Algo está pasando…

… Y siento que lo que está pasando es una revolución del alma disfrazada de protesta social, es una nueva dimensión de conciencia. Un movimiento que está llevando a muchas personas a implicarse, a plantearse preguntas, a posicionarse, a salir de las marismas del letargo, de la indiferencia, de la tibieza o de la parálisis.

Si bien es cierto que toda revolución verdadera ha de nacer desde el interior para ir minando estructuras mentales y emocionales caducas, esta protesta social masiva que va in crescendo puede ser la espoleta que ayude a disparar los movimientos de conciencia. Es decir, ¿qué más da que el modelo sea vertical, que venga desde lo alto, o, mejor dicho, desde el núcleo de la cebolla; o que sea horizontal, o sea, desde fuera del sujeto, desde las circunstancias exteriores? Lo que cuenta es que se produzca el movimiento. Cada cual lo irá reencauzando de acuerdo a sus propias necesidades y capacidades.

Desde esta óptica, pienso que se merecen todo el respeto quienes han elegido y aceptado “pringarse” en ese ruedo, pasar noches al raso, aguantar el calor en las horas de Sol, o la lluvia y el frío, con el ánimo (o de forma inconsciente pero da lo mismo) de provocar ese despertar general. Algunos les tildan de “anti-sistemas” pero parece a todas luces que es mucho más que eso, además no existe un perfil determinado de edades, ideologías o filias, sino que se trata de un colectivo heterogéneo y descentralizado.

De pronto, nos hemos dado cuenta de que todos compartimos los mismos problemas, idénticas preocupaciones, de pronto empezamos a fijarnos en lo que nos une en vez de resaltar lo que nos separa. Estamos comprobando una vez más, pero de forma pacífica y civilizada, que la unión hace la fuerza. Como dice poéticamente mi amiga Maribel, es como si se hubieran caído todos los pétalos de una flor y nace una nueva flor, la del empoderamiento, la del ocaso del imperio de los clones (ver última entrega de la Guerra de las Galaxias), o de los borregos que dicen “si, mi amo” ante cualquier cosa que se les imponga. Es Júpiter en Aries –y en el tercer Decanato, el más marchoso- en todo su esplendor. Sin embargo, no olvidemos que eso ha sido posible gracias a los poderes fácticos que se han prestado a ponerse la máscara del “al revés te lo digo para que me entiendas”, y no insisto en ello, que quien tenga oídos, oiga.

Este espíritu de denuncia y revolución se inició el día 15 de mayo con una acampada en el kilómetro cero de nuestro país: en la madrileña Puerta del Sol, y el Sol, desde la Cábala, simboliza la voluntad y la conciencia, ese es el “portal” que se abrió en ese día en la psique de mucha gente. El día 15.5, el ángel físico de guardia era Lauviah 11, en su programa habla de realizar hazañas, de dejar huella, de evitar el estancamiento, de salirse de las convenciones y de los raíles, de saber encajar en situaciones de gran relieve, de tener renombre, celebridad, notoriedad, de tener capacidad para llevar a cabo proyectos de gran utilidad social. A buen entendedor…

Las concentraciones y acampadas se están produciendo en más de sesenta ciudades españolas , según cuentan los mismos organizadores en su página de recuento de concentraciones (tomalaplaza.net). En el plano internacional, hay quince concentraciones contabilizadas, algunas de ellas aún por celebrarse: Bruselas, Berlín, Birmingham, Brighton, Bristol, Edinburgh, Florencia, Londres, Padova, París, Turín, Viena, México DF, Buenos Aires y Bogotá. Se trata de un movimiento de envergadura que parece un suma y sigue de las revoluciones sociales de Yemen, Egipto, Libia, Túnez etc.

