Más sobre los efectos de la marihuana


Me gustaría contar el caso de una mujer – llamémosle Alicia- cuya función cognitiva ha quedado dañada debido al consumo de marihuana y también debido a la ingestión de red bull mezclado con alcohol, un combinado explosivo para la salud de las neuronas. Sufrió varios brotes psicóticos, empezó a decir a voz en grito que tenía una misión divina, que había venido a redimir a la humanidad. Dijo estar canalizando a varios maestros de luz y la verdad es que por momentos sus palabras eran muy hermosas. Fue a ver a una maestra de reiki para que la ayudara a dejar los porros y a equilibrarse. La terapeuta se dio cuenta de que tenía el chakra 7 coronario hiper abierto, o sea que le estaba entrando información a borbotones, era como una radio que estuviera recibiendo mil emisoras a la vez...

Alicia estaba experimentando un subidón kundalínico, es decir un despertar espiritual muy fuerte, que había sido acelerado de forma artificial debido a la ingesta de sustancias tóxicas, lo cual le provocó lo que Jung llamaría una inflación de sentido (creerse Dios). La terapeuta le hizo una importante limpieza astral y le advirtió de que si volvía a consumir sustancias tóxicas, a través de su canal abierto se le colaría un ejército de bajos astrales, de energías de la sombra que podían hacer peligrar su salud mental.

Y eso fue lo que ocurrió, Alicia hizo caso omiso de las recomendaciones de la terapeuta, volvió a fumarse un porro y acto seguido empezó a desvariar, a tener delirios místicos de gran envergadura, uno de sus brotes psicóticos fue tan escandaloso que tuvo que ser ingresada en una unidad psiquiátrica. Desde el primer momento, empezó a decir a los psiquiatras y enfermeras que ella estaba ahí para curarles a todos. Lo cual podría resultar hasta cierto porque las cosas que dice en sus delirios son muy luminosas y mueven conciencias, a través de ella puede que sus cuidadores descubran nuevas dimensiones de la mente humana.

Los familiares de Alicia me pidieron ayuda. Conecté con su alma y ésta me dijo que su misión era la de sanar y que estaba viviendo un importante aprendizaje, porque se había mostrado rebelde en cuanto al cumplimiento de su misión, y no sólo en esta vida sino en varias anteriores. Que ella sabía que tenía que ayudar a jóvenes que tenían el mismo problema que ella y que la mejor manera de entenderlos era pasar por su misma vivencia y experimentar las consecuencias del consumo de drogas.

Me dijo también que su espíritu, al darse cuenta de que podía perderse al querer introducirse demasiado a fondo en esta investigación (como le pasó al protagonista de la película “Quien voló sobre el nido del cuco”), le había sugerido que fumara un porro tras la total apertura de sus canales para provocar una crisis fuerte. Dicha crisis le llevaría a una unidad psiquiátrica en la que frenarían el acelerón neuronal que estaba sufriendo y le obligarían a dormir y comer a unas horas normales. En efecto, llevaba muchos días sin dormir apenas y comiendo de forma totalmente caótica. Necesitaba por tanto un fuerte reajuste.

Llamé a una psiquiatra “nueva era” amiga mía para que me informara sobre estas cuestiones y me dijo que lo que le pasaba a Alicia era que había perdido la frecuencia en la que se ancla el consciente, situada, según me dijo, en el lóbulo de la oreja, allí dónde se cuelgan los pendientes. (Ahora entiendo por qué mis padres siempre se opusieron a que mis hermanos y yo nos agujereáramos las orejas). Me comentó también que Laing y Jung, dos eminentes psiquiatras, habían sufrido brotes psicóticos muy similares con inflación de sentido (o subidón egóico), que fueron en realidad una subida kundalínica, es decir un despertar espiritual. En aquellos tiempos tuvieron que recurrir a los electroshocks para recuperar la cordura, y a pesar de ello sacaron a la luz sus respectivas obras.

