Eliminando viejos rencores

Ahí va otro ejemplo de ejercicios realizados desde su casa por una persona que está haciendo el recorrido por las 12 Capas de su ADN. En este caso, estaba trabajando con la Capa que tiene relación con la familia y la base de las emociones. Es muy hermoso comprobar cómo se va sanando a sí misma, utilizando como principal herramienta su propia luz. Entre paréntesis, mis comentarios.

Lo primero que he visto ha sido un águila volando de derecha a izquierda. Yo estaba volando, yo era el águila (o sea el que lo ve todo desde lo alto, con visión panorámica, el que sabe sobreponerse a las contingencias familiares y emocionales) y a la vez estaba encima de un pico de montaña (en una parte elevada de su ser). A mi alrededor todas las puntas de los árboles, rodeado de bosques. Al ver el águila enseguida me he puesto a llorar. Me ha pasado como cuando me pasa algo bueno que llevo mucho tiempo esperando...

Yo estaba meditando en esa cima y de mi cabeza salían águilas en todas direcciones. Mi pueblo celular estaba a mi alrededor, rodeándome a mí y a la montaña y cantando. Más tarde se han puesto a mi lado cinco ángeles. Han juntado sus manos y yo en el centro. Me notaba una luz brillar dentro de mí. Hemos estado mucho rato cantando y la luz cada vez era más grande. Parecía venir de abajo y colocarse en mi pecho. Al principio me costaba mucho que se mantuviera en el pecho. Estaba tremendamente emocionado y sabía que esto era algo que quería desde hace tanto tiempo, mucho, mucho tiempo. Me han dicho que en ese viaje que he hecho a casa de mis padres –en la realidad- he sido capaz de notar el amor y de perdonar. Que por eso podía ahora estar ahí como un faro.

Toda esta parte ha sido muy, muy intensa. Al final la luz se ha quedado en mi pecho. Físicamente lo he notado mucho. Era como si recuperase algo increíble. Luego sabía que tenía que ir para abajo. He ido con ganas. Al separarme de donde estaba meditando me han dicho que podía estar siempre ahí y a la vez bajar. Me ha costado un poco pero lo he hecho. He bajado hasta llegar a un claro del bosque. Mi pueblo me seguía. No he tenido problema porque mi luz iluminaba el bosque. En el claro me esperaba un caballo. Ya estaba ensillado. He subido y he dejado que me llevara. Me ha llevado justo al borde de una catarata enorme, justo donde el agua empieza a caer.

Me he emocionado mucho porque no tenía ningún miedo. Sabía que mi caballo no me tiraría. Miraba la catarata y no tenía ningún miedo. Era un agua muy limpia. He bajado del caballo y me he puesto en el borde. Sabía que era una cuestión de fe. Que no me haría daño si saltaba. Tenía que averiguar o solucionar algo muy profundo. Me he lanzado. He llegado hasta el fondo y allí había un pequeño agujero. He buceado y he salido a una cueva.

Era un río subterráneo (estaba explorando sus emociones profundas). Lo he seguido bajando y bajando por túneles hasta llegar a un pozo muy profundo donde el agua estaba negra o se volvía negra. Esa agua iba a parar luego a otros lagos donde he estado antes. Todo aquello era rencor. Rencor y rencor almacenado durante toda mi vida y fundamentalmente hacia tres personas de mi familia.

He empezado a limpiar. Mi luz se llevaba todo. Desde el pico donde estaba meditando he conectado y el rayo de luz ha abierto una brecha en la montaña. Una a la izquierda y otra a la derecha. Esto ha sido magnífico. Han aparecido 5 ayudantes. He estado mucho tiempo limpiando. Pero sabía que no estaba del todo. Al final ha venido mi pueblo celular y se han puesto a limpiar y entonces he notado un clic. Ahora realmente todo estaba limpio. El cambio ha sido increíble. Me he puesto súper contento y he empezado a decir gracias, gracias, gracias. Ha sido increíble. Me he despedido y luego he vuelto inmediatamente a recitar el nombre de la capa y el mantra de reprogramación. Ha sido maravilloso.

Soleika Llop
http://abriendoconciencia.blogspot.com

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