Jean Pierre Garnier Malet, Formación Inicial

Con veinte y pocos años, Jean Pierre Garnier Malet sorprende a la comunidad científica con la publicación de un artículo en la Academia de Ciencias de Paris. Una historia parecida a la de Nassim Haramein, que también fue muy precoz. G. Malet ha realizado interesantes descubrimientos relacionados con las propiedades del tiempo. Ha publicado dos libros, “Cambia tu Futuro” y “El doble, ¿cómo funciona?”.

A continuación, publico un resumen de las cosas que me han parecido más relevantes de la Formación Inicial, un seminario que impartió en Barcelona el pasado fin de semana.

Pienso que uno de sus mayores acierto consiste en saber cómo hacer llegar a determinados círculos de gente sesuda e intelectual, una sabiduría antigua sin que se asusten en exceso, sin que su mente cognitiva se sienta demasiado amenazada. En efecto, les habla de su divinidad interior, de su Yo Superior, pero lo denomina “el doble”, término bastante inocuo. Habla de regresiones o progresiones pero se refiere a “aperturas temporales”. Habla de no hacer a los demás lo que no deseamos que nos hagan, pero lo llama “saber controlar la benevolencia de los pensamientos” etc.

A través de su teoría del desdoblamiento del tiempo, nos propone desdoblarnos, conectar con el doble, con esa parte del ser que posee todas las respuestas y pedirle que seleccione la mejor opción, entre múltiples probabilidades de porvenir, entre muchos futuros potenciales. El doble puede transmitir su información a la conciencia a través del agua, dice G. Malet. EL agua es el componente del 75% del cuerpo y del 90% del cerebro. Un cuerpo anciano tiene menos agua porque necesita menos información.

Lo que G. Malet no precisa es que el agua es amor, sentimiento, deseo, empatía, corazón, cultivando estas actitudes es cómo podemos podemos llegar a conectar con el Yo Superior o doble, es lo que Jesús nos dijo: “Sólo podéis llegar al Padre a través de mi”, sólo a través del amor incondicional/Agua, podemos llegar al espíritu/Fuego . Kabaleb decía lo mismo al afirmar que sólo se puede asimilar el fuego a través del agua.

Un experimento – según G. Malet- demostró que el cerebro se anticipa en el tiempo: midieron la sudoración provocada por escenas truculentas en un espectador, viendo una película, determinadas escenas le provocaban una mayor secreción de sudor. Se dieron cuenta que, cuando había visto unas cuantas escenas, la sudoración se producía unos cinco segundos antes de que apareciera la escena en la pantalla, o sea que el cerebro se anticipaba. (Pero sabemos que el que se anticipa es el Yo angélico, que trabaja en otras dimensiones más implosionadas y ve las cosas antes).

Se experimentó con una rata, se la colocó ante ocho corredores, siete de los cuales estaban electrificados, y uno estaba libre, al final había un queso, resulta que la rata eligió el único corredor que no estaba electrificado para llegar al queso. G. Malet dice que eso demuestra que el cerebro de la rata se anticipó en el tiempo, a eso se le llama instinto.

(Pero existe otra explicación a este fenómeno, comentado por Max Heindel en su obra “Concepto Rosacruz del Cosmos”, y es que todas las especies, minerales, vegetales o animales, están bajo la tutela de unas entidades angélicas llamadas “espíritus grupo”, que son las que se encargan de proporcionar a las especies la información necesaria para su supervivencia, eso es lo que la ciencia llama el instinto animal).

En un tiempo nulo, disponemos de una energía infinita. Emitimos y captamos información, como cualquier partícula. Si pensamos, perdemos energía y a la vez estamos fabricando la consecuencia de nuestros pensamientos, los cuales se transforma en un potencial disponible. (Eso también lo dijo Max Heindel a principios de siglo, es decir, si lanzo a la noosfera ideas agresivas y no las cristalizo, no las hago patentes, otras personas recogerán esa energía y la transformarán en actos delictivos). De manera que podemos hacer vivir en la desgracia las personas que actualicen nuestros potenciales negativos.

(Queda más moderno y elegante quizás llamar a esa energía “potencial disponible”, pero estamos hablando de lo mismo).De tal modo que si durante cuarenta días –dice G. Malet- nadie pensara en matar, esa posibilidad desaparecería de la memoria colectiva, por falta de carburante energético, quedaría desprogramada esa posibilidad. Es interesante plantearlo de esta forma. Los microbios saben que si no nos han matado en cuarenta días, ya no pueden hacerlo.

Para vivir, basta con fabricar un buen potencial, evitando hacer a los demás aquello que no deseamos que nos hagan. El control del pensamiento permite activar la energía de que disponemos, que es inmensa. Somos guiados, sin saberlo, hacia el futuro que hemos construido. Si nos encontramos en un lugar peligroso y somos capaces de controlar la benevolencia de nuestros pensamientos, no nos pasará nada. (Eso queda muy patente en los libros de James Redfield “Las nueve Revelaciones” y “La Undécima Revelación”).

