Co-creando el futuro

Una buena amiga peruana me ha pedido que escriba algo para paliar la sensación de nerviosismo y preocupación que están experimentando muchos habitantes de Lima, a raíz de unas predicciones tremebundas hechas por un vidente brasileño - Reynaldo Dos Santos- que tiene fama de acertar, sobre todo cuando anuncia desastres.

Lo primero que se me ocurre es que el futuro no es predecible sino creable, en sí no existe más que como ondas de probabilidad que flotan en el ambiente, a la espera de que alguien las recoja y las active, podríamos compararlas con espermatozoides dando vueltas alrededor de un óvulo esperando poder convertirse en una realidad tangible y palpable. La focalización de la conciencia es la que crea la realidad.

El clarividente con muchos aciertos a sus espaldas es el que ha logrado que un gran número de personas crean a pies juntillas sus predicciones. Dichas personas, al focalizar su atención en la predicción, le han dado cuerpo, fuerza, hasta que acaba cristalizando. No se trata de vilipendiar a los adivinos, ya que cumplen con una función social, sino más bien de aprovechar la ocasión para rescatar de la noosfera -es decir de ese espacio virtual en el que ocurren todos los fenómenos del pensamiento- los negros vaticinios, lo que Harry Potter llamaría los dementores, y transmutarlos.

Todo ello, traducido a términos prácticos y concretos, consistiría en imaginar que ese posible seísmo que supuestamente se está avecinando se transforma en una onda de cambio que cada persona deberá aplicar a su propia realidad. Se trataría de conectar vía meditación con la madre naturaleza y decirle algo así: “Amada Pachamama, entiendo que estés un poco enfadada con nosotros, los humanos, por el trato que hasta ahora te hemos dispensado, pero que sepas que estoy tomando conciencia de que no puedo seguir con esta dinámica.

Así que te propongo un pacto: que ese enfado tuyo que podría derivar en un seísmo exterior se transforme en un cambio interior capaz de revolucionar mis costumbres. Así que me comprometo personalmente a realizar durante 9 días un acto para demostrarte el respeto y el amor que siento por ti.”

Propongo, para aquellos a los que les falle la imaginación, una lista de posibles actos, que cada persona puede realizar en uno de los 9 días (aunque se pueden realizar varios en un mismo día si lo desean):

- Reciclar convenientemente los deshechos.

- Repescar cualquier pensamiento oscuro que te surja a lo largo del día y colocarlo en una caja negra imaginaria y cuando acabe el día, imaginar que tiras la caja a una hoguera de llamas violetas, bendiciéndolo.

- Tirar aceite usados (de conservas, frituras etc..) en un bote de plástico (de suavizante o detergente vacío, por ejemplo), con la intención de guardarlo hasta que se llene y tirarlo luego a un contenedor de aceites usados o a la basura. Ya que tirar el aceite al fregadero contamina mucho las aguas.

- Mandar tus bendiciones a todos los políticos que figuran en las listas electorales pidiendo al universo que salga elegido el que mejor respete a Gaia y el que más comprometido esté con el cambio de conciencia.

- Imaginar que las anunciadas tormentas solares, en vez de abrasar y achicharrar, se transforman en estallidos de conciencia. Puedes imaginar que el Sol se activa, se multiplica su brillo y su fuerza hasta tal punto que estalla, transformándose en millones de bolitas de Sol y que cada una de ellas penetra en la coronilla de todos los seres humanos para despertarlos de su letargo.

- Imaginar que los lugares en los que han vaticinado que se pueden producir tsunamis reciben una gigantesca ola, pero de prosperidad, alegría y fe en el futuro de la humanidad.

- Imaginar que allí donde estén previstos tornados, se forma un torbellino, pero portador de millones de semillas de rosas que van cayendo sobre todo el territorio y transformándose en hermosos rosales que florecen por doquier.

- Imaginar que a aquella persona con la que, en algún momento, has estado enfrentado/a, le mandas un hermoso ramo de rosas y le dices mentalmente: “Este ramo es para proponerte que fumemos la pipa de la paz, gracias por haberme ayudado a crecer aceptando ser mi espejo. Te quiero.”

- Imaginar que tu mundo celular es como un inmenso pueblo, cierras los ojos e imaginas que aparecen millones de personajes, que forman parte de ti, y que coges un altavoz y les dices a todos lo siguiente: “Estimado pueblo celular, hoy nace para vosotros una nueva realidad, a partir de ahora vamos a trabajar todos unidos para lograr los siguientes objetivos: paz, armonía, felicidad y abundancia paradisíaca. Todos a una, la unión hace la fuerza.”

- Levantarte por la mañana, bendecir el día que te espera y desear que en ese día sólo se manifieste lo más hermoso de tu ser.

- Al andar por la calle, ir distribuyendo corazones etéricos ahí por donde pases.
- Al oír una noticia desagradable por la TV o la radio, imaginar que haces moviola y que el suceso ocurrido vuelve hacia atrás y se deshace, como en la película Regreso al Futuro.

- Esa discusión que tuviste con un familiar, un amigo, o un compañero de trabajo, imaginas que la deshaces, que vuelves al punto justo antes de que empezara y abrazas a esa persona antes de que empecéis a discutir.

Estas son sólo sugerencias, cada persona puede imaginar otras muchas, lo importante es proponerse un cambio de estructuras y realizar un acto al día al menos durante 9 días. Por otro lado, esos ejercicios, escritos pensando en Perú, país en el que tengo a muchas personas muy queridas, pueden aplicarse a cualquier otro lugar o circunstancia.

En la carta astral montada para esta lunación de Mayo, que estará activa hasta el 1 de junio, Plutón formaba aspectos tensionales con Saturno y Urano, pero recordemos una vez más que dichos aspectos mueven una cantidad extra de energía, de la masa crí-s- tica de seres concienciados depende que la balanza de los sucesos se incline de un lado o de otro. Parafraseando a Gibrán, diré: “Tú eres el arco del cual, tus propósitos,como flechas vivas son lanzados.Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.”

Soleika Llop