Cómo recuperar la energía : el regreso a casa
Todo lo que existe en el universo está vivo y está dotado de energía. Podemos averiguar si estamos conectados con esta energía por ejemplo a través de nuestro sentido de la belleza. Hagámonos la pregunta ¿Hay belleza a nuestro alrededor? ¿Somos capaces de percibirla? El grado de belleza que somos capaces de ver es la cantidad de energía divina que recibimos de nuestro interior.
La energía sagrada procede de nuestra conexión con aquello que hay de divino en nuestro interior. Cuando somos capaces de percibir la belleza que hay en el otro, en cualquier ser, circunstancia, situación u objeto que tenemos a nuestro alrededor, nos conectamos a nuestra batería particular, a nuestro generador central de energía. Si nos alejamos de él, se produce una desaceleración y entonces nos vemos obligados a gastar una gran cantidad de energía para realizar las tareas más sencillas.
En cambio si nos acercamos, nos recargamos. A cada vez que volvemos a “casa”, es decir, al mundo femenino de la psique, del alma, nos fortalecemos. Cuando el alma vuelve a su hogar (la psique, el mundo subterráneo) tras haber bregado por los mundo del ego, tiene que hacer lo mismo que las sacerdotisas de Avalon , rasgar la cortina, el velo que separa el mundo físico del mundo etérico. Y esto se puede lograr con determinados mantras, con rituales de luz e invocando a los guías angélicos.
Cuando no hay conciencia, la vida no fluye, nos quedamos sin energía, sin fuerzas. Y para que haya conciencia, tiene que haber integración de lo masculino con lo femenino.
Aprovechar el momento de la menstruación .
Durante la menstruación, el espesor de la membrana que separa el inconsciente del consciente se reduce, las mujeres se acercan a su propia fuente de conocimiento; los sentimientos, recuerdos y sensaciones que normalmente están bloqueados penetran en la conciencia más fácilmente, es el momento de buscar unos instantes de soledad, de tranquilidad para meditar y conectar con el propio núcleo. Clarissa Pinkola opina que buena parte de los trastornos premenstruales de las mujeres modernas son una consecuencia de su necesidad insatisfecha de dedicar el tiempo suficiente a revitalizarse y renovarse, a conectar con su alma. En muchas tribus, las mujeres que menstruaban eran consideradas impuras y obligadas a alejarse del poblado hasta que terminaban, muchas veces abandonaban el poblado cabizbajas pero en cuanto las perdían de vista, rompían repentinamente a bailar y se pasaban el resto del camino riendo.
¿Cómo se invoca al alma?
Hay muchas formas de hacerlo, por ejemplo a través de una actividad creativa artística, a través de la música, el canto, la escritura, la danza, la composición musical, la plegaria, las visiones hermosas (una puesta de Sol, mirar las estrellas), el rito, la contemplación, el silencio y sobre todo a través de la meditación. Todas esas actividades son llamadas psíquicas que hacen salir el alma de su morada. Pero incluso se puede lograr en medio de un bullicio o de una reunión de trabajo, recurriendo a la creación de un espacio psíquico, un refugio, lo que Pinkola llama un “bosque plegable”.
Vamos a practicarlo
Cogemos 10 papelitos, inscribimos en cada uno un número, del 1 al 10, los plegamos de manera que no veamos lo que está escrito. Los guardamos en un montoncito a nuestra izquierda. Cogemos otros 17 papelitos, en cada uno de ellos inscribimos las letras A, B, C, CH, D, E, F, G, H, I, J, K, L,LL,M,N,O. Los plegamos de manera que no se vea lo que está escrito. Los guardamos en una segunda bolsa o bien en un montoncito a nuestra derecha.
- Respirar 9 veces profundamente y hacer 3 respiraciones provocando una hiperventilación.
