Comentarios sobre el encuentro en el Santuario de los Ángeles

Ahí va un nuevo comentario de una persona que asistió al encuentro del 21.3.09 en Gerona.

¡ Vaya un sarao!

Con gran ilusión y espectativa, me trasladé al Santuario de los Àngeles para “pedir un deseo”. Mi deseo personal fué trascender mis limitaciones. En mi situación hubiera sido más lógico o al menos más previsible que hubiera pedido abundancia o prosperidad. Yo misma me sorprendí con mi petición después de haber enviado mi email, no sabiendo muy bien qué había pedido.

En la distribución de los ángeles al que cada uno le teníamos que rezar, por orden de inscripción me correspondió Aniel, Dios de las virtudes.

La jornada transcurre de forma perfecta se crea un clima precioso con una excelente conexión yo diría que por y para todos los asistentes, al realizar el coro de Oms, los rezos y una meditación magistral, como sólo sabe hacer Soleika. Entre todos creamos una nave crística (Nueva Jerusalén) desde la que lanzamos potentes destellos esmeralda y violeta para sanar la tierra.

En la nave reunimos nuestras almas, además de otras muchas, que van subiendo cogidas de la mano y que nos permiten crear una masa crítica que al explosionar de tanta luz, envía a la tierra una miríada de estrellas que utilizamos como semillas que fructifican en montones de preciosos árboles con frutos en forma de corazón de todos los colores que al comerlos te aportan todo lo que necesites. Energía (rojos), amor (rosas), paz (turquesas), fe (azules), transmutación (violetas), luz e inspiración (blancos).

Tristán nos da una lección con sus anécdotas. Aquí empezó para mí el Sarao y se ha ido manifestando a lo largo del día de ayer y de hoy. Empecé a sentirme identificada cuando dijo que normalmente todo el mundo lo ve claro, menos tú, que parece que los culpables sean los otros. También me llamó mucho la atención cuando dijo que si lanzas una pregunta al Universo, te contesta antes de tres días.

Me fui más pronto porque por la tarde tenía que trabajar, pero en mi trayecto hacia casa, mi cabeza empezó a maquinar. Decidí preguntar al Universo qué tenía que hacer para vender más. Tomé conciencia de que mi problema principal no eran mis pensamientos negativos era mi negligencia al permitirme utilizarlos a sabiendas del daño que me estaban haciendo. Yo hace mucho tiempo que soy consciente y he experimentado que mis pensamientos se materializan, no obstante, los sigo utilizando para boicotearme. Si, boicotearme, eso es exactamente lo que he estado haciendo durante muchísimos años.... o ¿ha sido desde siempre?.

Me he hecho daño o perjudicado en infinidad de ocasiones y de muy diversas formas, posponiendo las cosas, pensando en negativo, menospreciándome, la forma es lo de menos, lo más importante es que he sido yo la que he paralizado mi avance o me he asignado un retroceso. Quizá pueda parecer presuntuosa al decirlo pero yo me he marcado mis avances y mis retrocesos. Cuando me siento muy agobiada me mentalizo y avanzo y cuando voy bien me digo a mi misma: ya hace mucho tiempo que voy bien, algo se va a fastidiar y efectivamente, se fastidia. Si esto no es boicot ¿qué es?

Me fui a trabajar y al finalizar la jornada, fui a clase de salsa. La zona del Puerto de Mataró donde realizo el curso dispone de pocas plazas de aparcamiento y a mí me gusta aparcar en la puerta. Pido mi sitio en la puerta, como acostumbro. No encuentro sitio y veo a un matrimonio que supongo tienen un coche aparcado por allí, les pregunto, me dicen que sí y los sigo, me llevan a la otra punta del puerto, pienso ¡qué raro!. Al momento, el Sr. me dice que lo sienten pero que han salido por otra puerta y que se han equivocado, que lo tienen en la otra punta. Doy la vuelta y ellos me esperan para que ocupe el sitio, justo frente al local donde aprendo a bailar. Jesús dijo.. pedid y se os dará.

Voy a clase de salsa porque me he propuesto aprender me cueste lo que me cueste (a mí las cosas me tienen que costar mucho) y me digo todos los días que soy torpe en lugar de decirme que estoy aprendiendo o que voy mejorando. Ayer fue especialmente duro, la verdad, ya iba predispuesta. Un compañero me dijo que para no perderme tenía que bailar sin mirar a los demás, otro compañero me dijo que si tenía algún problema, que estaba muy tensa, que no llegaba a los pasos a tiempo (yo pensé que además no escuchaba la música). Otro compañero me dijo que dejara de darle vueltas al coco y me relajara, también me dijo que tenía que contar los pasos. Yo me digo: No sé cómo muevo los pies, no se dar los pasos. Doy la nota en la pista. Antes bailaba bien con algunos. Ahora bailo mal con todos, no avanzo.

Me fui temprano para casa con la sensación de hacerlo cada vez peor, rigidez en la columna, falta de movilidad en las piernas y desventaja comparativa con respecto a mis compañeros.

Hoy me he levantado con mis neuronas frescas y me he acordado de la fábula que contó Tristán del Rey al que hirieron con una flecha y les dijo a sus médicos que no se la quitaran hasta que averiguara porqué se la habían disparado. Si era por motivos personales o políticos, y ahondó tanto buscando el motivo que se murió de la herida antes de averiguarlo.

Yo he hecho durante toda mi vida como el rey y creo que todavía no sé el motivo de mi situación. No sé si es Saturno cuadrado a Mercurio o fueron mis padres que me educaron en el convencimiento de que las cosas me tienen que costar mucho. Pero, como no me he muerto de la “herida” creo que es el momento de quitarme la “flecha” porque he visto muy claro que el motivo no importa, es mi vida lo que cuenta y quiero vivirla desde la luz, la alegría, la facilidad, la expansión y la prosperidad. Resumiendo, hoy, dejo de boicotearme. Para hacerlo, he decidido preguntarme cada mañana qué haría si quisiera tener una día luminoso, alegre, fácil, expansivo y próspero. Lo que me conteste, es lo que tengo que hacer ese día.

Después he analizado la anécdota de ayer en el baile (un pozo de sabiduría), como nos enseñó Tristán (genial) y me ha hecho ver que la solución para vender más es centrarme en mi negocio y olvidarme de los demás, relajarme y disfrutar con mi trabajo, escuchar a los clientes y llevar la cuenta de lo que piden, de sus observaciones y de las situaciones con ellos para definir mejor el producto requerido, además de ser más flexible para adaptarme a cada situación.

Para más “inri” busco en internet lo que puede aportarnos el ángel Aniel y pone textualmente: Conseguir la victoria cuando las circunstancias de la vida nos limitan. Esto es la guinda que me faltaba, el día no pudo ser más fructífero.

Doy las gracias al Universo, a todas las personas que participaron y muy especialmente a los hermanos Llop que son geniales y espero y deseo que todas las demás peticiones se hayan materializado o estén preparándose en la cocina cósmica, para bien individual y de toda la humanidad.

Desde esta página un emotivo recuerdo a mi querida amiga Sandra, donde quiera que esté, que fue la persona que por primera vez me habló de Soleika y de su Terapia de Alquimia Genética, que ha aportado a mi vida la maravillosa experiencia de acceder a mi conciencia. Os la recomiendo.

Carla (je,je).

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