Winds of change


Desde principios de año, o desde incluso un mes antes, siento una palabra que revolotea por doquier, como una mosca veraniega, impregnando mi realidad, y esa palabra es: CAMBIO. Me pasa algo curioso, tengo la sensación de que todas las áreas de mi existencia –trabajo, relaciones, alimentación, forma de organizarme, horarios, actividades de todo tipo etc.- están haciendo cola, guardando el turno para que les lleguen esos vientos de cambio. Y yo les digo que vayan cogiendo número de forma civilizada y sin empujones, porque es complicado atenderlas a todas a la vez. A veces percibo cierta algarabía porque cada una de esas áreas es consciente de su importancia y cree merecer el primer puesto de la fila.


Me gustaría compartir algunos cambios ligados a mi actividad profesional, ya que los de las otras áreas son muy personales y no pienso dejaros entrar así como así en mi intimidad, faltaría plus…

Siento que he hecho muchos esfuerzos por cartografiar los territorios psíquicos, para crear vías de acceso al firmamento de cada ser, para poner postes indicadores y GPS que permitan moverse por las más altas esferas. Ahora me toca poner una pica en el Flandes más terrenal, no es que no lo haya hecho hasta ahora pero creo que tengo que enfatizar mucho más esa bajada a las bases de la pirámide.

Me gustaría pues invitar a los lectores del blog que han conectado alguna vez con la Alquimia Genética a preguntarse –y a contármelo si les apetece- en qué medida ha cambiado su vida, si han notado una mejoría en sus relaciones, en su salud, en su trabajo o en su realidad en general. En qué medida han sabido plantar en su tierra personal las semillas de amor, sabiduría, comprensión, alegría, empatía, solidaridad que han recogido en su cielo, o en su acceso a las ciudades de luz. Porque, no nos engañemos, si por un lado sentimos que somos miembros de una familia de luz celestial y por otro somos incapaces de entendernos con los miembros de nuestro clan (familia, amigos, enemigos..) terrenal, ¿a qué estamos jugando?

El hecho de emprender un camino espiritual y de apertura de conciencia no puede representar una evasión de nuestros retos cotidianos. De lo contrario, nos dejaremos atraer hacia los lodazales de la incoherencia, y todo cuanto hagamos, en cualquier área de nuestra vida, quedará impregnado, empapado y mancillado por ese lodo.

Dicho de otro modo, la incoherencia se manifestará en nuestra área profesional, en la relacional, en nuestra forma de alimentarnos o de cuidar de nuestro cuerpo. Y ello se puede traducir por ejemplo en el consumo de sustancias que nos perjudican, incluso a veces con plena conciencia. Como el consumo de fármacos, que nos arreglan por un lado y nos fastidian por otro (ahí está el capítulo aparte de las enfermedades iatrogénicas).

Otra consecuencia de esa incoherencia puede ser que no acabe de llegar la abundancia a nuestra tercera dimensión. Recordemos que el oro es luz cristalizada, densificada. Cuando no fluye el dinero, puede ser porque nuestras tuberías están llenas de sarro, generalmente emocional y porque no hacemos patente esta luz en la realidad práctica. Quienes hayan leído mi libro sobre Alquimia y quienes estén trabajando con las Capas de su ADN sutil pueden preguntar por ejemplo (apuntando en doce papelitos los números del 1 al 12, plegándolos y eligiendo uno): “¿Cuál es el área de mi vida que está frenando mi economía? Si sale el nº 4, sabremos que las incoherencias se sitúan al nivel de la familia, el hogar, los ancestros o la relación con la madre. Podemos afinar más escribiendo estos conceptos en otros papelitos y elegir uno de ellos. La imaginación al poder. Nuestro Yo angélico, al percibir, emocionado, ilusionado, maravillado y encantado, que estamos buscando respuestas, nos las hará llegar a la mayor brevedad.

Un buen ejercicio podría ser imaginar, antes de levantarnos, que ese Yo angélico baja a la tierra y realiza un acto de amor en 3D, en una de las áreas de nuestra vida. Y podemos tomar nota del acto en sí y luego de sus repercusiones en el entorno, creando así un cuadro de excelencias cotidianas. Cuando, al cabo de un mes, repasemos esas notas, nuestra auto estima habrá subido unos cuantos enteros, y ello constituirá algo parecido a una cuenta bancaria de energía positiva. Es importante tomar nota, porque solemos olvidar los pequeños detalles cotidianos, y además así les damos cuerpo, los densificamos más.

Sugiero unos posibles actos de amor:

- Hacia nuestro hogar: quitar las malas hierbas a las macetas, o limpiar ese trastero repleto de objetos inútiles, vetustos o inservibles, que guardamos por si acaso, o porque me los regaló mi abuela, que en paz descanse, y me sabe mal prescindir de esas reliquias, no vaya a ser que la abuela se mosquee, desde el limbo. Esos objetos que representan tendencias igual de obsoletas, vetustas o inservibles pero a las que permitimos que ocupen un lugar en nuestra casa-psique. Tener nuestra casa ordenada y limpia.