- Imaginar un lugar de ensueño en el que nos gustaría recluirnos para descansar, palparlo, sentirlo, con todos sus detalles, si es en una playa, intentar sentir el vaivén de las olas sobre la playa, si es una montaña, intentar sentir la brisa fresca o percibir la ligereza o pureza del aire en el lugar, amueblar la imagen con todo lujo de detalles.
- Una vez hemos creado el entorno con nuestra imaginación, vamos a imaginar que construimos un refugio, pensamos en los materiales que vamos a emplear, madera, paja, cemento, cristal, piedras, barro etc... Lo construimos y lo amueblamos a nuestro gusto. Buscamos el rincón que más nos guste, puede ser una alfombra mullida, un rincón de un salón con muchos cojines, una cama, una buhardilla etc...
- Nos instalamos mentalmente en ese rincón y desde allí invocamos la presencia de nuestro ángel (si lo conocemos, lo invocamos por su nombre) o de nuestro guía habitual y si no lo conocemos simplemente lo llamamos, pidiendo su presencia, pedimos la presencia del guía que más asiduamente esté trabajando con nosotros. Le pedimos que nos inspire un número del 1 al 10, que corresponde a nuestro nivel actual de vitalidad. Y escogemos un papelito del montoncito a nuestra izquierda. Lo guardamos, sin abrirlo de momento.
- Ahora le preguntamos al guía o ángel a qué letra/sector de nuestra vida corresponde la mayor fuga de energía, y elegimos un papelito del montoncito de la derecha.
- Miramos los papelitos. Si obtenemos el número 1, indica que nuestro nivel de energía está bajo mínimos, alarma roja, es urgente reponer carburante. Si sale el número 10 es que nos hemos tomado la poción mágica de Asterix, estamos en plena forma. Si sale 5 es fifty-fifty.
A : madre
A : madre
B : pareja/socios
C : amistades
CH : la actividad sexual
D : trabajo
E : ocio
F : hijos
G : TV
H : ordenadores o juegos virtuales
I : alimentación
J : preocupaciones materiales
K : hermanos
L : vecinos
LL : el deporte
M : Las rabias, rencores, odios, resentimientos, victimismos, tristezas
N : la locuacidad
O: contradicciones, luchas interiores, incoherencias.
Podemos repetir este pequeño juego a cada vez que nos invada el cansancio, de esta forma sabremos a qué es debido. La meditación será mucho más profunda si se siguen los pasos indicados en el apartado “meditación” del artículo “El azúcar o el hambre de cariño”, del blog.
Es importante que recordemos bien las características de nuestro refugio porque a partir de ahora éste será nuestro rincón de paz, nuestro “bosque plegable” el espacio psíquico al que podremos acudir, aunque sea por espacio de breves segundos, para relajarnos y recargar energías.
Actividades que producen cansancio
Hablar más de la cuenta
Un principio socrático aconsejaba reflexionar, antes de hablar, y preguntarnos si lo que vamos a decir es útil, bello y verdadero y si no cumple alguno de estos tres requisitos es que no vale la pena decirlo. Hablar produce un gran desgaste energético. Dice Trigueirinho que la locuacidad es uno de los mayores obstáculos para el conocimiento superior, hablar innecesariamente desequilibra el éter planetario y las vidas elementales que en él existen y además, inhibe la acción del mecanismo de contacto interior, que no necesita palabras para manifestarse. El gurú Maharishi dijo a este respecto que el silencio no significa cerrar la puerta a la comunicación sino abrirla de par en par.
La mala alimentación
Existen alimentos que redundan en nuestra longevidad y mantienen elevado nuestro nivel de energía, y otros que nos desgastan. A simple vista, parece que seamos materia pero en último análisis, somos modelos de energía pura que vibra. Todo lo que introducimos en nuestros cuerpos afecta nuestro estado vibracional. Toda enfermedad es el resultado de una disminución de la energía vibracional. Cuando un cuerpo muere, las células pierden inmediatamente su vibración y se vuelven químicamente muy ácidas. Este estado ácido es la señal para los microbios (virus, bacterias, hongos) de que ha llegado el momento de descomponer el tejido muerto en cuestión.
