifiesta a través de los saqueos o los intentos de saqueo. ..

Me costó sustraerme al miedo cuando percibí como nubes negras desplazándose por el cielo (como el algodón dulce que venden en las ferias), el ambiente se llenó de una energía escalofriante. Traté de descifrar qué estaba sucediendo cuando los vecinos avisaron que hordas de gente venían a saquear, entonces el miedo me tomó por asalto. A Dios gracias sólo por unos segundos, porque en mi mente resonó aquello de que el miedo es la puerta de todo desequilibrio, por miedo a no tener comida uno saquea, por miedo a ser saqueado uno responde con violencia, y asi etc…

Es tan potente la energía de miedo e impotencia que uno se paraliza, o actúa, agarrando un palo y defendiéndose o... invitando a las fuerzas de la luz a actuar aquí abajo en nuestra tierra. Si yo soy el dueño de la casa, puedo llamar a MI casa a los bomberos, defensa civil, los paramádicos, la policia etc…, como es arriba es abajo así que ¿por qué no llamar a los SUPER BOMBEROS, SUPER POLICIAS, O SUPER MEDICOS? (o sea a los del cielo).

Como nativo de una tierra, uno puede invitar a CRISTO, a la VIRGEN y pedirle a DIOS que envíe a los ángeles a bajar y ayudar en estos momentos, llenándonos de amor, ayudándonos a dar un portazo al miedo y abrir de par en par las puertas del amor, uno puede invocar esa energía y vaya si funciona. En el terremoto que vivimos en Ica, unas amigas y yo llamamos a las fuerzas del Arcángel Miguel, Zadquiel y Chamuel, visualizábamos que los ángeles de Miguel protegían la ciudad y que nosotras despedíamos rayos color violeta intenso desde nuestras manos, rayos que lanzábamos a los corazones de toda esa gente y hacia esas nubes negras que se veían en el cielo. De esta forma, transmutamos todo sentimiento negativo en amor, generosidad y respeto. Y funcionó.

Eso lo hizo mucha gente, nos organizamos así, quien sabía defenderse en lo físico, pues agarraba un palo o un arma y se unía al resto de gente que asumía esa función, los niños ancianos y las señoras a rezar, la mayoría rezó a la Virgen, y los que podíamos invocar a cuanto amigo celestial quisiera ayudar pues hicimos eso, cada uno lo hizo a su manera, pero funcionó.

Como siempre estamos pidiendo a Dios y a los maestros de luz poder serles útiles en lo que manden, ese día surgió una frase entre todos los que invocamos a las fuerzas celestiales y esa frase fue más o menos: “Al llamar al cielo, me uno a mis hermanos, en esta oración me uno a todas las personas que estén orando en este momento.” Eso surgió de modo natural entre todos, luego del terremoto lo comentamos, no nos habíamos puesto de acuerdo, simplemente sucedió. Claro, si algunos individuos de un pueblo le dicen a Cristo y al Ángel regente y a quien los quiera oír arriba que aquí estamos para lo que manden, pues mandaron. El tío Reiyel (el ángel que rige Perú) trabajó mucho, mucho, y también nos hizo currar jajaa, es una buena práctica, llamar al tutor de todo un país y decirle: “ ¡Ya chico, manos a la obra!”

El ángel que rige a Chile es el 47, Asaliah. Nosotros acudimos a Reiyel y vaya si lo teníamos frito al tío, todo el día le pedíamos que tomara el mando de la situación.

La noche en que intentaron saquear la ciudad, la gente se unió de tal manera, la energía de amor fluyo tanto que los asaltantes pasaron sin dañar a nadie ni tocar casi nada. La gente dejó el miedo y en vez de encerrarse cada uno en su casa se preocupó de los vecinos, se unieron y salieron de sus casas a protegerse y proteger a los ancianos, y gente que vive sola como las viudas, en concreto conozco un lugar donde los de barrio vecino les dijeron a los ancianos que se quedaran en sus casas que ellos los iban a proteger, eso es amor, porque las casas de ellos también peligraban pero se dividieron las responsabilidades. Y pensaron en los ancianos.”

El terremoto desató pues una inmensa ola de solidaridad entre la gente de Ica, en cuanto se organizaron para mandar luz en vez de emplear su energía en lamentarse y desesperarse, alejaron a los cacos, cuya misión era precisamente esa, despertar el amor, aunque con el sistema “al revés te lo digo…”. Es una experiencia muy hermosa, dentro del dramatismo que supuso para muchos perder todas sus posesiones. Es algo a tener en cuenta de cara al futuro.

Soleika Llop