El origen de los primeros filósofos no se halla en el pensamiento sino en la experiencia de otros estados de conciencia... La dificultad en vincular filosofía con sanación reside en la capa de silencio que se echó encima...
Este es un libro que reivindica una tradición espiritual occidental, un libro ha de reconciliarnos con la filosofía; en el que se cuenta por ejemplo que los presocráticos, como Parménides ya practicaban las terapias regresivas, aplicando, además, métodos muy similares a los que estamos utilizando ahora los que nos dedicamos a estos menesteres.
Los pacientes hacían ejercicios de respiración, los sanadores o iatromantis les invitaban a recitar mantras, repetir determinadas palabras o cantar. Les hacían practicar el método de la incubación, que consistía en permanecer durante varias horas en un lugar cerrado o en una caverna para tener la oportunidad de descender a su propio infierno, a sus profundidades.
El autor lamenta que sean tan escasos los testimonios de tales prácticas, las cuales, en su mayoría, quedaron relegadas y condenadas al olvido. Por tanto, es de agradecer que un doctor en filosofía las haya desenterrado y les haya prestado luz y taquígrafos. A continuación, una síntesis de las ideas que más me han interesado. Entre paréntesis, mis comentarios.
15.- Cuantas más cosas encontramos en Oriente o en otro lugar, más nos fragmentamos en nuestro interior, más vagabundos somos en nuestra propia tierra. Nos convertimos en nómadas, en individuos errantes. Las soluciones que hallamos no son respuestas fundamentales y sólo crean más problemas. Y buscamos hacia Oriente porque en Occidente lo que se describe como percepción mística se ha relegado a la periferia. No se nos ha dicho que en las mismas raíces de la civilización occidental existe una tradición espiritual.
17.- Todo lo que necesitamos está dentro de nosotros, esperando a que alguien lo saque de allí; el precio a pagar es la voluntad de transformarnos.
18.- A todos nos preocupa la extinción de las especies pero nadie se da cuenta de la extinción del conocimiento de lo que somos. Sólo entraremos en el futuro cuando nos enfrentemos al pasado y nos convirtamos en lo que somos.
30.- Cuando los dioses hablaban a través de los oráculos, a los hombres les costaba entenderlos, en esa dificultad reside la diferencia entre lo humano y lo divino. El error consiste en deducir un significado físico en lugar de mítico.
70.- Atlas (un gigante mitológico) tenía los pies en el mundo inferior, sosteniendo los cielos con la cabeza y las manos. Antes de poder ascender, hay que bajar, morir antes de renacer. (Es curioso, en unas terapias recientes de Alquimia Genética, varios pacientes me han contado se veían a sí mismos como seres gigantescos con los pies en el suelo y la cabeza en el cielo. Lo cual parece significar que la persona está anclada en su realidad material, toca de pies al suelo pero al mismo tiempo conecta con su parte divina).
71.- Los que los griegos denominaban el kouros es el héroe, el hombre de cualquier edad que todavía ve la vida como un desafío, que se enfrenta a ella con vigor y pasión; que está en la frontera entre lo humano y lo divino y tiene acceso a ambos, es atemporal. Sabe distanciarse de los pensamientos humanos habituales, no interfiere en lo que oye o recibe. (Lo mismo se le pedía a Superman, el super hombre, que tenía prohibido interferir en las emociones humanas). Hay que estar con un kouros para tener acceso al mundo de los dioses.
72.- Cuando el héroe entra en contacto con lo divino, vuelve a nacer, se transforma en un niño. (En efecto, en las terapias, es muy frecuente que un paciente se vea a si mismo como un niño después de haber conectado con su Yo Superior o con su Yo crístico, lo cual indica que nace a una nueva realidad en la que recobrará su inocencia, su capacidad de asombro, su espontaneidad, su pureza etc..)
73.- El dios más importante de todos para un kouros humano era Apolo. La contrapartida femenina del kouros es kourai, las mujeres inmortales.
