Esta mañana me llama mi hermano Tristán, hablamos de varios temas, entre ellos el de las respuestas que recibimos en tiempo real. “Parece que ya pasó –me comentaba él- el tiempo de preguntarse si tal o cual patrón heredado de nuestros padres o ancestros nos ha estado afectando, ahora las respuestas nos llegan en forma de anécdotas o sincronicidades que nos van indicando el camino a seguir en todo momento”.Es como si unas fuerzas invisibles se hubieran enseñoreado de nuestra realidad y nos fueran colocando paneles señalizadores y farolillos en cada recodo del camino para facilitarnos el recorrido. Resulta divertidísimo observar este fenómeno.En mitad de la conversación le comento a mi hermano que estoy dando una nueva capa de barniz a las sillas y la mesa de la terraza...
Él me contesta: “¿Acaso no te acuerdas que Papá siempre nos decía que los trabajos prácticos es mejor dejarlos para la tarde y utilizar las horas de la mañana para las tareas más espirituales o más profundas? ¿Por qué no dejas lo del barniz para la tarde y ahora te dedicas a escribir?Mi padre se refería a que las seis primeras horas de luz solar están regidas por los signos de Fuego -Aries, Leo y Sagitario- por tanto es preferible aprovecharlos para canalizar información, para escribir, para meditar.
Pero ahí viene la sincronicidad, en el mismo momento en que mi hermano pronunciaba estas palabras, yo abro mi correo y me encuentro un e-mail de una amiga titulado “¡No limpies tanto!”, en él se hacen (entre otras) las siguientes reflexiones:- Una casa se transforma en un hogar cuando puedes escribir “te amo” sobre los muebles- Limpia si debes…pero ¿no sería mejor que limpiar un cuadro, escribir una carta o reflexionar sobre la diferencia entre querer y necesitar?- Limpia si debes…peri no hay tanto tiempo.
Naturalmente, solté una sonora carcajada, me quité los guantes de hacer faenas y me puse a escribir estas líneas.
Soleika Llop
Http://abriendoconciencia.blogspot.com
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