Eso fue exactamente lo que me dijo el espíritu de Alicia:

- No es que mi vehículo haya perdido la frecuencia, es que se produjo una desconexión entre el Yo superior (yo mismo) y el físico debido al consumo de tóxicos y también debido a la rebeldía de Alicia respecto a su misión

- (yo) Pero ¿no te parece que ella es aún muy joven (28 años) para tomar plena posesión de su cargo?

- Es cierto, pero ten en cuenta que su rebeldía es recurrente y que por eso le he estado apretando las tuercas y por otro lado, lo que ha propulsado esa anormal aceleración ha sido sobre todo el consumo de drogas, no podía dejar que se perdiera completamente por ese camino, o sea que ha sido ella misma la que aceleró su marcha

- Ayudarle a recuperar su frecuencia es hacer que tú vuelvas a entrar de forma permanente en su cuerpo, ¿no es cierto?

- Evidentemente. Podríamos decir que la frecuencia perdida es la del amor, cuando uno consume drogas, significa que no se ama ni se valora lo suficiente como para creerse capaz de acceder por sí mismo a otros planos de conciencia para realizar su búsqueda ontológica, su búsqueda de significado, entonces necesita recurrir a un factor exógeno (exterior) que le dé ese empujón que necesita. Si no se quiere a sí mismo, mal va a poder amar a los demás. Cuando esta frecuencia del amor se aleja mucho de la persona, su espíritu se desliga de su cuerpo, eso hace que quede a la merced de las fuerzas de involución y puede ocurrir que las estructuras cerebrales fallen por falta de riego. Es como si una planta se secara o se quedara sin savia, la función cognitiva puede perderse. Entonces el individuo actúa sin razonar, permite que fuerzas ajenas a él manipulen su voluntad, ese es por ejemplo el candidato ideal para ser captado por una secta

- Dime algún truco de psicomagia que pueda ayudar a que vuelvas a conectarte con tu vehículo

- Yo vuelvo cuando la persona reza, ríe, juega, hace el amor, cuando mueve su creatividad, su bondad, su generosidad, cuando medita, pero cuando está recluida en un hospital y además incomunicada, como ahora es el caso, puede ayudar que imagines que le pones un pecho petral (un collar) en forma de V, hecho de doce soles pequeños y uno grande en medio, prueba y verás.

Al colocarle a Alicia el collar mentalmente, percibí cómo su cuerpo se volvía completamente refulgente, con un brillo extraordinario y me dijo que se sentía como Superman. Es curioso, porque aquel mismo día (en que le coloqué el collar), un familiar suyo me comentó que los médicos habían notado una leve mejoría, dicen que ya no habla de forma tan atropellada, que su sistema nervioso se está empezando a calmar.

En cuanto tenga más noticias sobre este caso, las iré publicando en el blog. Lo interesante es que este tipo de vivencias amplía mucho lo que se sabe sobre la mente humana. Recuerdo ahora mismo una frase que leí en un libro de autoayuda (olvidé el título y el autor), decía algo así: “En lo referido a la mente humana, somos como un grupo de muchachos que intentara aprender un idioma nuevo recogiendo octavillas del suelo”.

Soleika Llop
http://abriendoconciencia.blogspot.com

2 comentarios:

ana dijo...

Alicia y su familia , tienen mucha suerte de formes parte de sus vidas, y puedas ayudarles. QUE DIOS TE BENDIGA SOLEIKA !!! TU CALMA , TU LUZ , TU AMOR ....ME ILUMINA EL CAMINO. gracias por guiarme , angelito mío!!!!

Anónimo dijo...

Magnífica Crónica, Sol. Hace 2000,años el rabí Aqîba dijo: Cuando me presente ante el Muy ALto, no me preguntará por qué no fui Moisés, sino por qué no fui Aqîba". De eso se trata de ser capaces de asumir nuestras experiencias y a veces hay que pasar por "brotes" de la clase que sean para encontrarse con uno mismos. Seguro que Alicia, como otras tantas personas tildadas de psicóticas y un largo etc., manual psiquiátrico en mano, han sido mal diagnosticas, mal atendidas por no comprender el alcance´de su "desvarío", la dimensión en la que anhelan estar, ese otro "sitio" más acorde con el auténtico poder de la dimensión humana.
Milena

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