Inversión de polos magnéticos Parte I

Esta es una interesante entrevista a Gregg Braden (la he recibido sin el nombre de su autor). Me gustaría añadir un comentario de Kabaleb acerca del significado profundo de los términos “Oriente” y “Occidente”.

Dice el texto de Braden que las legendas nativas hablan de un día hace 3.600 años cuando el sol salió por el Oeste como siempre lo había hecho, permaneciendo en el cielo más de un día entero para ponerse después por el Este, pero al día siguiente salió por el Este y se puso por el Oeste, como lo hace hoy en día. Se están refiriendo a que, debido al cambio de polos magnéticos, esto podría volver a producirse. Y que por tanto llegara un día en que el Sol podría salir por el Oeste.

Veamos el texto de Kabaleb: ...

“La palabra “Oriente” significa, según Fabre d´Olivet, una cosa cuyo curso está regulado y que se renueva sin cesar. Y Occidente recuerda al espíritu algo oscuro, alejado, desaparecido. La luz se renueva por tanto para las personas que viven de forma permanente en el mítico Este. En cambio, los que se alejan, los que se van a vivir en los límites de esa luz, desaparecerán de ella y entrarán en los confines de la noche, en el reino de la contradicción, del desacuerdo, donde la voluntad no ha llegado aún, y dónde, por consiguiente, todo queda abandonado a su propia dinámica disgregadora. Occidente es el punto en que la voluntad –nacida en Oriente- objetiva, cristaliza, petrifica su flujo, convirtiéndolo en objeto.”

¿Significaría pues que, como consecuencia de la inversión de polos, el Sol empezará a iluminar con toda la fuerza de su nacimiento a esa parte de nuestra psique que está en la oscuridad, que vive en la contradicción, en la sombra, que vive en el mundo de la materia, de la forma, de lo que está petrificado? Es una reflexión (o una elucubrada, ¿quién sabe?) que propongo al lector. A continuación, la entrevista anunciada.

Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad. Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecía” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos científicos van inequívocamente encaminados hacia un mismo destino…

Gregg Braden trabajó como experto en geología computacional durante años para compañías como Phillips Petroleum o Cisco Systems, desarrollando una sólida carrera como científico y experto en informática. Pero llegó un momento que se dio cuenta que había profecías que la ciencia estaba empezando a confirmar poco a poco en nuestros días… como las relativas a la inversión polar.

Hoy más que nunca, lo que tengamos dentro de nosotros es lo que nos encontraremos fuera. Si logramos tener un interior armonioso, si encontramos el amor que siempre está al fondo del armario, lograremos encontrar los buenos sentimientos también de los demás. Y nos daremos cuenta de que no hay diferencia entre tú y yo.

¿Es verdad que los polos magnéticos de la Tierra están ahora mismo en pleno proceso de cambio?

En realidad desde mayo-junio-julio de 2002 las publicaciones científicas dan por ampliamente conocido y aceptado por primera vez que estamos en un proceso de inversión polar. En los años 60 los geólogos estaban seguros de que la tierra atravesaba por una inversión así periódicamente. Lo sabían por muestras subterráneas, de hielo y fósiles, así como por las partículas magnetizadas que quedaban encerradas en ciertas posiciones en el interior de las rocas terrestres. Los geólogos estaban tan seguros de ese fenómeno que de hecho tenían mapeados los últimos cuatro millones y medio de años, y los registros resultantes sugerían que la tierra había pasado por catorce de dichas inversiones de los polos.

En aquella época, 1961 y 1962, los científicos pensaban que la última inversión polar se produjo hacia la época de la última glaciación, hace de diez a doce mil años. También estaban seguros de que iba a volver a suceder, pero no antes de varios milenios, por lo que no había nada de lo que preocuparse. Pero en los años 90 los geólogos se pusieron a perfeccionar este tipo de información. Se había estado diciendo que faltaban miles de años para que esto volviese a suceder. Empezaron diciendo aquello de: “Bueno, puede pasar pero dentro de unos milenios”.

Pero ahora hay evidencia reciente que procede de muestras de hielo antártico y de Groenlandia que demuestra que eso podría volver a suceder tan pronto como en una década. Ahora sabemos que en la actualidad los polos se están moviendo. Lo estamos viviendo ahora mismo. No sabemos con exactitud el significado de esto porque, aunque haya pasado catorce veces en los últimos cuatro millones y medio de años, nunca había sucedido con más de seis mil millones de personas viviendo en la tierra.

¿Estás diciendo que es de notoriedad pública?

Es de común conocimiento entre las personas que deben saber estas cosas. Por ejemplo, los reglamentos de la Fuerza Aérea Americana dicen que, cuando los polos se mueven entre cinco y ocho grados, las pistas de los aeropuertos deben ser vueltas a numerar para hacer que las cifras se correspondan con los rumbos magnéticos que están viendo los pilotos. El primer aeropuerto de los Estados Unidos en cumplir esta norma fue Minneapolis/St. Paul, en el que se invirtieron del orden de ochenta y cinco mil dólares para volver a numerar y adecuar las cabeceras de las pistas. Pero lo que sucedió en el contexto temporal de mayo-junio-julio de 2002 es que revistas como Nature, Science, Scientific American y New Scientist publicaron artículos en los que se afirmaba que definitivamente nos encontramos en un proceso de inversión magnética, y las notas de agencia de Associated Press lo recogieron.

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