Ya que se trata de una protesta principalmente dirigida contra los políticos, se me ocurrió la idea de investigar entre los 72 ángeles de la Cábala, y resulta que sólo dos de ellos hablan de política en sus programas: Mikael (42) y Asaliah (47), ambos trabajan en la esfera de Thiphereth-Sol, uno desde Binah-Saturno y el otro desde Hod-Mercurio. Política viene de la palabra griega “polites”, que significa ciudadano, la política sería por lo tanto el arte de la ciudadanía, es decir de la convivencia. Tiphereth pertenece a la columna del centro del Árbol Cabalístico, la llamada columna del equilibrio, y ¿qué es la convivencia sino hallar un justo equilibrio entre los deseos y necesidades de todas las personas? Veamos lo que dice Kabaleb acerca de Mikael en su libro “Los Dioses Internos”:

“Mikael es la parte de nuestra psique que trabaja con la esencia llamada “orden político”, que nos permite instaurar en la tierra las leyes del cielo y que comunica a la consciencia el orden político existente en los mundos del espíritu. Se trata de un orden jerarquizado –ya sé que este vocablo no tiene buena prensa en la sociedad actual- presidido por el centro llamado Kether, que representa al rey, al Padre, es decir al Yo divino. EL segundo de a bordo en la jerarquía celestial es Hochmah/Urano, el Hijo, el Yo crístico (recordemos que el Maestro decía que había que pasar por él para llegar al Padre), es el corazón.

El tercero es Binah/Saturno, el esqueleto y constructor del marco en el que ha de manifestarse la política divina. Esa triple divinidad proyecta sobre la tierra un sistema político que conocemos con el nombre de monarquía absoluta, que impera en los pueblos primitivos, en los que el orden divino aparece en su forma natural, tal y como ha sido inspirado desde la esferas más sutiles. Ese orden divino subsiste aún en las comunidades religiosas y en las sociedades iniciáticas en las que un Papa o gran Maestro ostenta un poder absoluto. Pero, habiéndose perdido la comunicación con el Yo divino, ese orden político en las sociedades religiosas queda en una mera pantomima, en la que un grupo de hombres juega a que ostenta un poder absoluto y que otros obedecen.

Cuando el espíritu/Padre y el corazón vayan al unísono, estaremos en condiciones de establecer en la Tierra –en nuestra realidad concreta- el orden que preside en el cielo, es decir en la parte más elevada de nuestro ser. Los modelos políticos que actualmente respetamos son los invertidos, son aquellos en que el poder no viene de Kether (la esfera más alta del Árbol) sino de Malkuth, del mundo material, de los que están abajo. Éstos, mediante el voto, eligen al que ha de estar arriba y eso nos parece normal, pero no es el orden natural que se desprende de la arquitectura del Árbol. Kether es la primera realidad de la que se desprenden todas las demás, de Kether nos viene el impulso creador.

Si Malkuth se proclama rey, tendrá que invertir todo el proceso creativo, y eso es lo que ha ocurrido durante el proceso involutivo en el que estamos ya tocando fondo, desde los tiempos de Eva. Estamos viviendo en un mundo al revés en el que todo aparece alterado. Sin embargo, la monarquía absoluta difícilmente volverá como forma de gobierno externo porque cuando la dinámica crística se acelere, en el tercer milenio, los seres humanos habrán aprendido a ordenarse por dentro y esa monarquía absoluta aparecerá en su naturaleza interna, en la que el Yo divino emitirá sus designios y el corazón trabajará sumisamente en su realización.

Cada ser humano será entonces un sistema político perfecto y esa perfección interna se traducirá en una perfección externa y no serán necesarios policías, ni ejército, ni políticos, ni rey que gobierne sobre un Estado que tampoco existirá, puesto que el mundo será una comunidad de seres que hablan la misma lengua, sin intérpretes sociales que los administren (¿será casualidad que uno de los lemas coreados en estos días por los manifestantes haya sido : “el pueblo unido funciona sin partidos"). Todo irá como una seda en el universo y todos los seres ejercerán su talento según las aptitudes de cada uno, siguiendo impulsos internos perfectamente coordinados y enfocados hacia una trabajo humano tendente a un desarrollo del cuerpo emotivo y del cuerpo mental.

Esta sociedad, que no puede ni imaginarse hoy, es la pregonada por Mikael, y ya en dimensiones paralelas se están formando grupos de seres que trabajan, inspirados por este ángel, en la implantación del futuro reino divino, la ciudad eterna a la que Cristo dio el nombre de Nueva Jerusalén. Estamos hablando de un reino que vendrá por sorpresa, como dijo Cristo, ya que no se deberá a una evolución lenta, sino a una revolución súbita, como la que experimentó Pablo en Damasco. Los ojos internos se abrirán y los seres humanos volverán al orden natural de forma repentina. Quienes están en las puertas de ese reino han de ayudar a sus semejantes a abrir los ojos.” Hasta aquí las palabras de Kabaleb.