76.- La curación en Grecia, tenía que ver con estados de muerte aparente. (Se trata de la disolución egóica, de la muerte del ego personal).
77.- Cuando estaban enfermos en la antigua Grecia, iban a los santuarios de los héroes a acostarse en un recinto cerrado o caverna. (Ahora, en cuanto alcanzan el estado theta -de 3 a 7 ciclos por segundo- los pacientes relatan a menudo su descenso a una gruta, caverna o recinto subterráneo o subacuático en el que se encuentran con animales o entidades que simbolizan su parte más oscura. En estos casos, el descenso al averno es psíquico, no físico, lo cual resulta más cómodo pero el proceso es el mismo que el que practicaban en Grecia).
78.- La técnica consistente en introducirse en una caverna se llamaba incubación. Como ya no comprendemos a los poderes que nos superan, se nos niega el significado de nuestro sufrimiento.
81.- Asclepio -padre de Apolo- es el dios griego más famoso relacionado con la incubación. Cuando el Cristo quería recibir revelaciones en sueños, invocaba a Apolo. Los héroes eran considerados en general como hijos de Apolo, que también era el dios de los oráculos y la profecía.
87.- La experiencia del otro mundo a través de la incubación tiene poco valor en cuanto depositas toda tu confianza en el aparente poder de la razón.
88.- No puede haber sanación auténtica sin la capacidad de hacer frente a la muerte misma. (Se refiere a la muerte del ego).
89. La información que se saca de otras dimensiones no debe comentarse, hay que guardar silencio. (Siempre recomiendo a los pacientes que no comenten con otras personas el resultado de sus terapias porque hacerlo equivale a violar sus propios secretos y, además, pueden generar críticas, envidias o incomprensión en quienes no han vivido estas mismas experiencias).
96.- En la Grecia antigua, había expertos en incubación, a veces las personas recurrían a ellos para curarse y otras para recibir conocimiento directo de los dioses.
97.- Pitágoras construyó en una sala subterránea de su casa un espacio en el que permanecía inmóvil durante horas. Después describía su visita al inframundo y su regreso como mensajero de los dioses, sabía cómo morir antes de morir. (En el transcurso de las terapias regresivas, los pacientes reciben a menudo hermosos mensajes de guías y ángeles. Jung comenta en su autobiografía -Recuerdos, Sueños y Pensamientos, Seix Barral- que en el transcurso de sus meditaciones conectaba con un guía llamado Philemón).
100.- No había diferencia entre magia y misticismo. Los griegos no siempre sabían cómo llamar a esas personas dotadas de una sabiduría misteriosa, pero un nombre les encaja muy bien, el de iatromantis. Iatros es "sanador" y mantis es "profeta", un iatromantis es el que cura a través de la profecía. Ser un profeta es dar voz a lo que no la tiene, actuar como portavoz de lo divino, todo tenía que ver con ser capaz de conectar con otro nivel de conciencia.
104.- Los iartomantis cantaban o repetían palabras para provocar un cambio en la gente y empleaban técnicas de respiración. (Es lo que hacemos en los Talleres de Alquimia Genética o en las terapias, repetir mantras y palabras sagradas, como por ejemplo los de las 12 Capas del ADN).
107.- A la mayoría de historiadores, les gusta decir que el iatromantis es un fenómeno griego.
108.- Sin embargo, muchas de las historias y prácticas asociadas con los iatromantis griegos tienen su paralelo exacto entre los chamanes o los yoguis hindúes.
113.- Parménides utilizaba la repetición para crear un efecto de conjuro cuyo objetivo era mágico, podía curar o llevar a otros estados de conciencia.
116.- La repetición nos lleva a otro mundo. En el mundo moderno, la sofisticación es la virtud más elevada, la búsqueda de la variedad interminable pero no hay nada más repetitivo que el deseo de variedad.
