Sanando las emociones

Publico hoy un ejercicio realizado, desde su casa, por una persona que está trabajando con las 12 Capas de su ADN. La Capa que está trabajando es la que está relacionada con la capacidad de amar. He comentado en varias ocasiones que prefiero no precisar de momento los significados de cada Capa para evitar condicionar a las personas que están realizando las terapias.

Este ejercicio contiene una importante enseñanza: cuando nace la personalidad crística, es decir la capacidad de amar sin condiciones, deja de ser necesario tomar conciencia de cada tendencia oscura y explorar las mazmorras de la psique porque todo queda totalmente transmutado en pura luz. Es lo que los cabalistas llamarían la vía de la derecha, presidida por el Cristo. Mientras que la de la izquierda, que es la del aprendizaje a través de las experiencias, está relacionada con el arcángel Miguel...

Entre paréntesis, mis comentarios.

“Primer escenario: Me encuentro en la calle, en un sitio nevado, hace mucho frio (esto significa que hay mucha frialdad en la capacidad de amar de esta persona), el sol (de la conciencia) asoma tímidamente en el horizonte. Veo unos niños que vienen muy enfadados con aspecto de demonios pequeños. Con sus rabos, sus trajes rojos y negros y sus ojos encendidos de sangre. Les pregunto qué les pasa y me dicen que ellos no necesitan que yo demuestre amor a nadie.

Me extraña esta contestación y le pido al Arcángel Miguel que me la aclare. Me dice que está claro que yo estoy al principio del final de un trabajo de sanación y estos “demonios” sienten que los estoy echando de la que hasta hoy fue su casa, que eso no les gusta y se rebelan, que ellos necesitan la frialdad para sobrevivir y yo estoy trayendo el sol y este disuelve toda la frialdad.

Le pregunto al guía dónde trabajan y dice que estos “demonios” trabajan en mi comprensión y ellos intentan obstaculizar que yo vea el camino del amor poniendo obstáculos en mi camino. Pregunto qué tengo que hacer para sacarlos de su posición. El guía me contesta que los envíe a la nave para que asciendan. Hablo con ellos, les doy las gracias, reconozco su labor y les digo que ahora no necesito obstáculos para amar, que prefiero vivir en la claridad y tener el camino libre y despejado. (Ahí la persona tendría que haber profundizado un poco para averiguar en qué parte de su vida se ha manifestado esta tendencia, a quien se resistía a amar.)

En cuanto ponen un pie en la nave, la nieve se deshace y sale el sol, una gran cantidad de hierba y flores de todos los colores llenan el campo (es decir que el espacio psíquico que le permite volcar su amor sobre otras personas se llena de belleza –flores- y de sanación –hierba verde- desaparece la frialdad). Voy caminando por el camino de la Capa … de mi ADN y a lo lejos veo un castillo de cristal que envía preciosos reflejos de colores azul, rosa, violetas, amarillos, verde esmeralda y blancos.

Le pregunto al Arcángel qué representa este horizonte colorido y me dice que es el color de la diversidad, el color del alma de Dios, donde todo es válido, donde todo coge, donde todo puede ser cambiado y comprendido. Le pregunto qué significado tiene para mí y me dice que es un reflejo de la diversidad que hay en el interior de mi alma donde puedo encontrar todo lo que necesite, sin límite, todo está puesto a mi disposición en este momento. Cada luz, representa todo lo que está dispuesto para que yo lo utilice, la fe, el amor, la fuerza, la alegría, la perseverancia, la transmutación, todo lo mejor está dispuesto para ser utilizado. (Es muy hermoso comprobar cómo esta persona ha conseguido obtener respuestas de su sabiduría interior, de su capacidad de discernimiento, representada por el arcángel Miguel, ella ha aprendido a interpretar sus propios símbolos, esto es lo que persigue la Terapia de Alquimia Genética)

Le doy las gracias y me dirijo hacia el castillo (un castillo es un lugar de poder en la psique, en este caso relacionado con la capacidad de dar amor), las puertas se abren con mi presencia, todo en su interior es luz y color. Se abre ante mí un precioso paisaje donde siento que todo es posible, todo es amoroso, todo se desprende de la fuerza del amor incondicional de mi alma. (Hermosa enseñanza) Veo otras almas brillantes y luminosas.

Veo bonitos campos de flores y decido hacerme jardinera. El contacto de mis manos y la tierra hacen que cualquier mala hierba desaparezca y cualquier semilla se convierta en una preciosa planta, una preciosa flor o un magnífico árbol. Mis manos son mágicas, son vida, son crecimiento, son amor. Cualquier cosa que es tocada por ellas florece con esplendor. Riego la tierra y sus frutos se multiplican, todo crece a mí alrededor, puedo ver crecer las plantas por momentos, es genial este sentimiento de dar vida a lo que toco.

Decido que con este don que tengo, voy a buscar si hay sótanos o mazmorras o lo que sea en ese castillo. Detrás de una especie de bota de vino en uno de los sótanos hay una portezuela, la abro y solo veo oscuridad, me meto arrastrándome y solo veo ojos, ojos “oscuros” que no me gustan, le pido al Arcángel que encienda una vela y veo a cuatro grandes perros negros con ojos sanguinarios, como si se hubieran comido al demonio, que me miran como para comerme. No tengo miedo. Mi deseo es tocarlos y poner en ellos la magia de mis manos, luego dudo y le pregunto al Arcángel. El me dice que lo haga y lo hago, los toco uno a uno y se convierten en preciosos cachorros dulces y amorosos que me persiguen como perritos falderos.

Le pregunto al Arcángel que enseñanza tiene esto para mí. Me dice que el amor siempre triunfa sobre la oscuridad no importa cuán oscuro esté y cuanta maldad haya, siempre el amor lo transforma todo.

Le digo qué tengo que hacer a partir de ahora con esta magia. Me dice que debo pasarla a través de mis manos, que cuanto toque a alguien que piense que es mi amor lo que le está tocando y todo se transformará a mí alrededor como por arte de magia, preciosas flores nacerán a mi alrededor. (En cuanto la persona consiga de verdad verter todo su amor sobre su entorno, ya no hará falta que tome conciencia de cada acción oscura porque todo se habrá transmutado en pura luz. Ya no será Miguel quien la guiará, sino el Cristo).

Le doy las gracias al Arcángel y a todos los Maestros y vuelvo a mi sillón”.

Soleika Llop
http://abriendoconciencia.blogspot.com

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