Este es un interesantísimo análisis astrocabalístico de la carta natal de B. Obama, realizado por mi hermana Milena.

"La Carta Astral del nuevo presidente de EE.UU., Barack Obama es una declaración de intenciones. Presenta unas coordenadas astrológicas que respaldan las esperanzas que medio mundo -por citar sólo a unos cuantos- hemos puesto en él. Los auténticos líderes nacen, más que se hacen, y Obama posee ese carisma que otorgan algunas posiciones astrológicas. Este es, sin duda, un momento de cambio que requiere gobernantes capaces de asumir lo retos que nos plantea el momento crucial que estamos atravesando...

Estamos ante un personaje que va dar un drástico viraje a favor de esos grandes ideales que mueven o han de mover no sólo a la sociedad norteamericana, sino también a la humanidad, si entendemos que las ilusiones que se han volcado en él constituyen un egregor (masa energética) muy potente. Podríamos decir, que no es un solo hombre el que va a mover las cosas, sino la suma de las energías de todos los que creemos en él. Esa energía, esa fe mueve montañas, desencadena un efecto luminoso que puede acabar transformando los corazones y las mentalidades de muchas almas.

Barack Hussein Obama nació en Honolulu el 4 de agosto de 1961 a las 19:24. Es Leo con Ascendente Acuario. Sólo un ex presidente norteamericano es de su mismo signo zodiacal, y es el que más carisma ha tenido hasta el momento, Bill Clinton. El grado en que se ubica el Sol de Obama, a 12º32 de Leo, indica que se trata de una persona de gran rectitud, de férrea voluntad, de convicciones seguras y de marcada honestidad. El corazón, asociado a Leo, es el motor de su trabajo humano.

El Sol, (en grados de Binah/Saturno), en Leo y en la Casa VII, (sociedad, pareja), es una posición frecuente en altos mandatarios, dirigentes políticos, empresarios, gente con mucho poder. Obama tiene la ambición de ser lo que siente que es y de exigirse mucho, se compromete hasta el fondo, incluso hasta rayar el sacrificio, un sacrificio que pocos pueden entender, debido al único aspecto disonante de su Sol, una cuadratura con Neptuno en el Medio Cielo.

Se trata pues de un visionario que se ha propuesto dirigir al mundo en un periodo de caos y de crisis porque cuenta con la fuerza necesaria y la protección adecuada para que su misión se lleve a cabo. Neptuno en Escorpio en el Medio Cielo es la estrella que le impulsa a cambiar las estructuras caducas, oscuras, a regenerar lo que está pervertido, a poner luz láser donde antes se alumbraban con velas. Neptuno le confiere ese liderazgo que no está enfocado solamente hacia la ambición personal, sino a ser un conductor de hombres.

Urano, que expresa la energía de fisión, cuando algo tiene que estallar en mil pedazos para establecer nuevas pautas, y de fusión, cuando se permite que el amor se manifieste en su expresión más elevada, se sitúa en su signo natal, Leo. Es un alma grande, con el valor de ser ese crisol de razas y culturas, ser el abanderado del cambio de una nueva alianza mundial. Urano además se encuentra en grados de Tiphereth/Sol, es decir de plena conciencia, de equilibrio entre el pasado y el presente. Será pues capaz de conjugar el talante de hombre justo y de renovador, tratando a sus adversarios políticos con elegancia y agradecimiento por los servicios prestados, porque el “enemigo” es al fin y al cabo el mejor instructor.

Buscará la concordia, no puede ser de otro modo porque su conciencia solar así se lo reclama. Tiene una tarea titánica, contará con numerosos enemigos, pero su magnetismo personal acabará por domesticar a esas “fieras”/instintos y los que no puedan estar a la altura de sus expectativas acabarán por marcharse de su lado. Tiene que comprender que a las “fuerzas del mal”, como las llamaba su antecesor, sólo les cabe la luz.

Se sabe de él que fue educado en la multiculturalidad racial y religiosa, interesándose por diversas profesiones de fe, el islamismo, el hinduismo, el budismo y el animismo, aunque acabó por abrazar la vocación cristiana, lo que le da cierto bagaje para entenderse con otras culturas.
Sabemos que en los próximos cuatro años, los planetas lentos irán formando entre ellos grandes tensiones: Saturno se opondrá a Júpiter y Urano, y los tres formarán cuadratura con Plutón.

Todo ello activará una gran transformación del mundo en todos los ámbitos, en lo material, emocional y espiritual, y sin duda alguna, Barack Obama es la persona indicada para capitanear esta transformación, no sólo porque Leo es un signo idóneo para ser líder, sino porque cuenta con una Conjunción Júpiter-Saturno, Júpiter en Acuario y Saturno en Capricornio, se trata de un aspecto de maestría.

Notemos que sólo otro presidente de EE.UU, Franklin D. Roosevelt contó la misma conjunción en su tema y fue el presidente que se puso al frente de la terrible crisis de 1929 que dejó tan maltrecha la economía del país, de la misma forma que Obama se pone al frente de la crisis actual. Por lo tanto, está claro que no se trata de una persona débil, sino de alguien capaz de llevar el timón de toda la humanidad, de forma directa respecto a su país, indirectamente para el resto del planeta. (El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero también cumple años el mismo día).

El análisis que hacemos de esta Conjunción -que se reafirma el mismo día de la jura de su cargo, ya que Júpiter en tránsito en Acuario, junto al Sol que acababa de despuntar en este mismo signo formaban un conjunción con Júpiter Natal de Obama- le otorga un pensamiento muy innovador, es un reformador abierto, de ideal fraternales, tal y como han reflejado a menudo sus discursos, intuitivo y de visión futurista, aunque con los pies en la realidad, Saturno en Capricornio le aporta una gran fuerza de consolidación de objetivos.

Posee un gran talento creativo, es muy sociable, comunicativo, y con una gran capacidad para
escuchar a la gente. No obstante, también es una personalidad que no titubeará cuando tenga que afirmarse, decretar, aunque será posible cambiar de estrategia rápidamente cuando las cosas no funcionen. No se eternizará en los cambios. Es el futuro.

La conjunción de los dos planetas como Júpiter y Saturno se da a menudo en cartas de grandes celebridades, personas que se mueven por el bien de la sociedad y sabemos que la ética y la espiritualidad son determinantes en la carrera política de Obama, le predispone a alcanzar el éxito y a materializar sus objetivos. Pasará a la historia como un presidente muy notable.
Un dato relevante es que fue elegido bajo el claro signo del cambio y la renovación ya que los aspectos activos el día de las elecciones del 4 de noviembre, Saturno se oponía a Urano, o sea, un choque entre los valores caducos y vanguardistas.

Sol y Marte formaban trígonos con Urano, el reformador y un gran trígono entre los gigante Júpiter y Saturno en Capricornio y Virgo respectivamente, dejando claro que Obama adoptaría importantes decisiones relacionadas con la economía y el bienestar social. También se formó una conjunción del Sol y Marte en Escorpio, sobre la orbe de su Neptuno natal, sabrá enfrentarse a las crisis y canalizarlas adecuadamente."

Milena Llop

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