Cuando ingerimos comida, esta se metaboliza y deja en nuestro cuerpo unos restos o deshechos que pueden ser de naturaleza ácida o alcalina, según el alimento. Si son alcalinos, el cuerpo los elimina rápidamente con poca energía pero si son ácidos son muy difíciles de eliminar y quedan almacenados en estado sólido en órganos y tejidos bajo formas cristalinas de baja vibración que crean obstáculos o rupturas bruscas en los niveles vibratorios de nuestras células. Entonces aparecen los microbios para descomponer los ácidos. Si estando vivos creamos este estado ácido, que es el propio de los organismos muertos, sufrimos el ataque de los microbios. Los investigadores están llegando a la conclusión de que todas las enfermedades se generan de un modo u otro por la acción microbiana. Pero los verdaderos causantes de la enfermedad no son los microbios sino el estado de acidez. El ácido coagula la sangre, la vuelve espesa, lo cual provoca una mala circulación y el envejecimiento.
Un elemento que cede un electrón queda cargado positivamente, es lo que hacen los minerales alcalinos. Un elemento que atrae electrones de otro elemento queda cargado negativamente, es lo que hacen los ácidos. De ello podemos deducir que quienes se dedican a absorber energía de los demás (por ejemplo a través de las farsas de poder ), quienes pretenden sobre todo recibir antes que dar, crean acidez. Lo ideal es que haya un equilibrio entre el dar y el recibir, entre lo alcalino y lo ácido. Cuando un cuerpo produce un exceso de ácidos, como por ejemplo el ácido sulfúrico, el organismo absorbe calcio de los huesos y lo convierte en sulfato de calcio, que es una sal ácida más aceptable. Por lo tanto, se deduce que la acidez favorece la osteoporosis. Si tomamos potasio y sodio (componentes del agua alcalina, ver Alkalife en Internet), liberan el calcio perdido y este regresa a los huesos. Conviene pues tomar agua alcalina para reequilibrar el organismo.
La acidez no proviene solamente de los alimentos, sino también de los estados de estrés, de la rabia, el rencor, la crítica, el miedo, la duda, la desconfianza, la falta de fe, el odio, la tristeza. Por consiguiente, aunque nuestra alimentación sea muy sana y natural, si cultivamos este tipo de actitudes, nuestro organismo creará deshechos ácidos. La acidez hace que el ADN se contraiga, se estreche y que se apaguen muchos de sus códigos, provoca una serie de reacciones químicas que deshacen su estructura geométrica, su código original y nos referimos tanto al ADN espiritual como al físico. Esta desconexión hace que nuestros distintos órganos no estén coordinados, que no se envíen información unos a otros y que no se puedan ayudar mutuamente en caso de necesidad. A niveles más profundos, dicha desconexión hace que la energía/información no fluya correctamente, no la asimilamos y entonces tendemos a hacer las cosas al revés, a tomar decisiones que nos perjudican, a no saber evaluar las oportunidades etc.. Hace 50 años el equilibrio en el ser humano era de un 30% de acidez y un 70 de alcalinidad, ahora es al revés.
Un terreno ácido es una puerta de entrada en nuestro sistema energético a las fuerzas del bajo astral. Un terreno alcalino es una puerta de entrada a las fuerzas angélicas.
La acidificación provoca una disminución de la energía, por tanto cansancio, como consecuencia sentimos apetencia de alimentos ácidos (alcohol, hidratos de carbono, cafeína, teína etc..) para provocar un subidón de energía, pero al tratarse de una recarga artificial, luego nos pasará factura y esto es como un círculo vicioso, un pez que se muerde la cola. Recurrimos a ella cuando no sabemos recargar las pilas conectando con nuestro núcleo.
