El Misterio de 2012 José Argüelles, Gregg Braden y otros

Segunda Parte

Esta es la segunda parte del resumen que empecé a publicar hace un par de días. Algunas de las principales autoridades del fenómeno 2012 plantean sus ideas sobre esta fecha enigmática. Entre paréntesis, mis reflexiones.

165.- 2012 es un año puente en la historia moderna que conduce a la era de Acuario.

190.- Considerar que el dinero es la única razón de ser de la actividad empresarial será una rareza en 2012.

196.- Actualmente se dan clases de meditación en muchas grandes compañías como Google, Yahoo, IBM y muchas otras. En la sede central de Apple Computer, en California, tienen una sala dedicada a la meditación y la compañía ofrece a sus empleados media hora de tiempo remunerado para meditar, rezar o simplemente sentarse en silencio porque se ha comprobado que mejora su productividad y creatividad. ..

227.- Según los antropólogos, el emerger del hombre de cromañón parece haber ocurrido hace unos 26.000 años, la última vez que atravesamos el signo de Acuario. (Este punto me recuerda una genial viñeta de Forges en la que dibujaba las diversas fases de nuestra evolución; hombre de cromañón, homo sapiens, homo sapiens-sapiens y homo tontolculus, con un móvil en la mano)

228.- Los chamanes peruanos que viven en lo alto de las montañas andinas han descendido para contarnos que está a punto de aparecer una nueva especie humana: el “hombre luminoso” , es posible que los grandes avatares – Jesucristo, Khrisna y muchos otros- hayan sido los primeros especímenes de esta nueva especie emergente. (Tanto los avatares como los héroes mitológicos son poderosos arquetipos de nuestra psique)

243.- Actuamos como si la fuente interna de nuestros pensamientos y la fuente divina estuvieran separadas. Sobre la base de ese sentimiento de separación se alza todo lo que el corazón aborrece: el abuso infantil (que es el reflejo exterior del maltrato al que sometemos a nuestro niño interior), la violencia doméstica, la degradación medioambiental, la guerra. Todas esas cosas surgen del sentimiento de separación entre “yo” y “ellos”, entre “yo” y “el planeta”.

244.- Como nos sentimos separados de la totalidad de la vida, nuestra relación con el mundo está caracterizada por el deseo. Sentimos que nos falta algo, esto lleva al consumismo. No es cuestión de auto mejorarse para convertirse en una persona más amorosa, más consciente o mejor. Se trata de un cambio repentino y radical en el que pasamos a estar preocupados por “mi” y “mi historia” a darnos cuenta del espacio, de la vastedad, de la eternidad en la que transcurre esta historia.

250.- Sociólogos y visionarios del mundo entero estiman que el número de personas cuyas vidas han sido tocadas por un despertar con la profundidad suficiente como para tener un efecto transformador, puede ascender a millones y está aumentando exponencialmente. Este número podría ascender al 1% de la población mundial, 60 ó 70 millones de personas.

262.- Cuando dividimos el mundo en bueno y malo, el conflicto y la neurosis se vuelven inevitables, nuestra energía queda dividida.

263.- Dividirnos internamente conduce a proyectar nuestra sombra sobre los demás, esa es la raíz de las guerras, del terrorismo, del sexismo, del racismo, del buscar víctimas propiciatorias, como decía Jung: “cuando no tomamos conciencia de una situación interna, nos ocurre externamente como destino”. Gandhi dijo que tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo.

264.- El mundo del juicio nos atrapa en el ego y entonces sólo podemos domesticar a los demás o permitir que nos domestiquen. Cuando tratamos de agradar a los demás a partir de un sentimiento de desvalorización, estamos tratando de ganarnos el amor sacrificando nuestro verdadero yo.

267.- Cuando juzgamos los sistemas, las personas o a nosotros mismos creyéndonos malos o equivocados, participamos en el viejo juego de la dualidad. Desde este lugar de presunta “rectitud” no podemos convertirnos en agentes eficaces del cambio social. Mi visión sobre el 2012 es el de una revolución pacífica y serena. Creo que podemos expresar nueva perspectivas desde las viejas estructuras, produciendo así una integración amorosa de nuestras distintas identidades en guerra e iniciando el cambio desde dentro. (Pienso que el cambio auténtico sólo puede iniciarse desde dentro).

269.- No podemos rechazar o excluir ningún aspecto del yo sin pagar un alto precio por ello (dicho de otro modo, todos los personajes de nuestra psique tienen derecho a ser alimentados, identificados y respetados, sino, la lían).

271.- El amor salvaje no separa el mundo en bueno y malo, dice un profundo “si” a la vida, da sin recibir, no exige ni espera nada. Es un amor que nos libera y transforma haciéndonos pasar de ser bombillas temblorosas a luminosos rayos láser.

280.- La reconexión de los mundos es un elemento central de este re despertar de la vida porque es en el reino simbólico no manifestado donde las energías primordiales de la vida configuran los patrones arquetípicos que conforman nuestras vidas. Cuando permitimos el encuentro de los mundos en nuestra conciencia, recuperamos el acceso a ese reino y a los poderes que allí operan. Nos convertimos en el lugar de encuentro de los mundos donde los poderes primales de la vida, los arquetipos ocultos, emergen a la forma. Permaneciendo en este punto de encuentro dentro de nosotros mismos, podemos usar nuestra conciencia para influir en su forma y dirección. (Esto es exactamente lo que se logra a través de la Alquimia Genética).

285.- Las profecías sobre el 2012 apuntan a esa posibilidad: un momento en el devenir cósmico en el que el mundo despertará a su naturaleza divina y se sacudirá de encima los escombros del materialismo. Los que están identificados con el sueño moribundo experimentarán este proceso como un cataclismo, como un desastre global. Pero otros podrán reconocerlo como el comienzo de la Edad de Oro en la que la simple alegría y maravilla de estar vivos nos nutrirá. Nuestra luz es parte de la luz del mundo que está despertando a su naturaleza divina. Trabajando con ello podemos convertirnos en cocreadores de la próxima era. Esta es la opción que se nos está ofreciendo: no esperar al futuro sino ayudar a manifestarlo.