Los Secretos Eternos de la Salud Parte II


Esta es la continuación del resumen del apasionante libro de Andreas Moritz. Consta de 700 páginas, de las cuales sólo ofrezco una breve síntesis. Aconsejo tenerlo como libro de cabecera y de consulta porque contiene una serie de remedios naturales muy efectivos (que no comentaré, por razones obvias) para paliar cualquier problema de salud. Entre paréntesis, mis comentarios...

45.- Eliminar una infección con fármacos puede derivar en ataques cardíacos, reumatismo, diabetes o cáncer. Esto también es aplicable a los analgésicos, su consumo es un acto de supresión y destrucción de la inteligencia curativa del organismo. El dolor no es una enfermedad y por tanto no debe ser tratado como tal, es la respuesta natural del organismo a la congestión y su posterior deshidratación o malnutrición de las células y los tejidos. Para asimilar los analgésicos, las células del cuerpo necesitan mucha agua. La intensidad del dolor suele aumentar con la concentración de toxinas y materiales como las proteínas sanguíneas atrapadas en el fluido que rodea a las células. Esta sustancia líquida se llama tejido conectivo, el sistema linfático se encarga de su drenaje.

46.- Cuando el sistema linfático se congestiona, las proteínas y toxinas tienen cerrada la vía de escape. Para evitar la inmediata destrucción de las células a causa de estas proteínas y toxinas reactivas y ácidas, el cuerpo las rodea de agua. Esto a su vez produce una mayor obstrucción y evita la adecuada oxigenación celular. El dolor es el resultado de la falta de oxígeno. Se ha demostrado que las proteínas de la sangre abandonan el torrente sanguíneo de modo natural pero si no son eliminadas en seguida por el sistema linfático, pueden causar una enfermedad o incluso la muerte en apenas 24 horas. El cuerpo lo sabe y entonces el cerebro produce la cantidad adecuada de analgésicos naturales –endorfinas- para controlar el dolor, pero con un grado de intensidad suficiente para provocar una respuesta inmunológica y curativa potente. La repentina supresión del dolor es como cortar los cables de la alarma que protege una casa: cuando entre un ladrón, nadie lo notará. Al cortar la comunicación con el cerebro, el cuerpo es incapaz de eliminar las toxinas y proteínas sanguíneas que están retenidas, y el efecto destructivo de las mismas puede pasar inadvertido. Lo más preocupante respecto a la ingesta de fármacos, como por ejemplo los analgésicos, es que necesitan proteínas de la sangre para ser llevados a su destino. Cuando estas proteínas quedan retenidas en los tejidos conectivos de un órgano, los fármacos también son retenidos. Ello causa graves efectos secundarios. Así que los analgésicos no sólo mantienen el cuerpo en la ignorancia de un problema físico determinado, sino que además sabotean sus esfuerzos de curación.

48.- Los estimulantes presentes en el té, el café y el tabaco son sustancias de efecto rápido bien recibidas por aquellos que necesitan una inyección de energía. Pero dado que esos estimulantes no aportan energía propia, ¿de dónde proviene el estímulo? Lo genera el cuerpo. Los estimulantes son toxinas nerviosas que desencadenan una fuerte reacción en el cuerpo. Cuando se fuma un cigarrillo o se bebe una taza de café o una bebida energética, la energía obtenida se debe a la respuesta inmune, por tanto, el aumento de energía física es en realidad una pérdida de energía para el organismo.

49.- El café descafeinado se produce con más vainas que el café normal, los ácidos fuertes que contienen potencian la incidencia de la acidez en el estómago, la osteoporosis, el glaucoma y la artritis reumatoide. El descafeinado aumenta cuatro veces más el riesgo de padecer esa artritis, en comparación con las personas que beben café normal. Por tanto, si uno no puede pasar sin café es mejor que sea café auténtico.

50.- El cuerpo está continuamente inmerso en un proceso de auto renovación. Cada día de nuestra vida, se enfrenta al reto de crear treinta mil millones de nuevas células, pero también tiene que destruir el mismo número para mantener el equilibrio. La descomposición de las células muertas y desgastadas deja atrás un gran número de detritos que son recogidos por el sistema linfático. Estos desperdicios sólo pueden ser eliminados cuando existe la cantidad necesaria de agua para transportarlos y expulsarlos del cuerpo. (Por lo tanto, el agua es muy necesaria para el cuerpo pero también lo es el amor, los sentimientos, el sentir, la compasión, que son el agua a nivel simbólico. Sin estos elementos, los desperdicios energéticos que generamos no pueden ser eliminados. Por ello, cuando –en la Terapia Alquimia Genética- despedimos a alguna entidad del bajo Astral, lo hacemos con mucho amor, respeto y agradecimiento por su labor. El sistema linfático es el basurero del cuerpo, igual que los ángeles caídos son los basureros del alma. Los desperdicios que generamos sólo pueden ser eliminados con una cantidad significativa de agua/compasión, de agua/perdón). Si el organismo está debilitado a causa de sobre estímulos, alimentación excesiva o falta de sueño, el proceso de limpieza se torna ineficaz, lo cual puede ocasionar una intoxicación de la sangre. (la sangre es el vehículo del cuerpo emocional, tendremos pues una intoxicación emocional).

53.- Las bebidas que contienen cafeína (la mayoría de refrescos, el té o el café) tienen un efecto diurético y dejan sin agua al tejido protector del estómago, lo cual puede provocar dolor.

57.- Sin agua, que es el principal medio de transporte y curación del cuerpo, el organismo se enfrenta a una situación de crisis.

62.- El hígado es el responsable de la lucidez mental y la estabilidad emocional.

63.- La mayoría de problemas de falta de masa ósea (osteoporosis) se derivan, en última instancia, de una secreción biliar insuficiente y de una inadecuada digestión de las grasas, mucho más que de la falta de calcio. Pocos médicos son conscientes de esto y recetan complementos de calcio a sus pacientes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me lo compro!
Gracias guapa.
Montse Fornés.

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