Alimentos que dejan residuos ácidos :
-Los muy elaborados,los refinados, los dulces, carnes, embutidos, harinas, bollos, el alcohol, el café, las frutas más dulces, bebidas de cola
Alimentos que dejan residuos alcalinos :
El magnesio, las hortalizas frescas, los zumos, las verduras, las frutas, sobre todo el aguacate, la uva, el limón.
Mantener relaciones sexuales con varias personas a la vez
Cuando mantenemos relaciones sexuales con una persona, nuestras auras se mezclan y este efecto suele mantenerse durante unas 48 horas, si la persona viene muy cargada astralmente, si tiene conflictos y bloqueos emocionales, nos los traspasa. Si nuestra pareja ha estado con otra persona en las 48 horas anteriores también nos traspasa la astralidad y conflictos de su partenaire. Si mantenemos relaciones físicas con varias personas a la vez corremos el riesgo de perder nuestra integridad, por esto tantas personas se sienten exhaustas después de hacer el amor en estas condiciones. Las relaciones promiscuas con varias personas son aconsejadas o fomentadas en determinadas sectas para hacer perder la identidad a los adeptos y hacer que se vuelvan manipulables.
Ser un adicto a la caja tonta
Los televisores generan a su alrededor un flujo de energía negativa que puede extenderse hasta una distancia de 18 m, cuanto más cerca estemos del aparato, más condensada estará la energía. Esta energía negativa se acumula como un mar de fibras magnéticas que puede adherir al sistema de chakras y a la estructura ósea de las personas, produciendo una acumulación de energía negativa. El campo vibratorio del televisor nutre a las entidades astrales, que se instalan dentro de sus circuitos, alimentándose de estas energías. Si una persona está mirando una película que inspira miedo, terror, ansiedad o tensión (vibraciones todas ellas de frecuencia lenta) y empieza a experimentar esas sensaciones, su cuerpo emitirá una vibración de frecuencia lenta.
Puesto que los semejantes se atraen, esta vibración lenta será captada y amplificada por la vibración negativa procedente del televisor. El efecto será doble: la tensión del cuerpo se acentuará y eso suele traducirse en ojos irritados, cansancio, y a la vez la química del cuerpo resultará afectada. En segundo lugar, las entidades astrales inferiores instaladas en el televisor estarán en condiciones de alimentarse de las emociones de la persona y extraer energía de ella. Esta es la razón por la cual la gente suele sentirse agotada e incapaz de levantarse del sillón después de una sesión prolongada delante de la TV. Uno se puede proteger poniendo un cáctus o un mineral encima del televisor o llevando un octágono pero la mejor protección es no abrirlo o si no queda más remedio, lo aconsejable es desapegarse emocionalmente de lo que estamos viendo. Un baño con sal ayuda a eliminar la energía negativa.
Preocuparse en vez de ocuparse
Preocuparse es ocuparse antes de hora y representa un gran gasto energético. Vivir las películas de los demás y pretender ser un Mac Giver en las vidas ajenas cuando nadie nos lo ha pedido también desgasta mucho. Por ejemplo hay personas que se pasan la vida metiendo la nariz en los asuntos de los demás, y a veces lo hacen para buscar inconscientemente un reconocimiento ajeno, o sea energía ajena porque no se han reconocido y valorado a si mismas, es además una forma de huir de sus propios conflictos, es algo que practican mucho los políticos y activistas en general. Muchas veces estas personas que sobre actúan se quejan de que nadie reconoce sus méritos, que no les agradecen lo que hacen, y esto puede ocurrir cuando su intención primigenia no es pura, cuando se trata de una farsa de poder.