119.- No se permitía a la gente escuchar las enseñanzas de Pitágoras hasta que habían sido capaces de guardar silencio durante años.
123.- Cuando uno percibe la música de las esferas (un siseo) su corazón ya no puede ser desgarrado porque ya no puede ser separado. A quien es capaz de montarse en el carro del Sol, se le llama "mensajero del Sol" (es decir, mensajero de la conciencia, los que se montan en este carro son también llamados "Hijos del Sol", así los llamaba Akhenaton, son las personas que saben desarrollar su conciencia y ayudar a los demás a hacerlo).
125.- Apolo tuvo sus peleas con la serpiente, aparece como un dios celestial que venció a la oscuridad. (La serpiente representa las fuerzas luciféricas, con las que hay que pactar para que nos dejen acceder a nuestro ser divino. Este trabajo de ascensión es algo que realizo en las terapias de Alquimia Genética).
133.- Un physikos era una persona interesada en los principios básicos de la existencia, capaz de alcanzar la esencia de las cosas y de emplear el conocimiento, por eso se designó así a los magos y alquimistas. (¡Asombra pensar lo lejos que están la mayoría de físicos actuales -exceptuando a algunos cuánticos- de esta definición!)
134.- A los primeros filósofos les llamaban physikos . Hace tiempo que los orígenes de la filosofía occidental se presentan como una cuestión de mera especulación intelectual, de ideas abstractas. Pero esto es un mito. En Italia se desarrolló como una actividad generalista y práctica y eso incluía el campo de la sanación. Los primeros médicos de la escuela de Hipócrates refutaban a la filosofía como medio de curación. Atacaban a los filósofos por su empeño en conocer la naturaleza profunda de los hombres antes de curarlos.
135.- Decían que Pitágoras iba de ciudad en ciudad no sólo para enseñar sino también para curar. Los primeros grandes sistemas filosóficos en Italia tenían que ver con la sanación. La dificultad en vincular filosofía con sanación reside en la capa de silencio que se echó encima. El origen de los primeros filósofos no se halla en el pensamiento sino en la experiencia de otros estados de conciencia. Los textos hipocráticos atacaban a los iatromantes/magos/místicos que opinaban que no existe curación real a menos que uno descubra lo que es más allá de los sentidos.
139.- La filosofía y la magia eran consideradas como dos partes de un todo. Cuando la racionalidad se combina con la irracionalidad, vamos más allá de ambas y se crea algo atemporal, esa es la lógica que Parménides intentó introducir en Occidente. Una lógica que lo cuestiona todo y que pretendía alterar los valores de la gente pero nos hemos escabullido y hemos tomado la vía razonable, alterando sus enseñanzas.
165.- El Cristianismo convirtió los santuarios otrora dedicados a los héroes (ver p.71 lo que era para los griegos un héroe) en lugares consagrados a los santos.
171.- La inmovilidad, la quietud, es la que tiene el poder de llevar a un ser humano a otra realidad.
176.- El conocimiento que tenemos es inútil a menos que podamos vivirlo. Si no es así, se convierte en una carga que puede aplastarnos e incluso destruirnos. (El fuego no asimilado, en vez de calentar, nos quema, si uno accede al cielo es para llevarlo a la Tierra, no para hacer confituras con el conocimiento).
182.- En Occidente, la filosofía ha sustituido al amor por la sabiduría y lo que en otros tiempos exigiera una entrega completa se fue convirtiendo en un pasatiempo para los aficionados a jugar con juguetes. Lo que originalmente pretendía alterar todas las fibras del ser se convirtió en una lógica árida que sólo sirve para complicar y torturar el pensamiento.
191.- Según la tradición, hay cuatro vocaciones básicas que pueden dar a los seres humanos un grado especial de proximidad a lo divino: la de profeta, poeta, sanador y dirigente político o legislador. (¡Será en aquellos tiempos, si Parménides levantara la cabeza..!)