Antes de que se abrieran las puertas del conocimiento –algo que ocurrió, según G. Malet con ocasión de la tormenta solar de Marzo 1989- nos guiábamos por la fe, ahora nos guía el conocimiento.

La duda y el miedo son lo que impide que el doble pueda solucionarnos las cosas. Las cosas pueden tardar en solucionarse de uno a cuatro días, el doble ha de tener el tiempo de dar la vuelta al Zodíaco y a hablar con los otros dobles. (Eso se parece mucho a lo que hacemos en Alquimia Genética, cuando consultamos a los Jefes de las 12 Capas, pero puede ser instantáneo, no se necesitan tres días, porque en la 5D no hay tiempo).

Desde Marzo de 1989, fecha en que se produjo una inmensa llamarada solar, tenemos abiertas unas puertas temporales que nos permiten recibir respuestas inmediatas por parte del doble. (Las tormentas solares son llamaradas de conciencia que salen desde nuestro núcleo y que hacen que cada vez más personas puedan conectar con su Yo divino). Ahora, en que hemos alcanzado el final de un ciclo zodiacal de 26.000 años, todos los potenciales, es decir todo lo que el ser humano ha aprendido en este tiempo, están disponibles.

En Indonesia pueden llegar a detener la actividad de un volcán reuniéndose todos los jefes de tribu y poniéndose de acuerdo para hacer un sacrificio a favor del volcán: le tiran frutas, regalos, flores etc. Bastaría con una sola persona –un solo justo- que mandara a su doble al futuro para impedir un terremoto. Un justo es alguien fiel a la ley. (Pero ¿a qué ley?, pues a la suya propia, es decir a su programa profundo, a su misión. (La reunión de los Jefes de tribus equivale a la que realizamos en la Alquimia Genética cuando juntamos a los Jefes de las 12 Capas del ADN sutil, ellos son capaces de impedir que un “terremoto” sacuda nuestros cimientos, es decir una pérdida de la estabilidad sentimental, laboral, amistosa, económica etc.., ).
El cerebro sabe con cinco segundos de antelación lo que va a pasar. Si controlo la benevolencia de mi pensamiento, una persona malevolente delante de mí se quedará sin habla.

Hemos de controlar nuestro pensamiento en todo momento, sino las cosas se pueden complicar a nuestro alrededor, con mucha más fuerza que antes. Cada vez que quiero controlar mi pensamiento, el futuro (la mente cognitiva) lo sabe antes y hará lo posible para que no pase, son tentaciones para ver si controlo de verdad mi benevolencia. Cuando nos dormimos al volante un buen truco para impedirlo puede ser controlar la benevolencia de nuestros pensamientos. En la ausencia de la voluntad (cuando G. Malet habla de la voluntad se refiere a la mente cognitiva) el doble puede actuar.

La condición para que se dé la telepatía es estar a la vez en los tres tiempos: pasado presente y futuro. El doble puede arreglar muchas cosas en un minuto. Echar una cabezada de un minuto puede ayudar mucho. Si hemos de decir algo importante al doble, ese tiene que ser el último pensamiento que tengamos antes de dormir.
Hay personas que necesitan una ausencia de memoria –alzheimer- para que el doble pueda realizar su trabajo.

G. Malet comentó el caso de una mujer que necesitaba una pequeña cantidad de dinero que tenía que pagar, y no disponía de ella, así que se resignó a vender su casa, lo cual representaba un gran capital, para poder atender a esa pequeña deuda. Entonces fue a una formación de G. Malet, puso el asunto en manos del doble. En los días siguientes unos ladrones robaron todas sus joyas, que ella creía de poco valor, se las había regalado su marido, al que ella consideraba un avaro. Cuando vinieron los péritos del seguro, le dijeron que aquellas joyas tenían mucho más valor de lo que ella creía, se dio cuenta de que el ex marido no era tan avaro como ella creía. Luego el seguro le pagó la cantidad exacta que ella debía, y pudo satisfacer la deuda sin vender su casa.

G. Malet dice que el doble conoce todos los potenciales, todos los futuros probables para nosotros, si conectamos con él de forma consciente (esto es lo que se hace en Alquimia Genética), seremos capaces de actualizar el mejor potencial. Pero éste dependerá de lo que nuestra alma necesite aprender en cada momento. Desdoblarse es situarse en otra dimensión y actuar en ella de forma consciente. En esta primera formación, sólo mencionó la posibilidad de ponerse en contacto con el doble y de entregarle la “carpeta” de nuestros asuntos, de nuestros problemas más acuciante para que se ocupe de ellos. Supongo que en la próxima formación ahondará un poco más en esa posibilidad de atravesar las aperturas temporales, de pasar al otro lado de la cortina para ver lo que allí se cuece.