Saturno en Escorpio

Saturno entrará en Escorpio el día 5 de octubre y permanecerá en este signo hasta el 23 de diciembre del 2014, momento que entrará en Sagitario, aunque volverá por retrogradación a Escorpio por un breve periodo, del 15.6.2015 al 18.9.2015.

Escorpio, un signo de gente fuerte

Escorpio es un signo de luchadores, de gente fuerte y tenaz, capaz de cambiar la faz de la tierra si se lo proponen. Es el signo de interiorización de las emociones, en el que toca aprender a amarse uno mismo, es donde nace el amor propio, la auto estima. Los nativos de este signo suelen plantearse la vida como un reto, no aceptan fácilmente sugerencias ni consejos. Por ejemplo si a un hombre se le ocurre decirle a una mujer Escorpio que debería cuidar su alimentación, insinuándole que tiene cierto sobrepeso, ella probablemente le contestará: “¿Y tu próstata, qué tal?

Escorpio también está relacionado con Eros y Thanatos, la pulsión de vida, la sexualidad, y la muerte. Ambas áreas recibirán el impacto saturnino de reducir para concentrar. Y ello puede llevarnos a dosificar mejor el despliegue de nuestra energía vital, a evitar desperdiciarla en vanas piruetas dialécticas, emocionales, sexuales, mentales o espirituales. Seremos más selectivos a la hora de gastar nuestro carburante. Existen múltiples formas de desperdiciar la energía, lo cual lleva a tener problemas económicos porque el dinero no es más que energía densificada. Por ello, las personas que padecen incontinencia verbal, es decir, que hablan por no callar y que vampirizan la energía ajena, suelen tener problemas monetarios. Pero eso también les puede pasar a quienes practican el onanismo mental, a los forofos del “all y oli” que dan una y otra vez vueltas y más vueltas a los conceptos, a las ideas, antiguamente les llamaban sofistas.

Si hablamos de Thanatos, Saturno en Escorpio puede propiciar lo que algunas escuelas iniciáticas llaman “la pequeña muerte”. Por ejemplo en la Masonería se le pide al aspirante que muera a unos valores para que renazcan otros totalmente distintos. Eso es lo que nos propone Saturno, que muramos a lo que somos para renacer pulsando la tecla “ave fénix” de nuestro mando a distancia. En Escorpio, la luz está en el interior, y estos nativos suelen destacar en todo tipo de profesiones en las que es preciso trabajar por dentro: psicoanálisis, cirugía, ingeniería, minería, ginecología, obstetricia, servicios secretos, etc. Todos estos profesionales tendrán que replantarse si lo que están realizando es conforme a su ley, a su conciencia, de lo contrario puede que entren en conflicto consigo mismos y ello podría acabar perjudicando su salud.

Saturno, el justiciero

La función de Saturno es crear orden, organización, justicia, leyes, reglas, formas, estructuras, bases sólidas, cimientos. La parte saturnina de nuestra psique se ocupa de elaborar el libro de instrucciones, las normas de “pilotaje” de nuestra entidad humana, las proporciones que ha de tener cada área de la psique, y de la vida, para que las cosas funcionen de forma óptima. Saturno es la energía que nos permite entender el funcionamiento de cualquier maquinaria, y por ende, del cosmos. Se ocupa asimismo de rectificar todo aquello que no se ajusta a las mencionadas normas. Es decir, si transgredimos nuestra propia “justicia”, la fuerza de este planeta se encargará de transmitirnos el mensaje a través de la reducción, la limitación, la inhibición o castración de nuestros propósitos.

Pero ¿qué es la propia justicia? Decía Kabaleb en su libro “Cómo descubrir al Maestro Interior” que cada ser humano nace con un determinado “software”, en forma de programas angélicos, los cuales se determinan según la posición de sus planetas de nacimiento. Cada programa incluye una serie de asignaturas y la justicia consiste en procurar que esos impulsos lumínicos se realicen plenamente en la vida práctica. En ese sentido, la justicia sería el reflejo material de un impulso espiritual, de nuestros pensamientos y sentimientos en un momento dado de nuestra existencia. Para un delincuente, su “justicia” puede consistir en que la vida le brinde la ocasión de robar. En cambio, la justicia del reino divino consiste en que todos vivamos de forma paradisíaca, manifestando en el exterior el amor y la bondad que han de habitar el corazón del hombre imbuido por la doctrina de Cristo.” Eso decía Kabaleb.

Hacer penetrar la justicia en el área del amor propio es empezar a reconocer quienes somos, lo que valemos, el potencial del que disponemos, sea, el equipamiento de serie con el que uno nace. Y eso se consigue meditando y buscando espacios de paz y sosiego. Y quien se ama, se valora, y reconoce su luz, es decir, quien sabe conectar con su particular estación de servicio, deja de necesitar repostar en estaciones ajenas. Y eso implica dejar de fagocitar la energía de los demás, abandonando el afán de ser reconocido, estimado, aprobado, valorado por la gente del entorno. Una de las estaciones de ese viaje interior se llama libertad y está hermanada con otra estación, que se llama independencia.

