Las fuerzas activadas este mes son:
* La del ángel Omael 30, que rige por domicilio de 25 a 30º de Leo
* La del ángel Jeliel 2, que rige por rotación de 25 a 26º de Leo -
La energía de Omael nos impulsa a:
* Multiplicar las especies
* Conquistar la pureza
* Generar obras
* Descubrir nuevos remedios curativos
* Superar las penas de amor
* Sacar vida a cuerpos en peligro
* Hallar soluciones divertidas, creativas y pacíficas en situaciones límite.
Nos ayuda a sacar punta a las situaciones, a tener poder de improvisación. Omael es un combinado de las energías de Hesed/Júpiter y Netzah/Venus. ¿Qué podemos esperar de un “coctel” que cuenta con los siguientes ingredientes: por un lado la belleza, el arte, la armonía, el amor , la delicadeza, la dulzura, y la sensibilidad. Y por otro, la generosidad, el poderío, el optimismo, el entusiasmo, la grandeza, el afán de expansión y el espíritu aventurero? Pues que sea un extraordinario reconstituyente, candidato a ser nombrado el mejor refresco del verano, algo parecido a una píldora de la felicidad. Resulta muy útil para las personas que desean tener hijos. Su influencia es multiplicadora y productora de fecundidad en todos los dominios. Quienes ahora mismo estén tomando anti depresivos podrían probar a sustituirlos por una “píldora” de energía omaeliana, formulando todos los días su plegaria e intentando interiorizar su Exhorto.
La energía de Omael permite obtener abundantes cosechas a partir de una simple semilla. ¿Pero que otras características tiene esa semilla? Veamos el grado planetario en que caen el Sol ya la Luna: está regido por Tiphereth-Sol. Se trata pues de enfocar la voluntad/intención y de emplear toda nuestra luz para co-crear abundancia, para participar activamente en la creación del Paraíso terrenal, a salir de la tormenta –la crisis-, del show de Truman (recomiendo la película) situándonos detrás del decorado. Dicho de otro modo, el cosmos nos invita a salir del holograma en el que hemos estado enfrascados en estos últimos meses y penetrar en otra sala de proyecciones. Yo me pido una peli de los Hermanos Marx..o de los Cohen, que para el caso...
Para poder salir del antiguo holograma, es preciso haber entendido el argumento de esa película que algunos han vivido con tintes restrictivos y limitadores. O sea replantearse el propio sistema de valores: si fallan por fuera, podemos buscarlos por dentro. Lo de entender y comprender equivale a transitar por la “autopista” de la izquierda del Árbol Cabalístico. Sin embargo, Venus y Júpiter, las fuerzas que se conjugan en Omael, pertenecen a la vía derecha del Árbol, y en ella la comprensión se produce sin grandes análisis, sin esfuerzos, sin sangre-sudor-lágrimas, a través de un simple flash intuitivo, de una erupción de nuestro gran Sol central/Yo esencial, que nos catapulta de repente hacia otra banda de frecuencia, hacia otro holograma más risueño.
El combustible requerido para poder subirse a la cresta de esa ola de luz es, ya lo habéis adivinado, el amor. Pero un amor que no necesita palabras grandilocuentes. Quienes se pasan el día hablando o escribiendo sobre el amor son a menudo “perros habladores pero poco mordedores”. El amor es un estado del ser. El meditar sobre esa fuerza de la psique llamada Omael da para eso, y para mucho más, que cada uno se haga su propia componenda. Omael dice en su Exhorto:
Si tu simiente, peregrino, es luminosa,
las almas hermosas, cual abejas, acudirán a ti;
si en tu simiente hay tinieblas,
seres deformes y contrahechos accederán a la vida ( a través de ti).
Se refiere a los hijos pero también a las obras, realizaciones, creaciones. Si en este mes lunar cosechamos frutos hermosos, significará que las semillas que hemos plantado con anterioridad también lo eran. En cambio, si tenían alguna tara, lo que crecerá en nuestro “huerto” serán “calabazas”, por ello es importante observar lo que nos pasa en los próximos 28 días.
- La energía de Jeliel nos impulsa a ser para los demás un faro de luz, a cultivar la fidelidad conyugal, a conectar con la fuerza crística, a ser una fuente de alegría y entusiasmo y a aportar claridad y método dónde reina el caos. Nos ayuda a restablecer la armonía en las parejas. Nos aporta fecundidad, inteligencia emocional, suerte, capacidad para crear una gran familia y voluntad para superar situaciones difíciles. Dicen de Jeliel que es un manantial de amor y sabiduría y que quienes beban de él nunca más volverán a tener sed.