- Hacia nuestro cuerpo: preguntarle si le conviene tal o cual alimento, mimarlo, echarle piropos, darle baños de esencias etc.

- Hacia nuestra oficina: podría ser ponerle flores, o, mejor aún, intentar percibir la flor/belleza que hay en ese compañero/a que se empeña en meternos el dedo en el ojo todos los días, para ver si cambia de una vez nuestra visión de las cosas. O intentar percibir la luz que se esconde detrás de ese jefe déspota o prepotente que nos hace el inmenso favor de reflejar nuestro propio despotismo o prepotencia.

Cada vez que seamos capaces de percibir la flor en medio del campo de cardos, podríamos dibujarla en nuestro cuaderno de notas. Y tal vez acabemos creando un jardín botánico. Al cuñado, lo transformo en un tulipán, a mi compañero/rival, en una margarita, al jefe en una rosa, a mi suegra en un jazmín…

Otra manera de traer el cielo a la tierra es buscar la luz que se esconde detrás de cada noticia aparentemente negativa, porque ello nos ayudará, por extensión, a hacer lo mismo de cara a nuestra propia existencia. Es algo que he practicado muchas veces desde estas páginas, pero que conviene promover mucho más.

Por ejemplo al despertarme la mañana del 6 de enero conecté con mi maestría interior y le pregunté cómo entender que el día anterior un niño muriera aplastado por una de las carrozas de los Reyes Magos. Estaba intentando percibir la luz que se agazapaba detrás de aquella sombra tan dramática. Y eso fue lo que salió:

“El mensaje está conectado con el exceso de artificio que se produce en estas fiestas, esa almita se prestó a provocar una reflexión sobre ello. Los tres Reyes Magos son las energías del triángulo primordial (Kether-Voluntad, Hochmah-Amor sabiduría y Binah-Inteligencia activa), que vienen a dar la bienvenida y a ofrecer sus dones al Yo crístico naciente para que se desarrolle partiendo de bases sólidas. El excesivo alejamiento de las verdades profundas crea un artificio que acaba aplastando a las nuevas tendencias de la psique, aplasta la frescura, la inocencia, la espontaneidad (representada por el niño que murió). Es lo mismo que querer estimular eléctricamente la memoria para mejorarla, es burlarse de la maravillosa máquina que es el cerebro humano, eso tiene consecuencias.

Uno no se puede mofar impunemente de la naturaleza, es como cuando desvías el curso de un río para construir casas encima, un día u otro el agua volverá a su cauce y lo anegará todo. Una cosa es representar un belén viviente recreando las escenas del nacimiento crístico y otra muy diferente es montar ese circo artificial de luces, ruidos, colores chillones y falsos brillos, buscando cada año el más difícil todavía y creando ingenios técnicos cada vez más complicados para embelesar a niños y mayores, alejándolos cada vez más del auténtico simbolismo de estos eventos. Siempre hay y habrá almas dispuestas a haceros reflexionar.

- Desde luego, después de la última matanza en una escuela de EE.UU, la conclusión a la que llegaron los dirigentes de la asociación del rife es que todos los niños y maestros deberían ir armados al colegio. De igual modo, la conclusión que sacaron del atropello mortal del niño en la cabalgata de Granada es que en años sucesivos, conviene vallar todo el recorrido, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

- Bueno, eso genera que ese tipo de sucesos se vaya repitiendo, hasta que por fin se comprenda la enseñanza que subyace.”

Para finalizar, diré que me he propuesto hacer un barrido de incoherencias, que las tengo, como todo hijo de vecino. Les deseo una feliz fiesta floral.

Soleika llop



2 comentarios:

Sibila dijo...

Pues estamos apañados si en el país de los ciegos el tuerto sigue siendo el rey.
La verdad Solëika, que tu artículo es muy bueno porque invita a reflexionar.
En este sentido, tu oferta sugiere un cambio de actitud, sugieres el regreso a una vida sencilla y tranquila, a estar atentos a los detalles básicos de la vida, y sobre todo, dentro de un grupo social.
De modo paralelo, la mente "ego" te lo va a poner todo de tal manera que tendrá que ver para creer.
¿Qué se puede hacer? No me voy a enrollar, te seré claro y contundente: "El ser humano, por mucho que se resista a creer lo contrario, es innatamente bueno en su naturaleza profunda". No es un axioma mi planteamiento, es una verdad viva que gracias a tu invitación podemos hacerla real por nosotros mismos a través de la experiencia y de modo fehaciente.
Todas las cosas están relacionadas entre sí: la vida es un "boomerang".
Por intentar empezar a cambiar nosotros y lo que nos rodea -respetando siempre la libertad personal de los otros-, no perdemos nada.
Muchas gracias por todo, Solëika.

Tatiana dijo...

Maravilloso articulo, gracias por los consejos, los pondré en practica, asi invitare al cambio a mi vida.
Soleika eres un Sol.

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