Ayer precisamente me estaba comentando mi hermano Tristán –el mejor coach cósmico que conozco- que el ansia de un sector de la sociedad de independizarse traducía ese mismo deseo del alma, sólo que si no lo captamos por dentro, se manifiesta por fuera. Como bien decía Kabaleb, “la acción es el otro polo de la comprensión”. Cuando la onda colapsa, siempre la acaba liando parda, dicho de otro modo, el hecho de no saber identificar a nivel interno la necesidad de independizarse y romper los barrotes de Matrix, lleva a vivirlo en el exterior, a través de manifestaciones, de algarabías populares que habitualmente derivan en destrozos materiales o en perjuicios personales.

Por ello, cuando se actualiza un potencial, siempre es preferible ser uno mismo el director de orquesta, el arquitecto e ingeniero capaz de auto gestionar la propia energía, el propio capital impulso. Porque si dejamos que la onda colapse, los barrenderos cósmicos (fuerzas involutivas) se encargarán de complicarnos la existencia. Naturalmente, cada uno es libre de elegir su método de aprendizaje. Como dije en mi libro “Alquimia Genética, Abriendo las Puertas del Universo Interior”, a mi no me gusta despeinarme, como no sea por puro placer.

Saturno, el cristalizador

Este planeta nos ayudará a cristalizar todo lo relacionado con nuestros deseos y emociones, pero al mismo tiempo su fuerza se encargará de que éstos sean el fiel reflejo de nuestra ley interna o programa esencial. Es probable que durante su paso por Escorpio, cada ser humano sienta la necesidad apremiante de ser fiel a sí mismo, a los designios de su Yo Cuántico, aunque no los conozca. Es decir, quienes no sean conscientes de sus procesos internos sentirán simplemente un afán de autenticidad, de coherencia. En cambio, las personas conscientes podrán aprovechar mucho mejor este importante tránsito, por ejemplo, averiguando –a través de la Astrocábala- cuál es ese programa profundo, o sea las asignaturas de las que su alma ha decidido empaparse en la presente existencia.

Y sabrán concentrar sus esfuerzos en la consecución de estos objetivos. En efecto, la esencia saturnina nos induce a salir de la dispersión del “quiero eso, y también eso…y eso otro..”. Nos lleva a dar el salto que separa la luz ordinaria – en la que los fotones se dispersan- de la luz láser, que tiene mucha más fuerza porque en ella los fotones forman un haz unidireccional. Hace que nuestras flechas/deseos impacten justo en el centro de la diana. Nos impele a dejar de marear la perdiz, a saber definir con mucha concreción lo que queremos y lo que no. Ayuda a que se consolide nuestra capacidad de co-creación.

Saturno, el asceta

Un Saturno en Escorpio impregna al mundo emocional profundo con un halo de ascetismo, de afán de soledad, de poder hallar un remanso de paz para dialogar con uno mismo. Eso llevará a muchas personas a alejarse del bullicio, del parloteo inútil y de las múltiples distracciones que habitualmente empañan el contacto con la fuente.

Saturno, el consolidador

Para alcanzar la autoestima y poder utilizar el potencial consolidador de Saturno hemos de procurar que nuestras bases sean firmes y los materiales, de buena calidad. Si queremos construir una nueva realidad, no podemos hacerlo sobre arenas movedizas o con materiales que tienen aluminosis, léase rabias, rencores, tristezas, frustraciones, críticas, descalificaciones, incomprensión, miedos. La fuerza saturnina de nuestra psique no nos lo permitirá, no nos dejará poner tiritas sobre las heridas infectadas, sino que nos inducirá a vaciar el pus y a desinfectar. Y eso puede doler. Por lo tanto, si durante este tránsito nos vemos enfrentados a rupturas con determinadas formas de vida (trabajo, pareja, amigos, maneras de pensar etc.) será indicio de que nuestras bases eran defectuosas, y al final nos daremos cuenta de que habrá sido para nuestro mayor beneficio.

La frecuencia del 21.12.12

Todo lo expuesto entronca con la movida energética del 21.12.12, de la que hablaremos en el Congreso “Más Allá del 2012” organizado por Ediciones Isthar LunaSol en Madrid los días 20-21 de Octubre. Repitamos una vez más que no se trata de una fecha, sino de una frecuencia en la que ya estamos inmersos. Quienes sean conscientes de este proceso podrán permitirse el lujo de surfear sobre las olas de luz que están siendo disparadas desde el Gran Sol central de la galaxia. Quienes no lo sean, pueden ir preparando los chubasqueros porque corren el peligro de verse muy salpicados por el oleaje. De hecho, en estos últimos días ya hemos tenido una muestra de todo ello. A buen entendedor… Para más información sobre este tránsito, ver el estupendo blog de mi hermana Milena.

Soleika Llop http://abriendoconciencia.blogspot.com

No hay comentarios:

Entradas populares