Dejarse absorber por los vampiros energéticos
Un vampiro energético es una persona que busca que le presten constante atención por nimiedades. Estamos constantemente intercambiando energías pero una cosa es entregarla voluntariamente a alguien que la necesita (por ejemplo en un acto terapéutico o cuando atendemos a un amigo que nos pide consejo, o cuando atendemos a nuestros hijos) y otra muy distinta es que nos la absorban sin que lo deseemos, por ejemplo cuando alguien nos pilla en la cola del supermercado y nos cuenta sus problemas con todo lujo de detalles. En el momento en que nos involucramos emocionalmente en el asunto, tomando partido por una u otra persona, cuando hacemos nuestro el problema, se produce en nosotros una desaceleración, una pérdida de energía que va a parar a nuestro interlocutor. Esto lo suelen hacer las personas que no han hallado su propia batería, que no saben conectar con su fuente. Pero como nunca nada ocurre por casualidad, si estamos siendo sometidos a este tipo de personas y nos molesta, significa que nosotros también estamos haciendo lo mismo por otro lado. Se trata de reflexionar y pensar con quién y en qué momento.
El síndrome de fatiga crónica
A partir de los años 80 la ciencia médica de los EEUU empezó a prestar atención a un nuevo cuadro clínico con gran variedad de síntomas, se le ha dado el nombre de síndrome de fatiga crónica, ya que en todos los casos la constante era el agotamiento de los pacientes. Este trastorno recibido otros nombres :
- encefalomielitis myálgica- Firbromyalgia- Síndrome de agotamiento postviral- Síndrome de fatiga post infecciosa- Síndrome de cansancio por infección inmunitaria
Pero también se le podría llamar :
- Síndrome de los mutantes- Síndrome del ser crístico- Síndrome del hombre nuevo
Por las dificultades en el diagnóstico y el desconocimiento de las terapias apropiadas, los pacientes de SFC pertenecen al grupo llamado “doctor shopping” porque van de un médico a otro, de una terapia a otra, consumiendo gran cantidad de productos de todo tipo, sin ningún resultado. Los médicos desconocen las causas de esta enfermedad. En el archivo de la O.M.S. figura inscrita con el código G 93.3. Estas cifras suman 6 que para la Cábala es el número de la concienciación. El séfira nº 6 en el Arbol Cabalístico es Tiphereth, el centro energético que representa el corazón del Árbol, que corresponde al chakra 4. Y en efecto este es un proceso que lleva al despertar del ser crístico.
Muchas personas que padecen el SFC se han lanzado al consumo de anti-depresivos, somníferos o estimulantes con muy pocos resultados satisfactorios. La medicina vibracional es lo más indicado en estos casos y todo aquello que contribuya a incrementar la paz interior y la serenidad. Por ejemplo la meditación, los paseos al aire libre, la exposición (controlada) a los rayos solares, alejarse del ruido y de las situaciones estresantes y aportar al organismo el máximo de descanso. Un punto importante es la plena aceptación del proceso, sentir y expresar gratitud hacia él por permitirnos despertar nuestra conciencia.
Incoherencias, luchas y divisiones interiores, el síndrome de Penélope
El síndrome de Penélope es el de la persona que emplea determinadas energías para ir en una dirección y otras para ir en el sentido contrario, es la que desteje por un lado lo que ha tejido por otro. Cuando damos un paso o tomamos una decisión sin estar del todo convencidos de lo que estamos haciendo, cuando una parte de nuestra psique apoya la decisión y otra no, se establece en nosotros una lucha, un tira y afloja a través del cual perdemos mucha energía.
En resumen, para mantener un buen nivel de energía es preciso “volver a casa”, a Avalon, acudir a nuestro refugio con cierta frecuencia, lo ideal sería hacerlo todos los días durante unos minutos, el tiempo justo para recargar las pilas.
Para saber más
- La Undécima Revelación de James Redfield Ed. De bolsillo- Artículos sobre Alkalife del Dr. Sang Whang- Nuevas Energías David Cousins Ed. Robin Book- Las Nieblas de Avalon Marion Zimmer Bradley Ed. Salamandra
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