Feliz comienzo del mundo

Por José María Doria
Publicado en "Mientras llega el despertar" el 1 de Enero de 2012

Me ha llegado a través de un amigo esta interesante y luminosa reflexión de José María Doria, colega y amigo de mis tiempos en la revista Más Allá, y la comparto para que puedan disfrutar de sus lúcidas palabras.

“Siento que en estos tiempos en el que los medios anuncian crisis, lo que toca es aceptar y amar lo que somos y tenemos, comenzando por la propia vida tal cual es, y siguiendo por la progresiva llegada de los acontecimientos que nuestro ser evolutivo demanda.

Sabemos de sobra que ni la felicidad ni nada que a esta se le parezca, está fuera. Sabemos que ni está en el cambio de trabajo, ni está en la pareja, ni está en las nuevas musas, ni está en la inevitable materialización de nuestros sueños, aunque tanto prometan. El profundo bienestar que buscamos de flujo creativo viene con la perseverancia en la atención plena, algo que no está condicionado ni a la salud, ni al dinero, ni al llamado amor, ni a nada de fuera.

Intuimos que aceptar lo que nos sucede, es parte del juego, y que tal vez desde la aceptación total del que sabe que todo lo que ahora tiene es “prestado”, pasarán cosas interesantes, vendrán cambios renovadores y además, naceremos a una vida nueva. Una vida que partiendo desde la esencia, se desplegará mediante cambios fáciles y sin esfuerzo, hacia fuera. Y ¿qué mejor acción para quien descubre y comprende que ejercer el noble oficio de compartir su íntimo descubrimiento?
Intuimos también que para ser verdaderamente libres, no hay nada esotérico que aprender, ni ningún Dios a quien pedir. No hay ningún remedio mágico ni ningún sonido especial que escuchar. Basta tan solo con comprender.

Comprender que aunque nos pone la llegada de regalos y de suerte inesperada que nos exalta, sin embargo es en las cosas pequeñas donde se oculta un gran goce, y es en la mirada positiva donde está la raíz de la confianza. Asimismo no olvidamos que el servir compasivo a todo lo que con nosotros se cruza, genera alegría que conforta nuestra alma.

Sabemos que el término sabiduría viene de “sabor”, y desde ahí brota ese cotidiano saboreo de las muchas cosas que nos gustan y también de las que no tanto. Todo ello sin olvidar que ninguna vivencia es 100% buena o mala. Toca suspender los juicios sobre lo que podría o no podría ser, y vivir con discernimiento y entusiasmo lo que acontece en cada instante.

Observemos segundo a segundo y respiremos a menudo en contemplación silenciosa durante la jornada. Mantengamos la mente enfocada y atenta en la presencia. Lo demás fluirá por sí solo en total sincronía.

Definamos objetivos con palabras sinceras. Compartamos nuestros recónditos sueños y disfrutemos al cultivar nuestro proyecto que por el hecho de invitar a superarnos, nos enfoca y apasiona. Sin embargo y sin resignación alguna, no dejemos de aceptar la partida que nos toca como parte del gran juego. Soltemos de verdad aquello que se aleja,, sabiendo que nos deja un poso de compasión y sabiduría.

Y aunque todo está en permanente cambio, si hay algo que cambiar en este próximo año, será nuestra gafa de ver la satisfacción en manos de la suerte futura que nuestra mente proyecta. Ya es tiempo de vivir enfocados en la satisfacción del ahora. Y una y mil veces al día volver y volver a la raíz de la presencia. Se trata de salir a menudo del hipnótico teatro de pensamientos con el que nuestra persona se identifica, y de nuevo proceder a respirar un nuevo minuto con plena consciencia. Sucederá que sentiremos ser más allá de todo eso que pensamos y hacemos, al tiempo que atestiguamos dónde está enfocada nuestra mente, y en consecuencia, qué es lo que ésta crea y aumenta.

Nuestra vida es justamente la que ahora sucede. Y bien sabemos que eso, lo que ahora sucede, es la mejor opción del Universo, opción que a través del laberinto vital, conspira para nuestro descubrimiento y consciencia.

Aquello que venga a nosotros, será entre otras cosas lo que elijamos vivir en este ahora en el que el futuro se crea. Y en tal sentido, tal vez queramos una mente sosegada, tal vez la presencia inesperada del Misterio y la lucidez en nuestras células. Tal vez también celebrar el goce de los sentidos, al tiempo que abrimos la compasión desde lo más recóndito del alma, sin duda aspectos que conforme visiten nuestra vida, harán aparecer cooperación hermanada y transparencia.

Entretanto no nos olvidemos de honrar no solo a Apolo, sino también a Dionisio, al tiempo que bailamos con los lobos y los corderos en la gran fiesta. Llega la hora de integrar en el crisol a culturas de diferentes razas y tierras. Hagamos sitio para “lo otro” por contrario o extraño que parezca, y tengamos presente a nuestra sombra que tan solo trae problemas cuando se la ignora. Y sobre todo, no olvidemos que cualquier cosa que nuestro ser experimente, por errónea o coherente que sea, no representa lo que realmente somos. Recordemos pues que somos mucho más que lo que ahora está sintiendo nuestra pequeña y limitada persona.

Feliz nuevo mundo te deseo hermoso ser que en cada año, en cada mes y en cada instante, acabas y comienzas. Recuerda pues que por más que en este nuevo ciclo sigas viviendo tanto las subidas como las bajadas, bueno será atestiguar que hay algo muy dentro que permanece imperturbable ante las olas de adquisiciones y pérdidas.

Así pues, enfocados en la presencia, sonreiremos tanto ante el júbilo de lo que nos expande como ante las lágrimas de lo que nos contracciona. Sonreiremos también ante la muerte que conlleva cada abrazo inesperado de ternura y pasión que la vida nos regala. Sonreiremos ante el milagro que nos encuentra tan a menudo, y también ante algo sabio en nosotros que arraiga el tronco en la tierra, al tiempo que roza el cielo con la cabeza.

Este año es el año de ser lo que sabemos.

Y de comer la auténtica manzana.”

http://blog.jmdoria.com/feliz-ano-nuevo/

1 comentario:

Sibila dijo...

Se habla de saber, de intuir, de comprender, de observar, de definir objetivos, etc. hasta de la contemplación e incluso, de no olvidarnos de nuestra propia "sombra".
Se habla de vivir y prestar atención al presente, de no esperar otras recetas mágicas que los pequeños detalles de la vida.
Se habla de esa opción del Universo que, se nos presenta en al ahora como nuestra mejor opción.
Se habla de todo esto desde la magnífica perspectiva multicolor del autor.
Se habla de la acepción "comprender" en un sentido claro y escueto: quizás, haga atribución a una definición sencilla del estado de "iluminación" (comprender que todo está bien como está y punto, y dejemos aparte la demagogia), ya que, en el mundo, quizás, no haya nada que cambiar sino nuestra perspectiva o como muy bien señala el autor del estupendo artículo, "cambiar la gafa en la satisfacción de nuestra suerte futura que nuestra mente sea capaz de proyectar".
Se habla de todo esto, hasta de lo bueno y de lo malo (lo relativo) con las personificaciones míticas de Apolo y Dionisio.
Se habla de todo ello, pero también y por fortuna, se vislumbran algunas pinceladas desde una perspectiva más amplia o desde el punto de vista de una personalidad multidimensional en algunos momentos del discurso. ¡Menos mal: eso está mejor, y eso sí que se puede intuir de modo claro!
Difícil pero muy buen artículo.
Muchas gracias, Solëika.

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