El cuartel general de Jeliel se sitúa en Kether, por tanto se ocupa de mover la voluntad. Por ser el ángel número 2, está conectado con las fuerzas de Hochmah/Urano, moverá pues la voluntad de amar de forma incondicional y de buscar la sabiduría. En Kether, está situado en la esferita que corresponde a Binah/Saturno, por ello, nos dice en su plegaria que su fuerza puede aportar método ahí donde reina el caos y que nos impulsa a aportar juicios constructivos. En su exhorto (ver libro “Los Ángeles al Alcance de Todos” ), Jeliel nos dice:
Quiero que sepas que tienes a tu disposición una inmensa claridad,
un deslumbrante resplandor, no tienes más que abrir,
en tu propia conciencia,
un canal y el chorro luminoso del Aleph (el Padre) inundará tus centros de percepción,
entonces todo cambiará a tu alrededor
vivirás en la alegría un desbordante entusiasmo
porque tendrás la sensación de aportar al mundo y a los seres que te rodean
algo tan necesario a su vivir como el aire…
Esto es lo que mueve la parte de nuestra psique llamada Jeliel. Se ocupa de unificar el Sol y la Luna, lo masculino y lo femenino, restablece la paz entre los esposos. Si conseguimos esta paz en nuestro interior, podremos exportarla y habrá paz en nuestra vida de pareja. Una forma de lograrlo es procurar que nuestra receptividad (yo femenino) y nuestra emisividad (yo masculino), estén equilibradas. Y que lo estén también el “hacer” y el “ser”. Porque un hacer sin un ser, un yo masculino que no está siendo apoyando por su contrapartida femenina, actuará a trancas y barrancas, a ciegas, chocando contra todas las aristas, con la sensibilidad disminuida; aprenderá a través de los golpes y tropezará una y otra vez con las mismas piedras.
En cambio un yo femenino excesivamente enfatizado en detrimento de su complemento masculino hará que la persona esté colgada de una nube, pasiva, desconectada de su realidad en 3D, soñando con la Nueva Jerusalén (el paraíso terrenal) pero sin ser capaz de construirla en firme en el mundo material.
Aspectos planetarios
Parece que el panorama astrológico se presenta un poco más risueño que el del pasado mes lunar. Urano y Plutón siguen rugiendo, y ahora están acorralando a Venus. Viejas historias amorosas inconclusas (Plutón está retrógrado) o que dejaron cicatrices podrían reaparecer para brindar a sus protagonistas la oportunidad de cerrar aquellos capítulos pero con la elegancia de Venus y la caballerosidad y el humor de Júpiter.
La otra cara de estos aspectos podría tomar la forma de unos dramones amorosos dignos de un culebrón. Podrían salir muchos muertos de los armarios, pero no sólo impactarán en las historias sentimentales, sino también en la política (por Plutón en Capricornio) y en la diplomacia (por Venus). Nos dirigimos a pasos agigantados hacia una era de transparencia total, a todos los niveles. Cada vez que Plutón forme aspectos disonantes, como es ahora el caso, pasará su cedazo por los bajos fondos para sacar a la superficie cualquier rastro de desecho.
Pero recordemos que ese rastreo también incluye el descubrimiento de los tesoros que se hallaban escondidos en las profundidades de la psique. Si juntamos esto con la fuerte activación de Neptuno en este mes lunar, podríamos deducir que serán cada día más numerosos los intercambios “culturales” entre humanos y entes exobiológicos. Si supiéramos hasta qué punto pueden enriquecernos, dejaríamos de temerlos. En ese contexto se sitúa el llamamiento del profesor Kashe (físico nuclear iraní), que se concretizará el día 6 de septiembre. Este mes lunar nos depara posiblemente grandes sorpresas.
Meditación
- Relajación –inducción (ver lunaciones anteriores)
- Imagina que te trasladas a una llanura llena de vegetación y de flores, en la que hay un río. A su izquierda, un árbol, llamado el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. A su derecha, otro árbol, llamado el Árbol de Vida. Imagina que trepas por él. En el centro del Árbol, ves un fruto dorado, del tamaño de una cereza, es el fruto de Omael, lo coges con tu mano derecha, te lo llevas a la boca y lo ingieres.
- Notas como el combinado de esencias venusinas y jupiterianas empieza a surtir efecto, plantando en tu mundo celular semillas de alegría, de entusiasmo, de empoderamiento, de humor, de armonía.
- Imaginas que tus células son como personajes que salen de sus casas a recibir la buena nueva de que sobre su pueblo están lloviendo semillas de felicidad. Imaginas un nutrido grupo de personajes que confraternizan, se abrazan, celebran un banquete, bailan, como si les hubiera tocado la lotería. La lluvia de semillas omaelianas se extiende a toda tu geografía celular y como no te caben tantas semillas, vas a exportarlas, imaginas que salen por tus ojos como un rayo de luz estrellado, de manera que cualquier cosa o ser sobre el que deposites tu mirada quede impregnado de esa energía. Sólo atinarás a ver su luz, su hermosura, más allá de los velos de la materia.
- Y al haber quedado impregnado, ese ser podrá transmitir a través de sus ojos esa misma belleza que ha recibido. Es un poco lo que ocurrió en la película “Cadena de favores”. De manera que al final, todo el planeta se habrá contagiado con esa esencia omaeliana, pudiendo desplegar toda su abundancia, toda su magnificencia. - Das las gracias a Omael por su colaboración.
1 comentario:
Me ha gustado muchísimo tu entrada. De lo más interesante.
Te deseo un feliz fin de semana y un abrazo.
Yolanda.
http://dondelasemocionesnosllevan.blogspot.com.es/
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