Reescribir la propia historia

Este es un ejercicio de Alquimia Genética realizado por una persona desde su casa, en él, explora su Capa 4.6. Ahí se encuentra, entre otros contenidos, el saber encontrar la raíz de su propio ser desarrollando su capacidad de sanación. Contiene interesantes enseñanzas. Entre paréntesis, mis comentarios.



Escenario 1: Todo está nublado, parece como si el pueblo celular hubiera desaparecido. Una niña me sale al encuentro.

-¿Qué pasa?. Pregunto

Todos están ocupados, hay mucha actividad, pero no están alegres. Sus ropas son marrones. Todos están haciendo cosas, pero con desgana.


-¿Qué pasa hoy? ¿Por qué esta tan nublado?

-Porque los tienes un poco abandonados. No estás donde tienes que estar.

-¿Y dónde es eso?

-Potenciando tus dones, tu sabiduría.

-Es que no sé cómo hacerlo

Se acerca uno de los hombres, me coge de la mano, y en un segundo nos transportamos al lado de un rio, pero no se oye nada, ni a los pájaros, ni ningún otro animalito.

-¿Dónde estamos? ¿Por qué tanto silencio?

-Es el silencio de tu corazón.

-¿De mi corazón?

Pido ayuda a Jesús, el guía que viene conmigo, lo miro con suplica, para que me haga abrir los ojos.

-No quieres oír lo que te está diciendo.

-¿Qué es?

-Que actúes según sientas. Que sigas tus impulsos, porque el camino se hace andando. Actúa sin temor, ya no es tiempo de miedos, es tiempo de obrar. El pensamiento es bueno para formar ideas, pero la intuición es mejor para actuar. Síguela, no importa lo que sea. El tiempo de ser lo que se esperaba ya ha pasado, y ahora es tiempo de ser auténtica.

-Pero me cuesta- protesto

-No, no te cuesta, lo que no quieres es reconocerte.

-¿Reconocerme?

-Mira el rio

El rio apenas se mueve. Es verdad parece que está estancado.

-Sé consecuente contigo misma

-¿Cómo hacerlo?

De repente se acerca una barca, no es muy grande, y el barquero me invita a subir.

-¿Quién eres?

-El barquero que te va a llevar

-¿A dónde?

-A donde quieras ir

No sé qué contestar. Es un hombre serio casi inexpresivo. Subo a la barca y empieza a remar muy despacio. Pido ayuda y el guía me dice:

- Es el que te va a guiar, pero tú tendrás que decir a donde.

Sigue estando nublado. A lo lejos veo un resplandor, y le digo al barquero que nos dirijamos allí.

-¿Estás segura?

Titubeo. – Creo que sí

Despacio nos vamos moviendo. Al ir avanzando siento una especie de nostalgia, miro atrás y veo que poco a poco voy dejando cosas, como mis miedos, los contratiempos producidos por esos miedos, las dudas, resentimientos, rencores. (tiene miedo de amar o dejarse amar porque en el pasado ha sufrido por ello).

Cada uno de ellos son personajes que me miran, desde la orilla, al verme pasar y van quedando atrás

-¿Por qué siento esa nostalgia?

-Porque ha sido tu forma de vida, de funcionar, y todo lo que se ha adquirido cuesta mucho soltarlo, porque crees que formas parte de ello, ya que no conoces nada más.

Poco a poco las aguas se van volviendo más claras y parece que la corriente es más fluida.

Nos vamos aproximando a esa parte que parece que hay sol, que hay luz. Pero de repente me doy cuenta, que ese rio se acaba, no es que se acabe, es que hay una cascada. Mi corazón empieza a latir con más fuerza, miro al barquero asustada. Me sonríe.

-¿estás dispuesta a saltar? (hacia una nueva realidad)

Las dudas la dejo atrás

-Vamos.

Mi corazón se me acelera, llegamos al borde de la cascada, la barca se inclina. Caemos, pero al contrario de lo imaginaba, es una sensación de libertad, de ir flotando, sin peso ninguno, parece que toda yo soy puro corazón, que flota en el aire, acompañada por ángeles que lo sujetan. Es una alegría interior indescriptible y estoy llorando de emoción. Me siento libre y en paz conmigo misma. Seguimos bajando, pero tan suavemente, que al llegar al suelo parece que estamos en una nube de algodón. A lo lejos veo una ciudad luminosa. Por el camino sigo flotando. Todo parece de cristal, las puertas se abren a mi paso. Todo eso por mi, ¡qué emoción!