192.- En su obra Las Leyes, Platón dio detalles sobre cómo hay que gobernar. Dijo que las mayores autoridades en la preservación de la justicia y supervisión de los asuntos legales tienen que ser sacerdotes, pero no cualquier tipo de sacerdote, tienen que ser sacerdotes de "Apolo y del Sol". (Es decir, trabajar con la conciencia y sacar su inspiración del contacto con su ser divino)
193.- La principal función de un legislador -según Platón (y según una lógica trascendente)- era seguir la guía dada a la gente a través de las visiones divinas o de las inspiraciones que recibía de los dioses y después revelarla a los demás. Resistiéndose a toda tentación de interferir. (Al que se atreva a sugerir esto a un político actual, se le obsequiará con una camisa de fuerza).
194.- Los antiguos legisladores recibían sus revelaciones en sueños o visiones.
195.- Platón describió que detrás de un gobierno con la mayor autoridad aparente en asuntos legales tiene que haber otro grupo de gente (un consejo de sabios), todavía más poderoso, compuesto en gran medida por sacerdotes de Apolo y del Sol. Un grupo responsable, no sólo de hacer o supervisar las leyes sino de profundizar continuamente en su comprensión y en sus fuentes. A ese grupo lo denominó "Consejo nocturno", que tenía que reunirse entre las primeras luces y la salida del Sol.
196.- Cuenta la leyenda que Orfeo, sacerdote de Apolo y del Sol, se levantaba mientras la gente aún dormía, subía a una montaña y aguardaba desde las primeras luces del alba hasta la salida del Sol para ser el primero en verlo. Y lo que veía no era el objeto que vemos en el cielo, sino lo que le habían enseñado en otro mundo.
199.- Dar buena leyes a una ciudad es curarla, ahí se ve lo profunda que llegó a ser para un iatromantis la relación entre curación y legislación. La diosa Justicia abre paso a la justicia, mediante el encuentro con la Justicia en otro mundo, otro estado de conciencia, es posible traer la justicia a éste. De acuerdo con la tradición, los grandes legisladores de Creta eran kouros a los que se les había revelado las leyes en una caverna a través de la práctica de la incubación.
3 comentarios:
Gracias por el excelente resumen de un libro excelente, de un filósofo asomboso, valiente, y que se atreve a ir más allá de lo filosóficamente correcto. Escrito de forma magistral, su información resulta realmente valiosa para quienes se adentran en los oscuros lugares de la alquimia genética. No os lo perdáis, y después... ponerlo en práctica!
Saludos, te felicito por tu aporte. Dejandome guiar por la intuicion llegue a este blog y si, definitivamente, la obscuridad, el aislamiento, la privacion sensorial conllevan a una anamnesis (recordacion) de modo tal que la angustiante amnesis con la que se arriba a esta vida, comienza a desaparecer. Es un "ouroburus" psiquico, intimo, de retorno, de autoconocimiento, de volver a ser lo que fuimos alguna vez. Es llenar la copa vacia del desengaño de la existencia, colmandola de certezas, de modo tal que el origen emocional-mental de la mayoria de las patologias "vade retro", lo cual no es un milagro sino recuperar un estado homeostatico que debiera ser el normal y no la excepcion.
Lamentablemente, en la actualidad, intereses creados disociaron la unicidad mente-cuerpo, pero tu no sucumbes y predicas y practicas el sentido correcto de la sanacion.
Te felicito y persevera.
Geniodevilna
Asclepios no era el padre de Apolo sino el hijo y de él recibió sus poderes sanadores.
Sobre este tema se pueden encontrar referencias interesantes en otro libro, "Experiencias de éxtasis" del profesor Couliano. Allí dedica un capítulo a los iatromantes y otro a la incubación en las obras de Plutarco, famoso filósofo que además era sacerdote de Apolo en Delfos.
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