Una nueva visión sobre Obama (Parte I)

Publico a continuación un extracto del libro IV Humanos Ascendidos, Ed. Balancearte. Ha sido canalizado por Marilya P.C. El texto completo está en la siguiente dirección: http://www.scribd.com/doc/8462253/Barack-Obama-Primer-Regente-Planetario o bien en humanosascendidos.com

Se trata de un texto de gran importancia y profundidad, dictado por el Maestro El Morya, que debería ser difundido urbi et orbe, y que me ha confirmado ciertas informaciones que me llegaron vía meditación. En efecto, el día 15.11.08 recibí el siguiente mensaje:...

"Cada uno de los líderes políticos, tanto los que participan en esta reunión del G-20 como todos los demás, tiene una réplica suya actuando en Shamballa, es decir en
la sede del gobierno interno del mundo que, como bien sabes, fue trasladado
del Tibet a los Andes. Sería deseable que cada líder tuviera plena
conciencia de la existencia de ese otro yo suyo formando parte de un gran
Consejo en Shamballa y tomando decisiones que afectan, no sólo al planeta
sino a toda la confederación galáctica de planetas habitados. Sin embargo,
los trabajadores de la luz pueden favorecer esta toma de conciencia."

Pregunté a los maestros: “¿Podéis hablarme de la elección de Obama?” Y esa fue
la respuesta: " Es un potente agente de reunificación, forma parte de este
Consejo de Shamballa". Como fruto de este mensaje, realicé con un importante grupo de personas una meditación en la que les invité a imaginar que cada líder político se reunía con su otro-yo en Shamballa, y dialogaba con él.

He resumido el texto para que no fuera excesivamente largo. Entre paréntesis, mis comentarios.

“El nuevo orden mundial es un término de la vieja energía planetaria, utilizado para designar el trabajo realizado durante miles de años por las órdenes espirituales del planeta en sus servicios hacia la manifestación y exteriorización del gobierno divino sobre la Tierra. Estos trabajos se han realizado en correspondencia con las energías que los sostienen en cada época y conforme pasan los siglos, los estilos y las formas se actualizan, en resonancia con el constante evolucionar y ascender de las energías humanas.

Ahora, en el nuevo tiempo que comienza, estos frentes de acción espiritual intensificarán su trabajo hacia la concordancia y la tolerancia, pues los nuevos seres humanos que en el transcurso de las próximas décadas llegarán hasta sus puertas, aportarán intensas energías de síntesis y de unidad entre las veteranas estructuras esotéricas de la Tierra.

En tales circunstancias, se hace necesario superar el temor que rodea en actual periodo de transición hacia el nuevo orden mundial. Es preciso que los seres humanos que han alcanzado altos grados de desarrollo espiritual comprendan y entiendan que el establecimiento de un nuevo orden mundial es parte de los trabajos humanos hacia la exteriorización en la Tierra de la Gran Orden Mundial. La cual es la manifestación a escala planetaria de la Gran Orden de la Hermandad y la Fraternidad Universal.

La Gran Orden Mundial es una sombrilla en la que convergen las fuerzas espirituales ascendidas de la Tierra y en la actualidad no tiene una estructura central que la identifique en el planeta. Cada orden, cada grupo o fraternidad, cada ser humano espiritualmente despierto conforman su expresión en el plano físico de la Tierra.

La Gran Orden Mundial es invisible en el sentido de que no hay un solo ser humano que pueda acudir hasta un lugar en el que esté asentado un edificio o estructura que se identifique como tal. La pertenencia a esta Orden se produce por correspondencia vibratoria, es un estado de conciencia, de modo que los seres humanos que han alcanzado niveles espirituales avanzados, saben en sus mundos internos y sienten en sus corazones que son parte de un colectivo de servicio invisible, estructurado de formas y maneras que se dejan ver en el quehacer de sus integrantes en el plano físico.

