El libro Habla Seth, I, dice en su página 84: “El ser multidimensional no puede actuar dentro de la realidad 3D hasta que consiga materializar en ella una porción de sí mismo. En la medida en que permitáis que las intuiciones y el conocimiento del ser multidimensional fluyan a través del ser consciente, no sólo actuaréis en vuestro papel con más eficacia, sino que añadiréis nueva energía, intuiciones y creatividad a la totalidad de la dimensión.”
El ser multidimensional o Yo cuántico, el que vive y actúa desde el campo de inteligencia no local, necesita que lo anclemos en nuestro entorno cotidiano, lo cual equivale a crear un puente entre ambas dimensiones. A partir de ahí es cuando puede empezar a actuar. Para obtener un fruto cualquiera, primero hemos de plantar la semilla en la tierra, así de sencillo. Es como poner la primera piedra de un edificio, pero ¿cómo podemos realizar este anclaje?
Una forma de hacerlo es conectar con él, por ejemplo haciendo un viaje cuántico en busca del momento más feliz de todas nuestras existencias, y una vez encontremos el personaje –este es un ejercicio que se realiza a través de la Alquimia Genética- le preguntamos qué sabe hacer. Y procuramos insertar esto en nuestra vida cotidiana, realizando un gesto, una actuación como si fuéramos ese ser. Al hacerlo, permitiremos que entre en nuestra “casa” su esencia, su perfume, su sello. Si repetimos a menudo la operación, consolidando esta nueva vía neuronal, iremos ensanchando las vías de comunicación con ese Yo cuántico, y esto le permitirá actuar de forma cada vez más ágil y fluida en nuestra realidad 3D, instalando en ella toda su magia, y entonces dicha realidad se transformará en una sopa de sincronicidades y oportunidades, en un patchwork armónico y artístico.
Soleika Llop
No hay comentarios:
Publicar un comentario