La vida es fácil…si uno quiere

José Luis tuvo un nacimiento problemático, así que le sugerí que lo reprogramara, imaginando que al salir del vientre de su madre se desplegaba un tobogán de luz,  al término del cual lo recogían unos ángeles que lo depositaron sobre el pecho de su mamá. Un par de semanas después, en nuestro segundo encuentro, le pregunté si había notado algún efecto.

Tengamos en cuenta que la forma en que nacemos determina la manera en que iniciamos cualquier iniciativa, sea personal, laboral, amistosa etc.


Y he podido comprobar en infinidad de ocasiones que, por ejemplo, las personas que nacen con fórceps, al iniciar cualquier aventura, tienen la sensación de que no podrán solas, que necesitarán ayuda, que todo es muy complicado. Esto es exactamente lo que le pasó a José Luis.

Su respuesta me sorprendió, por su originalidad. Me contó que se le había ocurrido utilizar esta imagen, la del tobogán, para aplicarla a situaciones cotidianas. Por ejemplo, cuando tiene que aparcar en una zona difícil, piensa en el tobogán y encuentra donde colocar su coche en los lugares más inverosímiles.

Contó asimismo que tuvo que acudir al Tribunal médico para solicitar una prolongación de su baja por enfermedad. Para él era una situación delicada, no las tenía todas consigo, así que aplicó de nuevo la imagen del tobogán. Y funcionó, se encontró con una doctora que parecía un ángel, que se emocionó con él al oír su historia, y que encima le dio un gran abrazo cuando se despidieron. Algo totalmente insólito.

En mi libro Alquimia Genética, me referí a esas imágenes mentales como las MIR (mental image ressource) o recurso de imagen mental, un término curioso y genial que se le ocurrió a mi hermano Tristán.

Quien lea estas líneas y haya tenido un nacimiento difícil, puede probar con la reprogramación, es algo muy sencillo, hay que repetirlo nueve días seguidos. Y luego aplicarlo a su día a día, como lo hizo José Luis.

Soleika Llop