Ejemplos de Terapias de Alquimia Genética

A petición de numerosas personas deseosas de saber cómo se desarrolla una terapia de Alquimia Genética, expondré a continuación un ejemplo muy revelador, a la par que muy hermoso.

La persona en cuestión solicitó la terapia debido a un problema de ataques de ansiedad y de pánico. Dijo haber estado ingresada en una clínica psiquiátrica en un par de ocasiones durante unas tres semanas, en momentos en que los síntomas se agudizaron. Contó que le trataron con tranquilizantes que disminuyeron su capacidad mental y le aletargaron pero que al cabo de un tiempo, las crisis volvieron a producirse...

Decidió entonces no volver a recurrir a las pastillas e intentó analizar los detalles de cada crisis, notó por ejemplo que le sobrevenían más fácilmente al frecuentar determinados lugares, o utilizando determinados medios de transporte, así que los evitó. Fue una maniobra de autoengaño que le funcionó en algunas ocasiones pero que le obligaba a esta urdiendo estrategias para saltarse las crisis a la torera.

A sabiendas de que si intentamos hacernos los sordos, la vida nos va subiendo el volumen, le pregunté si estas estratagemas le habían pasado factura y reconoció que sí, que había sufrido varios accidentes hogareños (caídas, resbalones, tirarse sin querer una olla de agua hirviendo en los pies etc…). Tras lo cual decidió acudir a la terapia. Al indagar sobre su historial transgeneracional, descubrí que otras dos personas de su familia, de una generación anterior, habían padecido el mismo problema. Suele ocurrir a menudo.

Antes de hacerle penetrar en su pueblo celular, le hice diluir los lazos kármicos con sus padres, permitiéndole de esta manera desactivar unas cargas psíquicas susceptibles de impedirle conectar a niveles profundos. El alma de esta persona debía sentir una gran ansia de reconexión porque en la primera terapia, y en la primera Capa de su ADN (trabajo con las 12 Capas) recibió una importantísima iniciación que le hizo emitir unos “ooooohhhhhh y aaaaaaahhhhhhhhh” que me hicieron sonreír porque pensé “menos mal que las personas que están en la sala de al lado me conocen y saben que soy seria porque podrían pensar lo que no es”.

Sintió como una bola de fuego le subía por el chakra 1 (pelvis) recorriendo todos sus chakras hasta alcanzar la coronilla, saliendo posteriormente disparada hacia arriba como si de un geiser se tratase. Describió cómo este potente estallido de luz fue envolviendo completamente su cuerpo. Experimentó un fuerte subidón kundalínico que hizo saltar los sellos de todos sus chakras, abriendo al máximo su percepción.

Me contó que al día siguiente iba subiendo en coche por la misma calle en la que tengo la consulta y tuvo la visión de miles de ángeles recorriendo dicha calle, como si todos los peatones se hubieran metamorfoseado en seres alados. Dijo que en cuanto llegó a su oficina, sintió que le invadía una oleada de amor, una potentísima vibración crística y que de forma discreta y sin comentarlo con nadie, empezó a repartir grandes dosis de ese amor entre todos sus compañeros de trabajo. El resultado fue que mejoró notablemente el ambiente, que la gente que antes le trataba de forma brusca dejaba de hacerlo, que todos se volvieron más amables.

Otro de los efectos de la terapia, para mi más importante si cabe, fue el siguiente, contado en primera persona: “Un par de días después de la terapia, salí con cierto estrés de mi casa, tenía cuatrocientas cosas que hacer, estaba sudando, sacando la lengua para llegar antes a los sitios, pero en un momento dado me paré y empecé a observarme, me di cuenta de que me estaba deslizando hacia la sombra.

Percibí que el ser estresado y ansioso que yo era antes se estaba manifestando e intentando dominar el cotarro, entonces pronuncié mi nombre sagrado y mi mantra de sanación (se los proporcionaron durante la terapia), me situé mentalmente en el Mont Saint Michel, llamé a los maestros y en seguida noté que mi otro yo, el amoroso, el calmado, el equilibrado, se hacía de nuevo con la situación. Me tranquilicé, empecé a notar de nuevo aquella sensación tan maravillosa de amor infinito por todo lo que me rodea, sentí que el mundo se ampliaba enormemente a mi alrededor.

Fue muy hermoso para mi porque me di cuenta de que, si bien sigo sintiendo un poco de ansiedad en determinados momentos, ahora sé cómo dominarla, ya no me domina a mi. Recuerdo que cuando hablaba con el psiquiatra, de forma reiterativa yo siempre le decía que se me había olvidado algo, que tenía que encontrar ese algo y que eso me angustiaba. Ahora sé de qué se trataba, lo que había olvidado era esa increíble sensación amorosa que me ha hecho sentirme tan a gusto conmigo mismo y con el resto del mundo.”

Pocas palabras se pueden añadir a un relato tan hermoso. En el transcurso de la segunda terapia, el Arcángel Miguel le entregó su espada y se la instaló en el chakra corazón. La espada es un símbolo de discernimiento que le permitirá saber en todo momento lo que le conviene y lo que no y le ayudará además a dominar su dragón interior, es decir sus sombras.

Huelga decir que esta persona estaba ya preparada para la maestría, le faltaban sólo unos flecos. Sus crisis de ansiedad no fueron más que una simple estrategia que se le ocurrió a su Yo Superior para obligarle a recordar su dimensión espiritual. Todos los casos (muy numerosos) que he tratado con estos mismos síntomas tenían exactamente el mismo origen: el olvido, la desconexión con el núcleo de uno mismo. Teléfono….mi casa…….ahí estaba el problema.

2 comentarios:

Sibila dijo...

¡Cualquiera le dice algo de tí, Solëika, a esta persona a la que tanto has hecho por ella!
En los tiempos en que estamos y que tengamos que acudir a otros métodos o terapias allende la medicina académica... ¡Hay que ver!
No, si esto de la TAG es algo más serio de lo que parece y además, muy eficaz.
Gracias.

Isis dijo...

Hola, soy una personalidad, cada vez más, enamorada de la vida lunar.
La figura de la Diosa en la TAG es un símbolo muy relevante porque la diosa interior solo se hace patente cuando se accede con la intuición: no es posible con la mente racional.
La TAG es una técnica muy avanzada, la que más hasta ahora que yo conozca en los inicios de 2016.
Jung la hubiera envidiado sanamente, o bien, admirado que valdría decir.
Feliz Año.

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