Este es, en resumen, el programa de Mikael:

- Someterse a los dictámenes del núcleo del ser
- Ser una autoridad en todo lo que uno emprenda
- Triunfar en las relaciones exteriores
- Desenmascarar a los traidores, descubrir conspiraciones
- Instaurar en la tierra las leyes del cielo, saber crear un marco físico para ello
- Triunfar en unas elecciones
- Elevar la conciencia
- Trabajar para la implantación de la Nueva Jerusalén
- Talento para la política
- Aptitudes para la diplomacia

Es interesante tomar nota de lo que dice Mikael, el especialista en política, en su programa contrario, el cual se activa cuando uno no hace un uso adecuado de sus energías lumínicas. Es interesante porque de dicho programa contrario se desprenden la mayoría de errores que cometen los políticos que hacen cosas del revés:
Mikael del abismo nos induce a:

- Traicionar
- Propagar falsas noticias, mentir
- Ser un trepa
- Conspirar
- Tener viajes accidentados
- Usurpar poderes
- Calumniar, difamar
- Perder elecciones
- Dar cobertura legal a los estados pasionales

Da mucho que pensar. El otro ángel que habla de política, es Asaliah. En su programa habla de:

- Elevar la conciencia
- Tener una visión global de las cosas, sintetizar
- Saber captar el pensamiento de los demás
- Tener pasión por el conocimiento
- Comprender la mecánica cósmica
- Liberarse de los apegos materiales
- Activar la creatividad
- Trazar nuevos caminos
- Abandonar pequeñas seguridades
- Penetrar en la nueva era
- Arbitrar soluciones justas

Éstas, junto con las virtudes del ángel Mikael, son las cualidades que debería tener todo político que se precie, y que coinciden bastante con la idea que Platón tenía de ello en su obra “La República”.

En su programa contrario, Asaliah habla de:

- Inmoralidad
- Materialismo
- Atrincherarse en las pequeñas seguridades
- Ser injusto
- Provocar escándalos
- Cultivar falsas creencias, ser un mitómano, mentir
- Guardar los rencores
- Propagar sistemas peligrosos o quiméricos
- Vivir la destrucción de la propia realidad

Estos contenidos también dan mucho que pensar, huelgan los comentarios.
Un grupo ha propuesto ir a manifestarse con un clavel amarillo en la mano, para regalarlo a los antidisturbios cuando vayan a desalojarlos. Es lo que hicieron los tunecinos y egipcios, que entregaron flores a los militares y a los policías cuando a éstos se les ordenó expulsar a los manifestantes que protestaban. Consiguieron el apoyo de miles de policías y militares, y de este modo lograron los cambios que reclamaban de forma pacífica.

Pero clavel puede ser virtual, teniendo en cuenta que las flores representan la belleza y la armonía. Por lo tanto, la idea sería acudir a la manifestación exentos de pensamientos o emociones agresivos, en contra de unos o de otros, sino con la simple idea de participar en una propuesta de cambio. Pienso que una de las cosas que no hay que perder en esta marejada es el sentido común. Me ha causado cierta sorpresa leer en la prensa que un doctor en biología se quejaba de los sueldos de 1000 euros, sintiéndose una víctima del sistema. Sin embargo, advierte que “trabajar significa tener cuenta bancaria y alimentar a los parásitos que nos han metido en esto”-, y rechaza el principio de la vivienda en propiedad. Sus padres le piden que siente la cabeza, que se busque un trabajo estable “en un laboratorio” y él les responde: “Eso jamás”.

¿En qué quedamos? Protesta porque quiere que le paguen más pero por otro lado se niega a tener una cuenta bancaria y un trabajo estable… y prefiere seguir viviendo de sus padres, curioso…Mientras estacionemos en las aguas enfangadas de la dualidad y culpemos al otro –sea el gobierno, el sistema, la pareja, las multinacionales, los illuminatis o el Sunsum Corda- de lo que nos pasa, seguiremos en el jardín de infancia. Empezamos a crecer y madurar en cuanto nos responsabilizamos de nuestros propios procesos.

Lo que está naciendo no es una nueva moda, un nuevo sistema político ni nada que se le parezca, estamos asistiendo al ocaso del proceso de involución, y calentando motores para iniciar el camino contrario: el de la evolución, el del regreso a casa. Teléfono…mi casa…

Soleika Llop