Yo saludo tu maestría…


¿Cabe pensar en algo más navideño que una reconciliación?

- Estoy hecha un lío, no sé qué hacer, mi marido me engaña, le he dicho que quiero separarme, que no aguanto más, pero le da lo mismo, no me hace ni caso, parece como si se estuviera riendo de mi cuando se lo digo.

Eso fue lo que me contó Cristina en su primera sesión de Alquimia Genética. Pero en su cuarta sesión, cambiaron las tornas, veamos (muy resumido) lo que pasó:

- Imagina que te sitúas en el Jardín de las Hespérides, pide a los guías que te lleven a visitar el lugar

- Veo una nube verde, como un túnel

- Es un agujero de gusano, para acceder a otra dimensión, dime qué hay al final del túnel

- Veo a mi marido esperándome, me tiende la mano, me coge por la cintura (Cristina se emociona mucho), me lleva hacia dentro, veo una luz rosa, pasamos a otro mundo, hay un río grande, vamos paseando por la orilla, hay montañas, y es como si nos fuéramos volando, explorando otros mundos, estamos como en una burbuja azul-verde esmeralda, nos deslizamos, me señala una luz más abajo, llegamos a una cueva donde todo es luz rosa

- Pregunta a los guías qué es ese lugar

- Es su corazón

- Bien, ya que te ha dado entrada, explóralo
- Es como un túnel con diferentes compartimentos o niveles, hay como unas mareas de luz, como si esto fuera el paraíso. Es como si él me llamara a entrar hacia dentro, dice que me deje ir pero no me dejo

- Bien, vamos a hablar con el animal que simboliza tu mente, pregúntale qué puede pasar si te abandonas y accedes a ese lugar

- Dice que puede pasar que me defrauden

- Eso es una trampa que te pone tu mente, una tentación para comprobar si este paso que vas a dar es de verdad, dile a tu mente que te acompañe en este proceso

- Vamos volando por ese túnel, y él me dice: “Mira qué bonito”. Llegamos a una piscina azul turquesa, me invita a desnudarme y a bañarnos allí los dos, me mira como nado, como si fuera una sirena, me dice que soy su princesa, qué bonito es ese sitio, me doy cuenta que soy yo la que se retiene, porque soy una desconfiada

- Pide que te hagan una simulación de lo que pasaría si abandonaras esa desconfianza

- Me veo brillar como un diamante, y es como si empezara a brillar toda la gente que me rodea, es como si estuviera en una casa dorada, yo estoy en medio y es como si todas las cosas fueran ramas de diamantes

- ¿Te das cuenta de lo que has descubierto a través de tu marido?

- Si

- Pues dile: “Me descubro ante tu maestría”

- Me doy cuenta de que yo estuve siempre tan negativa con él, me abraza y me llena de besos

- Pide que te simulen que pasará si a partir de ahora lo ves siempre como un maestro

- Me lleva hacia un palacio azul, la carretera está iluminada, el suelo del palacio es de brillantes, allí estoy en calma, estoy en el núcleo y él me deja hacer lo que quiera, me dice: “este palacio es tuyo”, está rodeado de zafiros azules

- Es tu refugio, acude a menudo a este palacio, cuando el alma de él esté segura de que sigues conectando con tu ser profundo y que no vuelves a abandonar esa conexión, habrá un cambio en su forma de actuar.

Todos tenemos nuestro punto de fricción, ese que nos pica tanto y que nos obliga a rascar y rascar (me he fijado que en la mayoría de casos coincide con la posición de Neptuno en la carta astral) hasta que llegamos al tuétano, al meollo de la cuestión, al punto cero. Y desde allí –suponiendo que tengamos activada la consciencia- se nos abre una nueva panorámica, un horizonte de promesa en el que descubrimos que nada era lo que parecía. Es como destapar el decorado del Show de Truman (una película genial de Jim Carrey).

Entonces caemos del guindo, y vemos que esa gigantesca tormenta que por poco nos engulle y nos manda al otro barrio no era más que una estrategia urdida por nuestro Berlanga interior… O Buñuel, o Pekinpah, o Pasolini, o Hitchcock, o Almodóvar , según el nivel de dramatismo e histrionismo que necesitemos en cada momento. En todo caso, da igual quien sea el director de cine, lo importante es descubrir la trama y comprender que se trata de un juego psicológico, un juego iniciático.

Cristina vivía muy alejada de su centro, y el alma de su marido se prestó a ayudarla, de la mejor manera que se le ocurrió. A veces crecemos a través de un engaño, o de una pérdida, o de una enfermedad, o de un trauma, aunque lo ideal sería descubrir toda esta trama desde dentro, para no tener que vivirla fuera, a través de un espejo, o de lo que López Guerrero llamaría la fractalidad ascendente.

Mis mejores deseos para el 2015…de que descubras tus propios montajes y te rías de ellos, y lo celebres por todo lo alto con sus protagonistas, con burbujas celestiales.

Soleika Llop

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen trabajo el de tu hermana Milena.
Feliz Navidad y Próspero Año 2015

Anónimo dijo...

Hola,
El comentario sobre Milena era para el post anterior de la Nueva Luna de Diciembre (vaya salto).
Yo de Cristina tendería a un equilibrio entre la meditación en la TAG y un sentido de justicia o de equilibrio en la 3D (Binah-Saturno), ya me entiendes Solëika.
Hay que leer en el sentido oculto de mis palabras lo que no digo.

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