Hechas estas salvedades, solicitamos que los humanos expandan su conciencia y desde su más alto nivel de libertad espiritual, perciba que la humanidad acaba de instaurar en el plano físico al dignatario de más alto rango en la Tierra. Él es un representante del centro de mando que se conoce en los planos internos como el gobierno planetario. A partir de ahora ocupará un lugar visible en la Tierra un regente de la Gran Orden Mundial a través de la personalidad de Barack Hussein Obama.

Comprendan que este lemuriano no es el Presidente de los EE:UU de América, aunque las formalidades así lo proyecten en el mundo de las apariencias. B. Obama ha sido instaurado como el primer regente del gobierno del planeta Tierra. La evidencia de su presidencia global quedó expuesta en la concertación de millones de personas, provenientes de todos los colectivos humanos del planeta, cuyas energías se implicaron en una elección que los procesos físicos indicaban era el proceso interno de un país en el Norte de América. La evidencia de esta primera presidencia global desató la celebración mundial más grande que jamás se haya visto en la tierra y que surgió de los corazones de millones de personas.

El gran espíritu humano dejó sentir su determinación de cambio y su capacidad para proyectar la fuerza interior colectiva de la humanidad. Los votantes que acudieron a las urnas lo hicieron en cumplimiento de su compromiso espiritual de manifestar en los planos físicos lo que ya era un hecho en los planos ocultos de la realidad terrestre.

Estamos hablando de acontecimientos espirituales en la Tierra, sobrehumanos, aunque no sobrenaturales. Estamos hablando de la configuración, concertación y sincronía de las energías colectivas planetarias más profundas que se ha producido hasta ahora. Estamos hablando de lo que veréis a partir del 2012, con una intensidad y recurrencia nunca antes vista. Estamos diciendo que el “milagro colectivo” se volverá recurrente en la vida diaria de la humanidad y con cada salto queda al descubierto que existe una nueva Tierra donde rige otra conciencia y que es habitada por nuevos seres humanos.

En el antiguo orden planetario, las energías implicadas en la elección de gobiernos y mandatarios surgían de los componentes humanos que habitaban la nación implicada. La posibilidad de que millones de seres humanos, desde las afueras de las fronteras nacionales, pudieran sincronizar sus energías y empujaran en una dirección quedaba fuera de toda consideración. La separación existente entre los seres humanos delineaba márgenes infranqueables y de esta manera cada proceso colectivo en los distintos lugares de la Tierra constituía un tipo de sistema cerrado en el que nada exterior podía entrar.

Para trabajar esta condición, la realización de servicios en los que se dirige la energía hacia los lugares del planeta que podrían necesitarlas se volvió parte del manejo espiritual de los colectivos conocedores de los mundos internos y del poder de la mente humana. Con el conocimiento de que la energía es magnetizada por los espacios resonantes, es rutinario que en los servicios espirituales se liberen energías con la encomienda de que viajen hacia las áreas del planeta necesitadas de asistencia.

(Esto es algo que hemos realizado en numerosas ocasiones en el transcurso de las meditaciones de Nuevas Lunas o de los Talleres de Alquimia Genética, hemos enviado energías a zonas conflictivas del planeta.)

Esta separación entre hermanos de la familia humana es la manera en que se expresó un tipo de configuración energética y constituyó la raíz de la intervención violenta de unos países en los asuntos de otros. La sincronización consciente de las energías globales en el plano físico con el objetivo de poner en marcha cambios favorables al gran colectivo humano no era posible en aquellos tiempos. En desesperación, unas naciones se abalanzaban sobre otras, urgiendo y exigiendo transformaciones que no alcanzan desde su particular visión del mundo.

(Si un israelí –pongamos por caso- se abalanza sobre un palestino y lo mata, lo más probable es que cuando reencarnen, ambos lo hagan en la misma familia, o que uno tenga que darle vida al otro, de esta manera aprenderán a amarse los antiguos enemigos. Cuando no somos capaces de amar al prójimo de forma voluntaria y consciente, las circunstancias pueden obligarnos a hacerlo a través del odio, con el sistema “al revés te lo digo para que me entiendas”. Lo mismo ocurre entre naciones, con el karma colectivo. Si dos facciones no se entienden, una forma de lograr que a la larga se armonicen es que se maten unas a otras.)”

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