Una linda despedida

Mi amigo Antoni Cochs, que ha creado, junto con Silvia, su pareja, la que es probablemente la página más completa que existe en la red sobre el gran Maestro Omraam Mikhaël Aivanhov (www.omraam.es), me ha mandado un lindo relato sobre la partida de su madre. Dice cosas muy hermosas y profundas sobre la bendición de la madre, que todos podemos practicar. He aquí pues la alocución que él pronunció el día del funeral:


”Hemos venido todos a despedir a la Mami, (así la
llamábamos todos los de la familia). Deseo contaros que cada vez que la iba a visitar, casi siempre los fines de semana, me pasaba un rato con ella y así aprovechaba para contarme vivencias de su larga vida. Eso la hacía feliz, pues creo que solo yo le escuchaba estos relatos que ella pensaba me interesaban mucho. Y no es que no fueran interesantes, pues gracias a los mismos pude saber y aprender cosas, que nunca supe por mi Padre y otras que me confirmaban su contacto tan preciso con los temas Angélicos...

Pero, ella nunca supo que el motivo de mis visitas era bien otro. El motivo principal además de verla ciertamente, era que al despedirme de ella, le pedía: ¡Mami,¿Qué me bendices?!. Siempre el despedirme le pedía a mi Madre su bendición.

Así pues, acto seguido me inclinaba y con su mano derecha, me hacía el signo de la Cruz, empezando por la frente bajando al cuerpo y luego los dos hombros.

Y al mismo tiempo decía: Que Dios te Bendiga, te perdone todos los pecados, te de la Vida Eterna y te conceda la Paz. Palabras maravillosas pronunciadas por la boca de una madre hacia su hijo.

Deseo que sepáis que cuando una Madre Bendice a su hijo,
Dios lo bendice a través de la Madre. Cuando una Madre perdona los pecados a su hijo, es Dios mismo quien los perdona, y tantas veces me los perdonó mi Madre que no me cabe ninguna duda, que me habrán sido todos perdonados. Cuando una Madre desea la Vida Eterna a su hijo, esta Madre se ha ganado la Vida Eterna para ella y cuando una Madre pide a Dios que conceda la Paz a su hijo, es Dios mismo quien hace vivir en Paz a su hijo.

Ahora, soy yo Mami que en nombre de toda la familia, deseo
que Dios te conceda la vida Eterna. Gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Vete en paz. Que Dios te Bendiga y mi Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov te haga ver el camino de la Luz. (Las últimas palabras las pronunció solo mi corazón).

Practicando con este ejemplo, uno puede alzanzar la libertad. “El hombre o la mujer llegan a ser libres de verdad solamente cuando actúan de la misma manera que Dios lo haría a través de ellos. (Palabras del Maestro Omraam).

Así pues, queden estas palabras como un testimonio vivo de lo que puede representar el poder de la Bendición. Yo ofrecí la comunión a mi Madre y ella quiso que en un templo y en público, se reconociera y recordara, que la bendición de una madre hacia su hijo es una bendición que Dios hace a través de ella.

Si tú que me lees, eres padre o madre, recuérdalo y practícalo con tus hijos o con los seres que puedan necesitar una bendición. Y cuando lo hagas, piensa e imagina que Dios lo hace a través de ti.”

Antoni Cochs –
Centre OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus