
Doy fe de que sus sesiones de EBC son atómicas, transformadoras, tiernas, amorosas, divertidas, sorprendentes y realmente transmutadoras. Lo saben quienes las han probado. Y lo más importante es que no se contenta con dar un pescadito sino que enseña el arte de la "pesca", la pesca de los mensajes del Yo cuántico. Apuntarse a las sesiones de EBC de Maribel es reducir el espacio existente entre el Yo divino y el Yo consciente, hasta lograr que uno y otro se fundan. Aviso a los navegantes...por el mar de la consciencia.
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