Creando conectividad celular

La conectividad celular, como su nombre indica, es la posibilidad de que las células y, por extensión, los diversos territorios de la psique, estén interconectados. Cuando existe una buena conectividad, los órganos pueden comunicar entre ellos y ayudarse mutuamente. En caso contrario, el riñón no sabe lo que le pasa al corazón, al estómago le da igual lo que le ocurra al sistema respiratorio y éste está en la inopia en lo referido a sus demás vecinos, y así sucesivamente.

Si tenemos en cuenta la relación existente entre el micro y el macrocosmos, deduciremos que lo que ocurre por dentro destiñe sobre lo que nos pasa por fuera. De modo que una persona con una conectividad celular deficiente suele tener problemas de comunicación con las personas de su entorno. ..

Pero he podido observar que tener una psique con compartimentos estancos suele llevar a la persona a tener dificultades a la hora de saber establecer un lazo de unión entre los diferentes acontecimientos de su vida o entre los diferentes patrones de relación. Por ejemplo, quien tenga una buena conectividad celular entenderá que su pareja pueda ser un espejo que refleje sus propias movidas interiores. Unos padres entenderán, pongamos por caso, que el comportamiento de sus hijos está estrechamente relacionado con lo que ellos sienten, piensan y hacen. Lo mismo entre un profesor y sus alumnos etc…

Una buena conectividad celular nos ayuda a comprender la estructura holográfica del universo, que todos somos celulitas de un gran cuerpo y que conviene ser solidario con ese cuerpo, aunque sólo sea para evitar perjudicarle.

Pongo a continuación un ejemplo muy revelador de falta de conectividad celular, sacado de un ejercicio de Alquimia Genética realizado por un hombre desde su Casa (tras haber abierto conmigo la Capa 1 de su ADN). Entre paréntesis, mis comentarios.

“Estoy en una barca pequeña, en el mar. Remo con fuerza. Voy hacia una isla (se trata pues de un territorio aislado de la psique, conectado con la emotividad, con la capacidad de amar –agua- es preciso mover esos resortes emocionales para poder alcanzar este espacio) pequeña. Allí viven mujeres en un templo son sacerdotisas y su función es conectar con el Divino Femenino. Me dicen que son muy poco conocidas (por el resto de su pueblo celular, o sea que ese yo femenino tiene poca fuerza en su psique), apenas viene nadie a verlas y ellas tienen mucho que enseñar (Esto significa que este hombre le da más importancia al “hacer” que al “ser”, al mundo exterior que al interior). Necesitan que se las conozca más.

Vuelvo a mi barca y sigo el viaje, llego hasta otra isla (totalmente desconectada de la anterior). Aquí los habitantes son hombres fuertes, grandes constructores, han construido un buen puerto y barcos (ahí está la fuerza masculina, emisiva, la que pasa a la acción, pero cuando lo masculino está desconectado de lo femenino, actuamos sin inspiración, a tontas y a locas, sin utilizar la intuición). Les pido que me acompañen a la isla de las sacerdotisas (excelente ocurrencia, eso servirá para unir su yin y su yang, es decir la capacidad de conectar con su interior y recibir la información y la de actuar en base a ella). Una vez allí construyen un puerto y barcos, ahora en esa isla están comunicados y podrán recibir más visitas. También ellas están dispuestas a viajar para darse a conocer.

Continúo el viaje. Llego a otra isla un poco más grande. Viven varias familias y son agricultores. Me dicen que viven demasiado sencillamente, sin acceso a cultura ni conocimientos, ni nada, necesitan progreso (o sea que una parte de su psique, relacionada con los contenidos de la Capa 1 -básicamente su cuerpo- no tiene acceso al progreso, es decir no utiliza las técnicas avanzadas que otras partes de su psique sí conocen y poseen, es decir infrautiliza sus posibilidades).

Vienen los hombres constructores y hacen un puerto y barcos. Ahora han quedado conectados con el resto del archipiélago. Los constructores me regalan un martillo, símbolo de la capacidad de construir. Podré dar un toque mágico a cada construcción. Los agricultores me regalan una bolsita de semillas.

Viajo remando hasta la isla más grande. Ahí vive el rey de este archipiélago. Entro en su castillo y estoy ante él. Me dice que su función es compartirse entre ellos, cada uno tiene unas habilidades y quieren darse a conocer al resto del mundo, pero necesitan mejores comunicaciones (o sea que necesita unir más las diferentes partes de su psique, así adquirirá más fuerza). Los constructores hacen barcos así es más fácil viajar de una isla a otra. EL rey me sugiere que viaje a la parte continental del país.

Llego y para mi sorpresa está vacía. Hay un gran territorio, que ni abarco con la imaginación, vacío sin colonizar (espacios psíquicos que están sin aprovechar). Le pregunto al Maestro Jesús cómo hacer para que vengan, dice que sólo he de pensarlo. Empiezan a llegar en barcas habitantes de todas las islas, y empiezan a construir allí una civilización. Allí podrán unirse todos y compartirse como decía el rey. Aunque en las islas seguirá habiendo centros de habilidades especiales, a las que se podrá ir para mayor instrucción. El territorio virgen es inmenso, apenas están empezando.

Me presento ante el jefe de la Capa 1, me dejo envolver en el abrazo de luz dorada, me dice que debo permanecer en mi centro y no dejarme llevar por pensamientos de inseguridad”.

Le sugerí además que todos los jefes de las distintas islas firmaran un acuerdo de cooperación y montaran un gran fiestorro de reunificación. Se supone que a partir de ahora esta persona sabrá relacionar mejor todo lo que le ocurre en distintas facetas de su vida, sabrá interpretar mejor sus anécdotas.

Soleika Llop
http://abriendoconciencia.blogspot.com

2 comentarios:

ana dijo...

es fantastico descubrir de lo que somos capaces , escuchando y explorando nuestro interior. Gracias , Soleika , por abrir tantas mentes ....que la ilusion te acompañe siempre!!! ANA

Anónimo dijo...

Hola Soleika!. He leido este último artículo que has colgado en el blog, y relacionandolo con mi vida se me ponen los pelos de punta...

Hace tres semanas se realizó en el Instituto donde trabajo unas pre-evaluaciones para aunar esfuerzos en como llevar a alumnos conflictivos. Pues bueno, salió un alumno en particular que levantó ampollas a muchos de los profesores, y casi acaban peleados y enfrentados con la orientadora del centro. Este pequeño grupo de profesores querían dar por inútil al alumno en cuestión, la orientadora opinaba todo lo contrario, que eso jamás hay que decir eso; yo opino lo mismo. El enfrentamiento fue subiendo de tono y no se llegó a nada.

Al cabo de dos días el niño hizo campana a última hora de la tarde. Se despeñó por un barranco de 25 metros de altura que hay al lado del instituto.

Por suerte se ha recuperado de todas sus lesiones, que no son pocas. Pero no me deja indiferente el hecho "casual" de su caída y la actitud que algunos de los profesores mantenían.

Saludos a todos,
Joan

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