Atreverse, esa es la cuestión

“Hasta que uno no se compromete, está la duda, la posibilidad de retroceder, siempre sin provecho. Por lo que se refiere a todos los actos de iniciativa y de creación, hay una verdad elemental cuya ignorancia mata un sin número de ideas y de planes espléndidos: en el momento en que uno se compromete de veras, no como acto impulsivo, la Providencia también actúa...

Para ayudar a uno, ocurren todo tipo de cosas que, sin decisión, no ocurrirían jamás. Toda una corriente de acontecimientos se desprenden de la decisión, provocando a favor de uno todo tipo de incidentes imprevistos, encuentros y ayuda material que nunca nadie hubiera soñado que sucedieran. Cualquier cosa que puedas soñar, que puedas hacer, empieza a hacerla. El atrevimiento conlleva genio, poder y magia.”

W. Goethe

Hoy me ha llegado por mail este texto sobre el compromiso y las iniciativas; es de Goethe pero podría haber sido redactado por cualquier estudioso de la Cábala. En efecto, ésta nos dice lo mismo pero desde otro prisma: cuando uno pone en marcha la voluntad, que es la primera esfera del Árbol Cabalístico: Kether, de forma automática se moviliza Hochmah, el centro número dos, cuya esencia es la providencia activa y que representa las ayudas que la vida nos va a facilitar para llevar a cabo nuestros propósitos. Pero ese centro providencial sólo mueve ficha si antes uno ha puesto la voluntad en el tablero, en ese sentido la voluntad, la intención, es como la llave que enciende el motor, es la chispa que prende la pólvora. Sin ella, nada ocurre.

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