Han sido tantos los mensajes que me han llegado en estos días, en los que he vuelto a tomar contacto con mi cotidianeidad, que apenas si he tenido tiempo de procesarlos todos. Por lo tanto, aunque sea a toro pasado, me gustaría publicar un escrito de Domingo Diaz sobre la elección de Obama. Porque lo cierto es que ha ocurrido uno de esos eventos únicos, que marcan un importante hito en la historia de nuestro planeta...

Independientemente de cuál sea el programa de Obama, de sus futuros aciertos o errores, esta elección ha logrado algo casi impensable, inimaginable: poner de acuerdo a la gran mayoría de líderes mundiales, hasta los más reacios, hasta los más rancios han compartido el inmenso júbilo de millones de personas de todos los continentes. Y esto ha producido, como bien comenta D.Diaz, una importantísima elevación de la vibración planetaria. Un momento único en el que nuestras sombras se han quedado sin carburante energético porque la alegría y el entusiasmo han sido la principal moneda de cambio. Un momento en el que el proceso de ascensión de todos los seres humanos –conscientes y no conscientes- ha experimentado un tremendo empujón.


“El afroamericano Barack Obama ha sido elegido 44º Presidente de los Estados Unidos por abrumadora mayoría.

¡Hecho está, hecho está, hecho está!.

Se produjo, se dio, hecho está. Se han gritado y escrito cosas maravillosas, las cuales suscribo plenamente, y me gustaría hacer llegar al mundo espiritual cuatro o cinco párrafos geniales y emotivos recogidos en la prensa diaria más tridimensional. (Todos ellos del Diario EL PAIS).

“Hay momentos en los que algo inexplicable ocurre y el orden del universo se trastoca. La elección de Barack Hussein Obama como Presidente de Estados Unidos es uno de estos momentos. Obama no nació para ser Presidente de los Estados Unidos. Gente como Obama nunca ha sido Presidente de los Estados Unidos. Puede ser otras cosas. En un país diverso como éste, puede llegar a ser mucho, incluso Secretario de Estado.

Pero no Presidente. Obama es negro. Es hijo de un inmigrante africano y de una sencilla mujer blanca de Kansas. Nunca ha pertenecido a la élite intelectual o política del país. No es miembro de una familia influyente ni rica. No es el protegido de nadie ni el tapado de nadie ni le debe su carrera al partido. Gente como Obama no es Presidente de los Estados Unidos. Gente como Obama puede ser una figura inspiradora del Tercer Mundo, una bonita lámina en la pared, todo lo más. Pero gente como Obama no llega a convertirse en el líder de la nación más poderosa del mundo cuando ya crece el siglo XXI. Obama ha trastocado el orden natural del universo.

Después de eso, la historia dirá. Pero todo parece ahora posible, más fácil. Se abren las puertas a un nuevo mundo. La victoria de Obama es simbólica, por supuesto. Pero por lo que resulta tan trascendente no es por su simbolismo, sino porque es real. Ha ocurrido. El mundo ha asistido antes a sueños de cambio, a promesas de que algo nuevo esperaba a la vuelta de las esquina. Pero esta vez el sueño se ha consumado. Obama ha ganado las elecciones”. Ya lo dijo el mismo en una entrevista cuando anunció su candidatura electoral en Febrero de 2007 –Yo no estoy en esto para ser un símbolo, estoy aquí para ganar-“ ----

“Aquí no se ha producido el relevo de un presidente por otro o el desalojo de un partido por otro que promete hacer las cosas mejor. Aquí se ha producido un cataclismo, la derrota de todo un stablishment político que se rinde ante la energía casi revolucionaria de una nueva época. Esto es la toma del Palacio de Invierno en versión moderna y estadounidense, es decir, con Internet, en las urnas y con espíritu aglutinador”.
----Antonio Caño – Diario El País---

El escritor y columnista Thomas Friedman, siempre una voz prudente, calificaba la elección de Obama como “el final de la Guerra Civil que enfrentó a este país en el siglo XIX”.

El congresista John Lewis, viejo luchador por los derechos civiles y compañero de fatigas de Martin Luther King, reflejando el sentir de miles y miles de su generación solo podía insistir en que “jamás pensé en tener vida suficiente como para asistir a un día como éste”

Palabras del senador y candidato no electo John McCain: “Haré todo lo que esté en mi poder para ayudarle (a Obama) a hacer frente a los muchos desafíos que encaramos y convoco a todos los estadounidenses a que se unan a mí, no solo para felicitarle, sino para ofrecer a nuestro próximo presidente todos nuestros esfuerzos para construir puentes y acabar con nuestras diferencias”.

En servicio y con amor.

Domingo Díaz Asensio
Coordinador General
AMYCS - Amor y Consciencia
Escuela de Iniciación y Crecimiento Espiritual
info@amycs.es - (+34)649102212 - www.amycs.es

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