Lamento no poder colgar la habitual crónica de la Nueva Luna, debido a que mi hija se ha puesto de parto antes de lo previsto y me ha tenido colgada del teléfono buena parte del día. Tuvo al bebé de nuevo en su casa (que está en Alemania), igual que el anterior. Las contracciones fuertes le duraron poco más de una hora, se situó en una piscina especial para partos, instalada en su salón. Y dio a luz a un precioso niño de 4,160kg. No es que fuera prematuro sino que se equivocaron en las cuentas.

El parto acuático evitó que se desgarrara, además le sugerí que le dijera a sus chakras 1 y 2 que eran de goma elástica y que visualizara como el bebé salía por un tobogán de luz. Tuvo que hacer un par de esfuerzos porque salió un alemanote muy ancho de hombros pero todo resultó muy fácil. Se llama Robin, y vive al lado de un bosque y siento que en cuanto lo vea me va a robar…el corazón.

Por otro lado, los editores acaban de mandarme las galeradas del libro para que las acabe de repasar, así que parto doble. Me ha sido imposible dedicar un solo segundo a otra actividad.

Pero en los blogs de mis hermanos Milena y Tristán encontraréis una crónica magistral sobre lo que nos depara esta lunación.

3 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Felicitaciones Soleika!

Muchos cariños y abrazos luminosos.

Anónimo dijo...

Zorionak Soleika!! Felicidades por ese maravilloso nieto y también por ese libro que no veo el día de tenerlo entre mis manos. Me muero de las ganas.
Un saludo,

Sibila dijo...

Felicidades Solëika porque veo que las sincronías te siguen iluminando.
¿Has pensado alguna vez en la consideración de ver o entender a las sincronías como una manifestación de campos mórficos que transmiten la información? ¿Y de su paralelismo con los haces de luz láser que transmiten la información?
Merece la pena pensar sobre ello.

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