Un ser muy luminoso y enorme me sale al encuentro. Su energía me entra por los poros.

-Ves, al seguir a tu corazón me has encontrado a mí.

La emoción es tan grande que no sé qué decir.

-Y siempre que lo sigas, yo estaré en él.

Juntos recorremos la ciudad, hay seres luminosos por todas partes. Allí se respira, paz, serenidad, alegría. Es lo que yo siempre he buscado, y lo tenía tan cerca.

-¿Por qué en este momento siento que quiero a todo el mundo, incluso a los que en algún momento me han hecho sufrir?

-Porque los ves con los ojos de tu corazón, y eso solo puede destilar cariño, ternura y amor.

No quiero irme. Me quedo un ratito más a disfrutar de esa sensación de paz.

Gracias por esa maravillosa experiencia.



Casa del Jefe de la 4.6

Me encuentro en un camino de cipreses, salgo a un campo de espigas, todo es dorado, es fantástico. Una casa al fondo, no es muy grande pero rodeada de aquel campo parece que flotara. Es una casa de campo, con dos ventanas una a cada lado de la puerta de entrada. Los muebles no son muy nuevos. Es agradable.

El jefe me espera sentado en una butaca al lado del fuego, hay una pequeña librería al fondo. Hoy el jefe está un poco serio fumando en pipa

-¿Estas muy serio? ¿Dónde estamos? Silencio-¿para qué estoy aquí?

-Para ver y aprender

-¿El qué?

-Ver lo que tienes que dejar y aprender hacerlo.

-¿El qué?

-Tus amarras, tus frenos y tus excusas

Se levanta y de la estantería me da un libro. Lo abro y está en blanco

-A partir de ahora va a tener que reescribir tu historia, recordando y dejando a atrás lo que ya no te sirve.

Me da un bolígrafo, es muy especial, pues parece que está hecho de luz. Al cogerlo parece que se va fundir pero es firme.

-Empieza por poner tu nombre, así iras descubriendo a quien pertenece.

Al escribirlo, casi sin rozar el papel, las letras brillan, y debajo de mi nombre empiezan a escribirse otros nombres.

-¿Qué son?

-Todos los personajes que tú has sido. A medida que escribas, sacaras todo lo aprendido y cuando acabes se cerrara el círculo, para seguir avanzando.

El sol ya entra a raudales por las ventanas, al salir al campo debido a la brisa, parece un mar dorado, se respira bienestar.



Viajo cuánticamente al momento en que mejor desarrollé los contenidos de esa área. Veo una mujer con una túnica blanca, de otra época, está en una torre, con muchos libros, planos, y un telescopio.

-¿Quién eres?

-Soy un Astróloga, estudio los astros para poder enseñarlo y después ayudar a la gente

-¿Es muy difícil lo que haces?

-Nada es difícil si lo quieres hacer de verdad.

Miro a mí alrededor y veo muchos libros

-¿Por qué son tan importante los números.

-Porque son la base de nuestra conciencia

-No lo entiendo

-Nuestras ondas cerebrales, vibran, los pensamientos, los sentimientos, todos tienen su vibración. Esa vibración se convierte en sonido que no percibimos y ese sonido se convierte en otra fracción a la que llamamos números, para poderlo traducir.

-O sea que lo que realmente somos es vibración, y cuanto más alto vibramos a eso se le llama conciencia?

-Algo así

-Sigo sin comprender lo de los números.

-Porque empleas la razón, no tu sentir. Por eso tenemos que subir la vibración, para ser más conscientes, entonces podremos subir a otra dimensión

-Da un poco de vértigo, cuando se es consciente de lo que supones estar consciente y lo que supone la unificación de todas las consciencias.

-Pero estamos destinados a sentirlo y vivirlo, solo hay que dejarse llevar y vibrar al son de tu corazón.

Le doy las gracias. Al hacer la transfusión de ADN sutil, es como si me entraran por la coronilla, números, llenando todo mi cuerpo de ellos. Vuelvo al escenario nº 1 y veo que todos están muy contentos, parece que nuestro paseo les ha reconfortado, y están tan alegres que ya están preparando la fiesta y nuestro corazón hoy será el protagonista. Me despido.