Experiencias y reflexiones sobre los Talleres de Alquimia Genética

Por Soleika llop

Esta es una nueva sección en la que compartiré con los lectores experiencias que han sido vividas por los asistentes a los Talleres de Alquimia Genética o por los pacientes de las terapias, así como las preguntas o dudas más frecuentes. Añadiré, asimismo, reflexiones que vayan surgiendo sobre todo ello, que pueden ser de utilidad para quienes hayan asistido a estos trabajos pero también para las personas interesadas por la simbología.

1. Experiencias del Taller 3 de Alquimia Genética

En los talleres nº 3 de Alquimia Genética que impartí este fin de semana (los días 1 y 2 de septiembre) hemos trabajado con la capa 1 del ADN, que es la capa biológica que contiene todos los patrones que hemos heredado de nuestros padres y ancestros. Contiene también la predisposición a heredar enfermedades. Aunque, lo que he podido comprobar es que no se heredan enfermedades sino los patrones psicológicos susceptibles de desembocar en determinadas patologías.

Cada capa del ADN tiene 12 niveles. En este Taller, nos hemos centrado ene l nivel 2, o sea, en la 1.2, en la que se encuentran los posibles patrones heredados que obstaculizan el acceso a la prosperidad. Elegí este tema porque es uno de los que más preocupa a la gente en general.

Al indagar (en meditación profunda) sobre los patrones que limitan su acceso a la prosperidad, una de las asistentes vio la imagen de su padre, cuando era jovencita, diciéndole "Tú no vales para nada, nunca conseguirás nada en la vida".

Hicimos una invocación a la Gran Dama Lunar, un poderoso arquetipo de la psique que custodia los archivos kármicos y le pedimos que borrara todos los mandatos, placas neuronales, patrones, relacionados con los obstáculos a la prosperidad. Entonces esta persona visualizó cómo la Dama Blanca recogía toda la energía relacionada con las experiencias que tuvo con su padre y la transformó en una perla.

En efecto, nuestras experiencias desagradables se transforman en joyas cuando somos capaces de transmutarlas y quedarnos sólo con el poso de sabiduría que contienen. En este caso, se trataba de que la interesada comprendiera que en realidad lo que hizo su padre fue empujarla a ser una luchadora, a demostrar de lo que era capaz, a salir adelante por sus propios medios.

Por otro lado, le hizo de espejo al reflejar una tendencia de ella a menospreciar. Le sugerí que se preguntara si en algún momento había infravalorado a alguien y se dio cuenta de que lo había hecho sobre todo consigo misma. Al tomar conciencia de todo ello y rectificar, estas experiencias se transforman en joyas, en perlas de comprensión.

En el transcurso del Taller, los asistentes, tras realizar unos ejercicios determinados, visualizaron un cofre que contenía la clave de acceso a su prosperidad. La persona antes mencionada contó que vio un cofre lleno de perlas y le dieron un hilo de luz (dentro de la meditación profunda) para engarzarlas todas.

Le estaban diciendo con esto que para conseguir que su prosperidad fluyera plenamente, tenía que transformar en perlas todas sus experiencias traumáticas y unirlas con un hilo de luz, es decir, de conciencia.