La Matriz Divina Parte II

Esta es la segunda parte de la síntesis del libro de Gregg Braden. Entre paréntesis, mis reflexiones.

56.- Si comprendiéramos el principio de la matriz divina y nuestra relación con los otros seres humanos y con el universo, nos convertiríamos en participantes en lugar de en las víctimas de fuerzas que no podemos ver y que no comprendemos. En este momento comenzaría nuestra verdadera autonomía...

64. Un experimento ruso demostró que el ADN -la sustancia de la que estamos hechos- ejerce un efecto directo sobre la sustancia cuántica de la que nuestro mundo está formado. (Por ello cuando mandamos luz y amor al universo a través de meditaciones grupales estamos realmente incidiendo en él).

68.- No existe realmente un lugar donde el cuerpo termine ni tampoco donde comience.

69.-La emoción humana tiene une influencia directa sobre el ADN vivo. (De ello deriva que cuando emprendemos una terapia o un camino iniciático a través de los cuales mandamos amor a determinados familiares, toda la conciencia familiar se beneficia de ellos)

73.- El ADN de nuestros cuerpos nos da acceso a la energía que conecta nuestro universo y la emoción es la clave para poder hacer uso de esta energía. (Yo sustituiría la palabra “emoción” por “amor”. En efecto, la energía que conecta todo el universo es la del Padre, y bien nos dijo el Maestro que hay que pasar por él para llegar al Padre, es decir es necesario que hayamos despertado nuestro ser crístico. Es la capacidad de amar sin condiciones, de estar pendiente del bien común y de sanar)

84.- El mayor error del hombre consiste en creer que existen otras causas aparte de su propio estado de conciencia. Tenemos todo el poder que necesitamos para producir todos los cambios que queramos.

85.- A un joven de veintitantos años le fue diagnosticado un raro trastorno cardíaco que, según los médicos, era mortal. Cuando se le pidió a Neville (un terapeuta) que fuera a hablar con él, el hombre había perdido mucho peso y parecía un esqueleto. Estaba tan débil que le costaba hablar. Neville le pidió que se experimentara a sí mismo como si su curación ya se hubiera producido. Neville cuenta lo siguiente: “Le sugerí que visualizara la cara de sorpresa del médico al verlo curado de una enfermedad incurable, que lo imaginara revisando los análisis y repitiendo una y otra vez: ¡esto es un milagro, esto es un milagro!” El joven se curó completamente, él contó que en vez de desear recobrar la salud, había vivido como si ya estuviese totalmente recuperado. Aquí reside el secreto para lograr que nuestros deseos pasen del reino de la imaginación al de la realidad: sentirnos como si nuestros sueños se hubiesen hecho realidad.

86.- Existe una sutil diferencia entre trabajar en pos de un resultado y pensar y sentir desde este resultado. Debemos entrar en la imagen de lo que deseamos y pensar desde ella. (Es como tejer una telaraña alrededor de una idea).

90. – El foco de nuestra conciencia se convierte en la realidad de nuestro mundo.

94.- Según Bohr y Heisenberg, el universo es un campo infinito de posibilidades superpuestas. Estas posibilidades están todas ahí en una especie de “sopa cuántica”, sin una ubicación exacta y sin existencia definida hasta que suceda algo que ayude a materializar una de ellas. Ese “algo” es la conciencia de la persona, el simple acto de observación.

95.- Cada posibilidad tiene lugar en su propio espacio, esos espacios únicos son llamados “universos paralelos”. Desde esta perspectiva, alguien podría llevar una vida de enfermedad y sufrimiento y mediante un cambio de enfoque, verse de repente “milagrosamente” curado mientras le mundo que lo rodea tiene el mismo aspecto de antes. (Las personas con personalidad múltiple acceden a estos universos paralelos, lo que ocurre es que no saben cómo controlar estas percepciones)

99.- No necesitamos máquinas para crear los milagrosos efectos que vemos en las partículas cuánticas. Gracias al poder de nuestra olvidada tecnología interior, podemos curar, dominar la bilocación, estar en todas partes al mismo tiempo, practicar la visión remota, conectarnos telepáticamente, elegir la paz, y muchas otras cosas. Todo radica en nuestro poder para centrar la conciencia.

100.- Si todo esto es cierto y si la emoción es la clave para escoger la realidad que queremos vivir, entonces, ¿nos estamos mintiendo si decimos que un ser querido ya está curado cuando nos hallamos al pie de su cama en una UVI? Entre todas las realidades paralelas, existe un escenario en que la curación de nuestro ser querido ya se ha producido. En algún lugar hay una realidad en que la enfermedad ni siquiera comenzó. Pero por razones que quizás no comprendamos, esto no es lo que se ha materializado. Einstein afirmó que no se puede resolver un problema en el mismo nivel de pensamiento que lo creó. No podemos cambiar una realidad si seguimos en el mismo nivel de conciencia que la creó.

101.- La conclusión final es ésta: existe un delicado equilibrio entre simplemente escoger una nueva posibilidad y realmente acompañarla con nuevos pensamientos, sentimientos y creencias que materialicen una nueva realidad.

102.- Para elegir una posibilidad cuántica, tenemos que encarnar esa forma de ser, abandonarnos a esa nueva posibilidad, y con nuestro amor por ese nuevo estado, vivirlo. La técnica para ese interfaz entre lo divino y lo humano recibe a menudo el nombre de oración.
104.- El sentimiento es el lenguaje con el que nos comunicamos con la matriz divina. Siéntete como si ya hubieses logrado tu objetivo y tu plegaria ya habrá sido atendida.

105.- Lo que nos conecta con los otros seres humanos y con el universo y lo que hace que nuestras plegarias vayan más allá de nuestros cuerpos es la compasión.

107.- Para alcanzar la compasión, debemos abordar una circunstancia sin grandes expectativas sobre el resultado, percibirla sin juzgarla y sin que nuestro ego entre en juego.

108.- Parece que cuanto más fuerte sea nuestro deseo por cambiar el mundo, más esquivo se vuelve nuestro poder para lograrlo. Esto sucede porque lo que queremos suele estar basado en el ego. SI no lo estuviera, el cambio no sería tan importante para nosotros. Al igual que nuestro deseo de conducir un coche suele disminuir después de que empezamos a hacerlo, cuando se tiene la capacidad de obrar milagros, curación y paz, la urgencia para llevarlos a cabo parece desaparecer.

109.- Esto puede deberse a que la conciencia de que podemos cambiar las cosas viene acompañada de una aceptación del mundo tal como es. (Este punto es muy importante, lo aceptamos porque comprendemos los entresijos del entramado cósmico, porque entendemos que cada situación tiene una razón de ser y no es el fruto de una casualidad ni de una injusticia. Pero para entender esto es preciso desarrollar la visión espectroscópica, de la cual ya hemos hablado en este blog). Decir “por favor, que esta persona se cure” no es un lenguaje que el campo universal de la matriz divina pueda reconocer. Cuando nos sentimos como si estuviésemos rodeados de paz y de curación, estamos usando el lenguaje que abre la puerta a todas las posibilidades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias!

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